Cáscaras de frutas, restos de vegetales y comidas y otros residuos orgánicos, están siendo procesados y aprovechados para convertirlos en abono para el suelo y siembra de plantas en Bogotá.
La Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos-UAESP, le apostó a este proyecto de economía circular y, aunque es un programa piloto, lidera este proceso a través de la recolección de los residuos orgánicos que disponen diferentes conjuntos residenciales y comercios de frutas y verduras en varias zonas de la ciudad.
¿Cuántas toneladas de residuos orgánicos se disponen en Bogotá?
Según Carlos Jaime Orozco, líder de Implementación de Proyectos de Aprovechamiento de Residuos Sólidos de la UAESP, el 51% de los residuos que disponen los hogares capitalinos son de tipo orgánico lo que genera 3.440 toneladas diarias de residuos en Bogotá.
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Es por eso que la UAESP realiza un trabajo importante, aprovechando estos residuos que se disponen en la ciudad, para transformarlos en abono y, así mismo, ayudar a descongestionar al relleno sanitario de Doña Juana.
Residuos orgánicos transformados en abono
Orozco explica, que la recolección de los residuos se realiza de dos maneras: El operador Área Limpia, en la localidad de Suba, recoge residuos orgánicos de 44 comercios de frutas, y la UAESP, en la localidad de Usaquén, apoya una organización de recicladores que recolecta los residuos de 1.200 usuarios residenciales de la zona y los posos de café de 340 cafeterías.
En el siguiente video, conoce el proceso de aprovechamiento de residuos orgánicos en abono:
Los residuos orgánicos son llevados a dos plantas de tratamiento, una en el sur de la capital, en Mochuelo Bajo y la otra, en la localidad de Usaquén. Ambas plantas son operadas por organizaciones de recicladores.
A continuación, una imagen de la planta de residuos orgánicos en Usaquén, lugar de transformación en abonos:
Para convertirlos en abono, se les agrega cal para mitigar los malos olores, y después de una semana, los residuos orgánicos se oxigenan por medio de mangueras de aire y se revuelven manualmente. En este punto, los residuos ya se han convertido en abono y se empiezan a comercializar para la recuperación de áreas forestales en Bogotá.
“El abono orgánico –afirma Orozco– sirve para enriquecer suelos con nutrientes que les permite a las plantas crecer de una mejor manera”.
En la foto, una muestra de cómo queda el abono después de su proceso de transformación:
Sin embargo, la UAESP no es la única entidad que colabora con el aprovechamiento de residuos orgánicos; lo positivo es que existen otras empresas privadas que también los recogen de grandes superficies como restaurantes y plazas de mercado.
“Estos son llevados a plantas de tratamiento afuera de la ciudad donde son transformados” dice Orozco.
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¿Cuáles son los residuos orgánicos?
“Los residuos orgánicos son restos de comida, crudos o cocinados, que se descomponen fácilmente con el ambiente”, afirma el líder de Aprovechamiento de Residuos Sólidos.
En pocas palabras, todo material que se descomponga corresponde a residuos sólidos orgánicos como, por ejemplo, desperdicios de frutas 🍎, verduras 🥦, cárnicos 🥩, líquidos biodegradables, cáscaras de huevo 🥚 y posos de café entre otros.
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¿Cuándo se podrá participar en el proyecto de gestión de residuos orgánicos?
Aunque la gestión de residuos orgánicos de la UAESP es un proyecto piloto que lleva un año, la entidad proyecta invitar a los conjuntos residenciales y demás comercios de frutas y verduras a unirse al programa de aprovechamiento en un futuro no muy lejano.
“Estamos en el proceso de adaptar y diseñar vehículos compactadores con capacidad del 400% de almacenamiento para recoger los líquidos que emanan de los residuos orgánicos, lo que es un desafío”, explica Orozco
“Este proyecto piloto nos está ayudando a determinar cuáles son las condiciones óptimas que debemos tener para poder ampliarlo en toda la ciudad”, agrega.
Otros proyectos importantes en la gestión de residuos orgánicos en Bogotá
La Alcaldía de Bogotá, a través de la UAESP, trabaja en otros proyectos de gestión de residuos orgánicos.
“Junto con la Universidad Distrital, estamos trabajando a nivel de ingeniería de detalle, con seis módulos con capacidad para 50 toneladas de residuos orgánicos, para un total de 300 toneladas diarias de capacidad para elaborar abono”, asegura Orozco.
Por otro lado, se está trabajando a pequeña escala, a través de una tecnología que se llama biodigestión, donde se podrá obtener gas y energía eléctrica de los residuos orgánicos que se generan en el Aeropuerto el Dorado, la Terminal de Transportes y una plaza de mercado en el barrio Quirigua.
Así mismo, la UAESP, en articulación con el gobierno francés, “está diseñando una unidad de biometanización a gran escala, con una capacidad de 40,000 toneladas al año para generar biometano e inyectarlo a la red de gas, alimentando así, los vehículos híbridos del sistema de transporte público como TransMilenio”, puntualiza Orozco.
