Detrás del Alcalde: en el Centro Crecer La Victoria

Yo participo

21•Nov•2024

‘Mi vida se divide en un antes y un después del Centro Crecer la Victoria’

Tardé 11 años de mi vida en entender que el amor que yo sentía hacia él no era suficiente para que sintiera lo mismo por mí. Siempre tenía a la mano una excusa para demostrarme su desprecio. Las escenas de celos eran dignas de novela, de esas que uno ve en la televisión. 

La tristeza no es buena compañía. Uno de mis hijos se encontraba allí, en su silla, mirándome fijamente como tratando de decirme una vez más lo que yo ya sabía. Una decisión lo cambia todo. Di el paso más importante. Separarme.

Mis dos hijos lo valen todo, son el motor, el camino y la vida. Ellos me impulsarían a buscar una salida para seguir adelante y encontrar un futuro en el que alcanzáramos tranquilidad, para mí sinónimo de felicidad. 

Imagen de Sandra Emilce contando su historia al alcalde

Estaba vulnerable cuando llegué al Centro Crecer La Victoria, mi hijo también estaba afectado. No me había sentido tan desorientada, ni siquiera cuando el especialista dijo: lo de Juan David tiene nombre, se llama parálisis cerebral espástica. 

Nos acogieron a los tres. Los profesionales del Centro Crecer La Victoria no solo me guiaron, también me acogieron, me escucharon y nos adoptaron a mí y a mis hijos como parte de una nueva familia.

Allí aprendí que un niño con este tipo de parálisis tiene dificultades para controlar los músculos del cuerpo, que afecta principalmente al cerebro y por eso es tan difícil para Juan David relajar sus músculos o intentar levantarse a caminar. 

También comprendí que la parálisis no impide que los niños vayan a la escuela, que tengan amigos o hagan las cosas que disfrutan y que por fortuna existen los Centros Crecer. Lugares como este, diseñados para brindar atención especializada a los niños con discapacidad cognitiva del barrio, entre los 6 y 18 años. Mi Juan David tiene 12 años. 

Imagen de Peñalosa abrazando a Juan David, hijo de Sandra Emilce en el Centro Crecer La Victoria

Mi niño hoy tiene otra cara, una actitud positiva. De lunes a viernes lo llevo al Centro Crecer, ingresa al medio día y al terminar la jornada, cuando lo recojo me cuenta que almorzó rico, que cada día es diferente porque hacen diversas actividades, que ven películas, hacen ejercicio, manualidades, que aprendieron con sus amigos a hacer una huerta, entre otras cosas divertidas para él. 

Me dice que le encanta jugar fútbol, con sus manitas golpea la pelota. Le están enseñando a tocar instrumentos musicales. Aún no ha decidido cuál es su favorito.

El apoyo que mi hijo ha tenido acá ha sido muy valioso. La coordinadora, el grupo psicosocial y los demás profesionales no han trabajado en las debilidades de Juan David, han trabajado en sus fortalezas y por eso ahora es un niño muy activo, lleno de vida.

Hoy puedo decir que Juan David no es un niño diferente a los otros. Tiene conciencia de lo que pasa, es un niño que está dispuesto a superarse. Él es alegría. 

Yo también he recibido apoyo de estos profesionales, he participado en talleres de formación, de empoderamiento ciudadano. Hoy no solo soy la madre cuidadora de mi hijo con discapacidad, soy representante del Consejo Local de Discapacidad, me gusta trabajar por la comunidad y en mis tiempos libres consigo lo necesario para vivir. Me siento una mujer libre. 

Hoy le agradezco al alcalde Enrique Peñalosa por renovar el Centro Crecer la Victoria. Le cambiaron el techo por uno nuevo, pintaron, adecuaron, agregaron más herramientas hidráulicas y sanitarias,de infraestructura, de accesibilidad y nos lo entregaron de nuevo. El ambiente ahora es más ameno y los jóvenes se sienten más cómodos en este lugar donde hemos encontrado oportunidades.

Imagen de Sandra Emilce en un abrazo de agradecimiento al alcalde Peñalosa

En la entrega de este Centro Crecer La Victoria, Peñalosa comentó que fueron invertidos 475 millones de pesos para la remodelación y que éste hace parte de los seis Centros Crecer (de 14 que hay en Bogotá) que han sido mejorados en infraestructura para beneficiar a 2.000 jóvenes y sus cuidadores. 

“Estamos mejorando los Centros Crecer de Bogotá y en general toda la atención a los niños en condición de discapacidad. Sus cuidadores también son importantes, por ello los programas de capacitación son clave para que encuentren una fuente de ingreso económico desde sus casas”, concluyó Peñalosa. 

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