Andrés Beltrán y Martha Matheus se conocieron hace doce años, mientras él era vigilante de una reconocida librería del centro de Bogotá y ella, presa de las adicciones y de los maltratos de su expareja, habitaba la calle bajo un puente.
Martha recuerda que Andrés era muy detallista y se acercaba a ella con pequeños regalos. “Él me llevaba desayuno, me llevaba cucos, me llevaba brasieres”, cuenta. Así lo hizo por varios meses hasta que un día, indignado por la violencia con la que la ex pareja de Martha la trataba, decidió llevársela a vivir con él. Pasaron once años y desde entonces no se han separado.
Juntos han pasado las duras y las maduras. Con esfuerzo compraron una carreta con la que trabajan recuperando material reutilizable tres días a la semana junto a ‘Niño’, un perro criollo negro azabache que les regalaron recién nacido y que, además, de ser una fiel compañía se ha convertido en parte de la familia.
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A continuación, el tuit de la Secretaría Distrital de Integración Social sobre la historia de amor de Martha y Andrés.
❤️¡El amor sí existe!❤️Martha y Andrés son una pareja de exhabitantes de calle que reciben servicios sociales en el Hogar de Paso Los Mártires. Ellos encontraron en el otro una oportunidad para creer en los sueños y hacerlos realidad.✨#SiSePuede#LaBogotáQueEstamosConstruyendopic.twitter.com/AJdPtHFDse
— Secretaría Distrital de Integración Social (@integracionbta) February 14, 2023
Un perro les ayuda a reciclar
Andrés cuenta que ‘Niño’ les ayuda a reciclar porque ya reconoce los cartones y botellas de plástico que, en su hocico, va llevando a la carreta durante las jornadas de trabajo.
Para tener mejores condiciones en su trabajo, decidieron unirse a una cooperativa de reciclaje y a la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (UAESP), esto les permite contar con unos ingresos mensuales que están ahorrando en el banco para cumplir el sueño de tener su casa propia.
Algunos días, Andrés trabaja un fruver al que llegó en una de sus etapas más difíciles como habitante de calle, gracias a la oportunidad que le dio el dueño de este negocio que, al verlo a diario en un andén, un día decidió darle trabajo botando las basuras y abriendo el local.
Andrés también trabaja en un sitio de venta de frutas y verduras
Poco a poco se fue ganando la confianza del propietario y aprendiendo, al punto que ya cumplió diez años trabajando con él. “Estoy muy contento porque no conocía el arte de empacar fruta y verdura y de atender bonito a la gente. Yo les ofrezco a los clientes, con mucho respeto, las frutas, las verduras, les llevo el mercado al carro, hago domicilios, en fin, estoy muy contento allá y me ha ido muy bien gracias a Dios”, manifiesta Andrés.
A continuación, una fotografía de Martha y Andrés, quienes se conocieron en las calles de Bogotá.
Encuentran servicio integral en el hogar de paso Día Noche Los Mártires
La dureza de la calle y la falta de redes familiares han hecho que en distintos momentos Andrés y Martha hayan recurrido a la Secretaría de Integración Social para buscar apoyo cuando lo necesitan. Hace dos semanas, ambos decidieron ingresar al hogar de paso Día Noche Los Mártires, una modalidad de atención donde reciben alimentación, aprenden y retoman hábitos de autocuidado, trabajan en el desarrollo de habilidades y capacidades y cuentan con acompañamiento psicosocial para mitigar los efectos derivados de la habitabilidad en calle.
Durante esta administración, más de 16.000 ciudadanos y ciudadanas habitantes de calle se han beneficiado en las en todas modalidades de atención que ofrece la Secretaría Distrital de Integración Social.
Carol Figueroa, coordinadora del hogar de paso Los Mártires ha sido testigo de la evolución y logros de la pareja. “Como familia multiespecie, donde se cuenta a ‘Niño’ su animal de compañía, ellos han aprendido a manejar emociones, han aprendido a tomar decisiones, de mayor respeto entre ellos, a seguir normas e indicaciones, el juicio para hacer su ahorro y pautas de cuidado de animales”, asegura la funcionaria.
Mira a continuación, la foto de 'Niño', el perro de Martha y Andrés.
“Un servicio como este es muy importante"
Sobre la oferta institucional la funcionaria agregó: “Un servicio como este es muy importante porque de no existir, seguramente Andrés y Martha estarían en la calle nuevamente, o no tendrían la facilidad de cumplir sus compromisos como recuperadores de oficio de la manera en que lo hacen, de pronto en actividades en las que está Andrés no llegaría en las condiciones en las hoy puede llegar, estarían más expuestos con su carreta y animal de compañía y Martha, incluso, como mujer a una calle que cada vez es más violenta, por eso es importante que esta atención permanezca y siga ampliando sus cupos”.
Andrés se siente agradecido porque ella ha sido su mejor compañera. “Yo me siento contento con ella porque me ha acompañado para arriba, para abajo, hemos estado compartiendo con mi familia y la quiero”, cuenta feliz.
Para Martha lo mejor de haber conocido a Andrés es que él la sacó del vicio del pegante y sin vacilar afirma: “Tenemos que querernos las parejas, gracias a Dios en estos 11 años nos ha ido bien. ¡El amor sí existe!”.