Para nadie es un secreto que la desigualdad económica afecta más duramente a las mujeres. Finalmente son ellas las que llevan la carga doméstica más alta, además de ser a menudo, en los sectores más deprimidos, las cabezas de los hogares uniparentales.
De ahí nace el concepto ‘feminización de la pobreza’, que expone la desigualdad económica con un mayor impacto en las mujeres.
Según la alcaldesa Claudia López, las mujeres de hogares más humildes en la ciudad invierten más de la mitad de su tiempo cuidando a miembros de su familia, adultos mayores, personas en condición de discapacidad tiempo que podrían usar para capacitarse, formarse y competir en el mercado laboral. Por eso, en su Plan Distrital de Desarrollo, la mandataria propone una serie de programas para luchas contra esta condición.
“Que todos en Bogotá seamos cuidadores y cuidadoras, no solo las mujeres, que podamos institucionalizar el cuidado y relevarlo, que podamos crear un sistema distrital de cuidado. Reducir la feminización de la pobreza debe ser el gran propósito entre la ciudadanía, el Estado y el mercado”, destacó la alcaldesa.
Brecha salarial y otros factores
Otro factor que incide en la feminización de la pobreza es la brecha salarial, las mujeres siguen ganando menos que los hombres pese a que realizan las mismas funciones. Además, las mujeres presentan niveles más altos de desempleo, llegando a estar por encima del porcentaje de hombres en casi 3 puntos porcentuales.
“Debemos incorporar y reconocer el cuidado de las mujeres, reducir la violencia contra las mujeres, que, al acceso al deporte, a la salud crezca. A las mujeres nos cuesta más tener tiempo libre, nos cuesta más educarnos, nos cuesta más conseguir un empleo y cuando lo conseguimos nos pagan menos”, indicó López.
De igual manera, las mujeres participan menos en el mercado laboral: están 13 puntos porcentuales por debajo de los hombres en la tasa global de participación-TGP.
Estos motivos son unos de los principales impulsores para el ‘Nuevo Contrato Social para la igualdad de oportunidades para la inclusión social, productiva y política’ propuesto por la alcaldesa. El objetivo es lograr bajar estos índices para combatir la feminización de la pobreza en la ciudad.
Y es que una de las conclusiones del Boletín Estadístico de ONU Mujeres y el DANE, es: la plena participación de las mujeres en todos los ámbitos abona a la prosperidad, el fortalecimiento de la democracia, la construcción del tejido social y la consecución de una paz y un desarrollo sostenible.