¡En ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’ apoyamos a los emprendedores locales! La Plaza de Bolívar fue el escenario donde más de 80 vendedores informales, entre artesanos de la localidad de La Candelaria y miembros de la comunidad indígena INGA del Putumayo, expusieron su creatividad y cultura en la feria “Manos que Transforman”, organizada por el Instituto para la Economía Social (IPES). Este evento, logró captar la atención de bogotanos y turistas, consolidándose como un espacio clave para el fortalecimiento de la economía social.
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La feria, que cerró el martes 21 de enero de 2025, resultó en un balance positivo tanto en ventas como en participación. Según datos del Instituto para la Economía Social (IPES), el 85 % de los participantes expresó un alto grado de satisfacción con la calidad y su interés en los productos. Además, el evento permitió visibilizar la riqueza cultural y artística de los expositores, quienes ofrecieron principalmente artesanías (66,7 %) que reflejan las tradiciones de sus comunidades.
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Participación diversa
El perfil de los participantes reflejó la inclusión promovida por la feria.
- 53 % de los expositores, mujeres, reafirmando el protagonismo femenino en la economía social.
- 27 % de la comunidad indígena INGA, mientras que un 2% se identificaron como afrodescendientes.
- La mayoría de los participantes se concentró en los rangos de 31 a 40 años (20 %) y 51 a 60 años (47 %), y se evidenció una amplia experiencia en sus oficios.
Acompañamiento del Distrito a través del IPES
Los participantes de la feria “Manos que Transforman” destacaron que el seguimiento y apoyo brindado por los gestores del Instituto para la Economía Social (IPES) fue fundamental para garantizar el buen desarrollo de esta primera iniciativa de 2025. Esta propuesta, potenció la preparación de los artesanos para maximizar sus ventas y atraer al público.
Elizabeth Roldán, quien lleva 15 años comercializando productos elaborados con piedras naturales y tejidos, expresó su gratitud: “Agradezco al IPES por esta oportunidad de visibilizar nuestro trabajo y por su continuo apoyo a los artesanos.
Por su parte Martín Puentes, fabricante de productos en la localidad de La Candelaria, destacó la organización del evento. “La logística fue excelente. Contamos con baños, luz y vigilancia, lo que nos permitió trabajar en un ambiente cómodo y seguro.”
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La Plaza de Bolívar, una vez más, se consolidó como un espacio de encuentro donde las tradiciones y la creatividad brillaron ante los ojos de Bogotá y el mundo, para demostrar que Bogotá es mi ciudad, mi casa .
