Lucía Cardona, de 25 años, hace parte del grupo de diez jóvenes colombianos pertenecientes a diferentes carreras de ingeniería, que regresó al país a mediados de noviembre de 2024, luego de capacitarse en China con conocimientos específicos que serán de gran utilidad en la fase de operación y mantenimiento de la Línea 1 del Metro de ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’.
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Estos diez jóvenes fueron el primer grupo de ingenieros que fueron a China para capacitarse sobre la operación y mantenimiento de los trenes de la Línea 1 del Metro de Bogotá. En octubre de 2024 el segundo grupo, de 40 ingenieros, viajó también.
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En entrevista con Portal Bogotá, Lucía Cardona, ingeniera electricista de la Universidad Nacional de Colombia, nos cuenta sobre su experiencia en China.
1.Portal Bogotá: ¿Cómo fue el proceso inicial que te llevó a vivir un año en China?
Lucía Cardona: Un amigo me envió la convocatoria, pero realmente no creí que llegaría a pasar así que pospuse enviar los documentos. Pero después de pensarlo mucho decidí participar para no tener arrepentimientos de lo que pudo haber sido, ya que la oportunidad de estudiar en China y poder trabajar en Bogotá al regreso era muy llamativa, así que después de pensarlo mucho envié los documentos para la postulación.
En un momento considere que no había pasado la segunda entrevista y había aceptado que no estaba en mi futuro trabajar en el Metro de Bogotá , pero al poco tiempo recibí la llamada de confirmación, estaba super emocionada de haber obtenido esa pequeña victoria y sentía nervios por el futuro.
China me parecía un país imponente, con muchos avances tecnológicos pero muy lejos de mi hogar, aun así creo que lo chévere de ser joven es que la emoción de enfrentar nuevos retos opaca las dudas y la ansiedad de una situación desconocida.
2. P.B. : Háblanos de tu experiencia en China, ¿Cómo fue llegar a otro continente, a un país con costumbres e idioma diferente?
L.C.: Llegar a China sin datos fue intimidante porque no entendía nada. Uno de nuestros jefes nos acompañó en el trayecto, entonces él nos indicaba el camino o a donde debíamos ir. De no ser por él hubiera sido muy fácil perderse o no saber que teníamos que hacer.
Cuando nos encontramos con las personas del Metro de Xi’an fue sorprendente oír a una voz amiga en la traductora de español-chino, y una montaña rusa de emociones con uno de los primeros choques culturales en una comida que nos pareció super picante y con sabores totalmente diferentes a lo que estamos acostumbrados.
A medida que pasaba el tiempo descubrimos nuevas herramientas y mejoramos nuestro nivel de chino mandarín en las clases del instituto y la vida diaria. Con el tiempo nuestra estadía fue más cómoda y pudimos disfrutar de la experiencia.
Durante nuestra estadía vivimos en el dormitorio de estudiantes internacionales en parejas.
3. P.B. : ¿Cómo era tu rutina, tu día a día?
L.C.: Nuestra rutina consistía en desayunar en el instituto, podías elegir entre preparar desayuno o ir al restaurante a comprarlo. Luego, tomábamos un bus que nos acercaba a la estación de Metro, y luego tomábamos Metro hasta el sitio donde teníamos clases.
En la mañana teníamos clases teóricas, luego teníamos almuerzo en el restaurante del Metro o si estábamos en una estación íbamos a comprar algo de comer cerca. En la tarde teníamos prácticas o exámenes de conocimientos teóricos. Después, regresábamos al instituto donde podíamos comprar la cena o cocinar dependiendo del gusto de cada uno.
4. P.B.: ¿Qué aprendiste en China, cuéntanos de los conocimientos que adquiriste?
L.C.: Mi aprendizaje en China se dividió en cuatro etapas:
La primera consistió en clases teóricas de la industria ferroviaria urbana y clases de chino semanales en el Instituto Xi’an TieLu, las clases teóricas eran dictadas en chino traducidas por un software de traducción en tiempo real. Durante este periodo aprendimos las bases de diferentes especialidades como mantenimiento, flujo de pasajeros, electromecánica, comunicaciones y suministro eléctrico entre otras.
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La segunda etapa consistió en clases teórico-prácticas en las instalaciones del Metro de Xi’an, en esta etapa fuimos a diferentes estaciones, centros de control, departamentos y divisiones de la empresa. La metodología cambiaba un poco entre profesores pero generalmente en la mañana aprendíamos la teoría del tema asignado y en la tarde íbamos a probar en la práctica esos conocimientos.
La tercera etapa fue diferente para todos porque nos dividieron en especialidades, yo fui asignada al centro de control de operaciones en el puesto de programación de electricidad y control de ambiente. En este puesto estudié los procedimientos de respuesta a emergencias en las estaciones como incendios, cortes de energía entre otros.
Y la última etapa, fue como un reencuentro entre nosotros porque volvimos a estar juntos en las clases para la especialidad de conducción. Esta especialidad contaba de exámenes teóricos sobre los conocimientos de límites de velocidad, tipos de señalización, procedimientos de respuesta de rescate, entre otros.
5. P.B. : ¿De qué manera estos conocimientos se van a aplicar en la Línea 1 del Metro de Bogotá?
L.C.: Al estar divididos por especialidades, la idea es que nosotros seamos parte del grupo de trabajadores del departamento de O&M que cree los manuales de operación, planes de respuesta de emergencia, manuales de mantenimiento para el servicio diario.
Además, también tenemos planeado participar en las pruebas de entrega de los equipos que se usan en la operación y mantenimiento y la prueba de los trenes de pasajeros que llegarán a Bogotá. Y por último, tener todo listo para pasar a la fase de la marcha blanca, donde se prueba la operación del servicio sin pasajeros, luego con pasajeros y así obtener el visto bueno para la apertura de la línea al servicio comercial. Planeo trabajar de la mano del Metro de Bogotá para ser parte del servicio de transporte que prestará ML1 a los bogotanos en el 2028.
6. P.B. : ¿Cómo fue tu regreso a Colombia, ver a tu familia, ¿cómo han sido estos días tras tu llegada?
L.C.: El viaje de regreso a Colombia fue un poco más largo que el de ida por las escalas, tuvimos un retraso por las fuertes lluvias, pero cuando llegamos al aeropuerto y vimos a nuestras familias, amigos y seres queridos emocionados por vernos después de 14 meses fue el cierre satisfactorio para esta experiencia; por otro lado, ver a nuestros jefes y colegas representó el comienzo de nuestra nueva etapa en la Línea 1 del Metro.
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Los primeros días al volver a Bogotá fueron para descansar, recargar energías, comer cosas que extrañamos, pasar tiempo en familia, ver y oír español en todas partes. A eso le siguieron la asignación de nuevas responsabilidades, entender las funciones de nuestros cargos y el alcance de nuestras labores en este proceso de transferencia de conocimiento para la operación y mantenimiento de la Línea 1 del Metro de Bogotá que estamos construyendo.
