Tras presentar una malformación congénita conocida como labio leporino, médicos del hospital Simón Bolívar, contruyeron el labio superior del pequeño Diddier Cuesta Suárez, oriundo del territotio idígena.
“Llegó remitido del hospital San Antonio del Mitú (Vaupés). Le practicamos una cirugía que permitió tratarle su fisura labial incompleta y reconstruir todas las capas de piel, mucosa, labio rojo y músculo, con un buen resultado estético”, comentó el cirujano plástico Javier Caicedo.
Generalmente, la edad apropiada para operar a los niños con esta malformación es alrededor de las 9 semanas, momento en el que la regeneración celular y la cicatrización son más rápidas. En el caso de Didier, el procedimiento se hizo al año y medio de edad.
Al tratarse de una condición médica que no representa una urgencia vital, se determinó su manejo por control y seguimiento ambulatorio. Pero la madre del menor, Berta Suárez, no contaba con el apoyo de familiares o amigos en la capital del país, que pudieran brindarle hospedaje o alimentación.
Por esta razón la Secretaría de Salud, realizó los trámites necesarios para que el menor permaneciera en el hospital y la madre fuera recibida en el albergue La Maloka, donde se encargaron de los traslados al hospital, hasta el egreso del paciente.
“El niño se ha recuperado satisfactoriamente. Este procedimiento le devolvió las características normales a su rostro, ahora puede sonreír adecuadamente y llevar una vida plena”, expresó el doctor Caicedo.
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— @SubRedSurOccidente (@SubRedSurOcci) 9 de julio de 2018