El secretario de movilidad de Bogotá, Nicolás Estupiñán, conversó con el periódico El Tiempo sobre la movilidad peatonal en la ciudad y los retos que se ha propuesto la alcaldía de Claudia López para garantizar más espacio para las los ciudadanos que se movilizan a pie y que representan cerca del 24 % de los viajes en Bogotá.
“El discurso más duro que debemos dar es sobre los peatones: cuál es la capacidad que tienen el Distrito y la ciudad para recuperar esa red. Todos somos peatones en algún momento de nuestros viajes. 24 % de los viajes en Bogotá, en 2019, eran peatonales”, expresó el funcionario en la entrevista.
En el Plan de Desarrollo, se contempla una inversión de alrededor de $ 3,9 billones para bicicleta y malla peatonal, con este presupuesto se espera intervenir 4.2 millones de metros cuadrados del espacio público de la capital.
Contenidos relacionados
Año del peatón: cuatro estrategias para priorizarlo como actor vial
A solicitud de la Alcaldesa, la Secretaría de Movilidad con otras entidades del Distrito, como Planeación y el DADEP, se encuentran consolidando una estrategia integral para la movilidad peatonal y pronto se verán los frutos de este trabajo articulado que ha contando con el acompañamiento constante y dedicado de la mandataria en todo el proceso.
“La alcaldesa nos ha pedido varias veces que le pongamos el foco al peatón”, dijo Estupiñán y señalo que también les ha solicitado considerarla una prioridad absoluta: “incluso nos ha devuelto y nos ha pedido trabajar de manera más profunda en algunos temas”.
Según afirmó el funcionario, las entidades involucradas están trabajando en cuatro frentes:
1. Andenes y malla para el peatón en el Plan de Ordenamiento Territorial
El modelo de ocupación del territorio está condicionado por la red de conexión para los peatones, por lo cual, se hace estrictamente necesario reflejar esa relevancia de la infraestructura peatonal en el POT. “Para que nosotros podamos viabilizar la forma como queremos que el territorio se ocupe, tenemos que mejorar el Estado de los andenes en la ciudad”, explicó el secretario.
2. Barrios Vitales
Barrios Vitales se trata de una serie de intervenciones que tienen como fundamento la acupuntura urbana, con las supermanzanas de Barcelona (España) como referencia, y que procura mantener a los vehículos en la red vial arterial, ya que son los motorizados, los que ocupan hasta un 75 % del espacio público.
“Una supermanzana básicamente es una cuadrilla de 3x3 donde el tráfico de paso en los barrios locales te desvía hacia las vías arteriales y generamos entonces una mejor conectividad local interna para que sean las personas las que vuelvan a tomarse el espacio público”, manifestó el funcionario.
Con apoyo del Banco Mundial, en Bogotá se viene trabajando un piloto en el reconocido barrio San Felipe y se proyecta ampliar la estrategia a 12 barrios en diferentes localidades.
3. Control al Barrio
En esta estrategia se busca articular esfuerzos entre la policía de tránsito y las comunidades con intermediación de la Administración Distrital, según lo explica el secretario de movilidad. “Las comunidades nos están diciendo cuáles son las zonas que están siendo más afectadas, cuáles son las que tienen mayor invasión al espacio público y ahí tenemos unas estrategias con la concesión de grúas y patios, con la policía de tránsito y los líderes vecinales que son quienes nos dicen los puntos donde debemos intervenir”.
La idea es vincular estas acciones con otras iniciativas ciudadanas que han logrado notabilidad en las redes sociales.
4. Cultura ciudadana
“No creemos en un modelo de ciudad en el cual debamos tener un policía y una cámara que nos esté multando en cada esquina”, afirmó Nicolás Estupiñán, recalcando que, en el eje de cultura ciudadana, se busca que cada persona reconozca que el espacio público es donde se demanda mayor responsabilidad en el actuar.
La pandemia, los ajustes de urgencia y lo que ha quedado para Bogotá
La pandemia por COVID-19 fue el principal impulso que recibió el sector movilidad de la capital para dinamizar la movilidad sostenible, garantizando ciclocarriles priorizados para las bicicletas y ciclovías temporales; este modo tuvo un considerable incremento: “Pasamos de tener el 6,6 % en 2019 a tener el 11 % de los viajes en bicicleta en la ciudad”, afirmó Estupiñán.
La información existente no permite hacer un balance preciso sobre la movilidad peatonal, pues, según lo afirma el mismo secretario, en algunas zonas aumentó y en otras disminuyó la circulación de estos actores viales. Sin embargo, la crisis sanitaria desencadenó una reflexión en torno a la movilidad en la ciudad y a la necesidad de más espacio público seguro. El Plan de Desarrollo se vio marcado por ese proceso constructivo que llevó a ver desde otra óptica el transporte y priorizar a los peatones que fueron protagonistas a la hora de descongestionar los sistemas masivos.
Por eso el reto, según dijo el funcionario, es “volver a lo básico y reflejar la relevancia de los peatones de manera estricta en el Plan de Ordenamiento Territorial”, una tarea que puso la misma alcaldesa Claudia López, que reconoce la vulnerabilidad de la población que circula por los andenes, en su mayoría mujeres, niños y personas mayores.
Según datos revelados por el periódico, el El 61,5 por ciento de los viajes peatonales los hacen las mujeres y el 38 % los hombres. “Las mujeres usan más el SITP, menos el componente troncal. Utilizan más nuestra mallas de andenes porque tienen viajes más cortos, son menos lineales y utilizan la infraestructura que les pemite desarrollarlos”, declaró el secretario en medio de la entrevista.