Previo a la Semana Santa, la Secretaría de Salud ha llevado a cabo 240 operativos de inspección, vigilancia y control a establecimientos que expenden alimentos, en especial pescados.
A través de la gestión de las subredes integradas de servicios de salud, se han visitado depósitos, supermercados, plazas de mercado, centrales de abastos, restaurantes y minimercados en los que se inspeccionaron más de 36.000 kilogramos de alimentos que se consumen en Semana Santa, como carnes, pescados frescos, secos y derivados de mar.
Se han decomisado 570 kilos de alimentos en mal estado (pescado fresco, en conserva o semiconserva, carne de res, de ave, queso y sus derivados) porque los propietarios de los establecimientos no conservan la adecuada cadena de frío,
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También se decomisaron 252 litros de bebidas saborizadas, gaseosas, agua en botella, néctares y refrescos de fruta.
Las razones de los decomisos obedecen a que los productos hallados se encontraban alterados, almacenados de manera inadecuada, con fecha de caducidad vencida y con incumplimiento de rotulado.
Recomendaciones para elegir productos de buena calidad
La recomendación por parte de la Secretaría de Salud a la ciudadanía, es que compre y consuma alimentos en establecimientos confiables, seleccione productos que no estén por debajo del precio regular, verifique la adecuada refrigeración y conservación de los mismos, así como las características de color, olor y textura.
#QueElPescadoTeDéBuenaEspina 🐠 A la hora de comprarlo, hazlo en un lugar confiable, siempre atento a que haya óptimas condiciones de aseo, sin malos olores y que el personal del establecimiento tenga la indumentaria adecuada. pic.twitter.com/0J5644FcSm
— Secretaría Distrital de Salud (@SectorSalud) March 26, 2021
Así mismo, revisar el empaque, los rótulos y que la fecha de vencimiento de los alimentos sea vigente, es parte de las buenas prácticas a la hora de comprar cualquier tipo de alimento, en especial, aquellos que más se consumen durante la Semana Mayor.
De igual manera, se recomienda abstenerse de comprar pescados y derivados de la pesca en ventas ambulantes, y mantener estos productos siempre en refrigeración o congelación. Una vez descongelados, no deben volver a congelarse.
A la hora de adquirir este tipo de productos, tenga en cuenta que las agallas de los pescados estén húmedas y de color rojo brillante, que los ojos se vean sobresalientes, limpios, transparentes y brillantes; que la textura de la carne sea firme (que al oprimir no se quede sumida o flácida); y que su olor sea agradable, a pescado o mar.
En cuanto al pescado seco, debe tener consistencia firme y un color amarillo uniforme, sin manchas rojizas o verdosas. Tenga en cuenta que en los expendios debe estar empacado y se debe conservar a temperatura ambiente.
Si vas a adquirir pescado congelado, no aceptes que el producto este blando o semicongelado; revisa que el color de la carne sea rosado (la piel puede ser oscura) y si el pescado presenta algún olor extraño o similar al amoniaco o al óxido, no lo compres.
Con respecto a los productos derivados de la pesca y enlatados, ten en cuenta que las latas deben tener la fecha de vencimiento visible, sin tachaduras o enmendaduras; y el número de registro sanitario debe ser visible. Abstente de comprar latas sumidas, golpeadas u oxidadas.
Cuando destapes un enlatado, saca inmediatamente el contenido del envase. Si no lo consumes en su totalidad, colócalo en un recipiente de vidrio o plástico tapado y llévalo al refrigerador.
La Secretaría de Salud seguirá realizando operativos y actividades de inspección, vigilancia y control para evitar el expendio de alimentos y bebidas en mal estado.
Si una persona tiene alguna reacción desfavorable para su salud después del consumo de estos productos, se recomienda que acuda al servicio médico de inmediato y evite automedicarse.