Plazas de mercado de Bogotá: un paraíso ‘foodie’

23·JUL·2019
Lugares que habían caído en el olvido hoy son destinos turísticos y gastronómicos para locales y extranjeros.
Panorámica de la entrada a la Plaza de la Perseverancia, en Bogotá.
La plaza de La Perseverancia fue una de las primeras en ser restaurada en 2017.

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Es sábado en la Plaza de Mercado de Paloquemao, en la localidad de Los Mártires. Es fácil dejarse llevar por una especie de caos organizado que se vive en el lugar: vibrantes colores emergen de todos los puestos de frutas y verduras, hombres piden a gritos permiso mientras se abren paso con bultos que los igualan en volumen, comerciantes llaman a los gritos a los compradores y mucho más.

Algunos visitantes se mueven con soltura en los estrechos pasillos, otros, por el contrario, se paralizan ante tanta información. Con los que más frecuentemente sucede es con los extranjeros, porque sí, ellos también hacen parte de ese singular ecosistema.

Cada vez es más frecuente encontrar nutridos grupos de turistas foráneos en Paloquemao. Se les ve descender de grandes buses con cámara al hombro, maravillados con una selección de frutas y verduras que generalmente desconocen, y hasta confundidos, a veces, cuando desde los puestos los llaman “sumercé”.

Esta imagen ya no sorprende a comerciantes y compradores de Paloquemao porque es una de las tantas plazas que hoy se consideran un destino turístico. No en vano las plazas de mercado de Bogotá fueron reconocidas en los Premios Latam Smart City Awards 2019, que se realizaron en Puebla, México, como la mejor para transformar la calidad de vida de los ciudadanos.

“Ahora sí les han metido mano”

A través del Instituto para la Economía Social (IPES) se ha implementado la estrategia ‘Plazas Distritales de Mercado como destino turístico, cultural y gastronómico del mundo’, que ha entregado más de 26.000 millones de pesos para el mantenimiento y adecuación de infraestructura en plazas.

"El alcalde Enrique Peñalosa sigue posicionando las plazas de mercado como sitios turísticos, gastronómicos y culturales, por eso se ha invertido en revitalización, iluminación, formación y capacitación para que la ciudadanía se apropie de estos espacios y vuelva a las plazas", señaló la directora del Instituto para la Prosperidad Social, IPES, Gladys Valero.

Una de las obras que está próxima a entregarse es la de la Plaza de La Concordia, en la localidad de La Candelaria, que tiene más de 80 años de historia. A esta se suma la Plaza de 20 de Julio, en San Cristóbal, que hace tres meses estrenó una nueva plazoleta de comidas con una inversión que asciende a $522 millones.

En la Plaza de Quirigua también hubo una inversión cercana a los $534 millones e incluyó la impermeabilización de la cubierta y el mejoramiento de la red sanitaria. En Las Ferias se destinaron cerca de $1.000 millones para cambiar el piso, modificar las redes hidrosanitarias y el sistema de iluminación, así como sustituir tejas del costado occidental.

“La plaza estaba deteriorada, pero gracias a Dios ahora sí le han metido mano. Con estos arreglos la gente volvió y notó los cambios. Además, nos hemos concientizado en atender muy bien al cliente, ya no somos 'placeros', somos comerciantes", expresó el comerciante Humberto Reina que trabaja en Las Ferias.

‘La Perse’, la pionera

La Plaza de Mercado de La Perseverancia, en la localidad de Santa Fe, fue la pionera en este proceso de renovación. Hacia finales de 2017, la alcaldía Peñalosa la entregó totalmente remodelada, luego de una inversión de $308 millones.

Hoy en día, es un llamativo espacio que se destaca por el imponente mural del artista ‘Guache’ en la entrada, en el que se mezclan mosaico y pintura. Afuera se ven 13 parasoles para disfrutar de la terraza de la plaza en los días de sol y hay 20 cupos de biciparqueaderos, entre otras comodidades.

Dos años después de que se entregara la obra, ‘La Perse’ se ha convertido en lugar de culto para bogotanos y extranjeros. Sí, esta plaza no solo la frecuentan las vecinas del sector para hacer sus compras sino los fanáticos de la buena comida típica.

En 2017, el Instituto Distrital de Turismo (IDT) reconoció el ajiaco de Luz Dary Cogollo, que se vende en esa plaza, como el mejor de Bogotá y desde entonces los comensales no han dejado de visitarla, así como a otros 40 negocios de comida.

Destinos gastronómicos

Pero esta plaza no es la única que se ha puesto de moda, el 7 de agosto también se ha posicionado como destino gastronómico, no solo por los productos que venden sino porque ha atraído restaurantes.

En 2015, llegó La Trattoria de la Plaza, una propuesta de cocina italiana que empezó bajo el modelo de catering (servicio de banquetes). Su propietario, André Tarditti, creó por accidente una nueva zona gastronómica, pues instaló unas pocas mesas para sus clientes y conforme fue incrementando la demanda logró consolidar el restaurante. Luego abrió La Tapería de la Plaza, un formato similar, pero enfocado en raciones pequeñas de inspiración mediterránea.

El restaurante Gula le siguió los pasos, a diferencia de sus antecesores se enfocaron en diversas técnicas para preparar pollo y cerdo con un sello distinto. 

Catalina Alba, socia del restaurante, reconoce que al desarrollar el concepto de Gula quisieron jugar con lo inesperado, pues en este sector donde abundan los talleres automotrices pocos imaginan que hay una propuesta gastronómica de alto nivel.

Explica que buenas razones para apostar por barrios como el 7 de agosto: “Nos dimos cuenta que en esta zona no existía una oferta diferente a almuerzos ejecutivos. Además, el precio de los arriendos es bajo para el tamaño de los espacios que ofrecen, y más si se compara con otros sectores de la ciudad”.

Además, esta ubicación tiene una clara ventaja: la proximidad con la plaza de mercado, que permite trabajar con productores locales y obtener insumos muy frescos, esto genera también trabajo alrededor. “Nuestros proveedores no solo son de frutas, verduras y proteínas, sino del menaje como platos, vasos y saleros”, subrayó Alba.

Ejemplos como Gula empiezan a emerger en distintos puntos de la ciudad, por eso no extraña que las plazas sean cada vez más visitadas. Antójate tú también con su magia y visítalas.