Por estos días la directora de Crónicas Capital, Gloria Pinilla y el equipo de periodistas y realizadores audiovisuales que la acompañan se encuentran de celebración, pues el programa, que se emite los domingos a las 8:00 de la noche en el canal capitalino, completa 100 historias al aire. Aunque la satisfacción es enorme “como si la sacáramos del estadio”, para expresarlo en palabras de Gloria, el camino no ha sido nada fácil.
Este espacio, que se encuentra nominado a los Premios TAL como parte de la estrategia En Casa, implementada por Capital para acompañar a los televidentes con contenidos de calidad en medio de la pandemia, llegó casi como un antídoto emocional a la Covid-19, pues mientras las noticias alertaban sobre el peligro del virus, Crónicas Capital en tiempos de pandemia, destacaba la capacidad de reinvención de la gente.
Fue así, como mientras la ciudadanía se protegía en sus casas, el equipo de cronistas se iba a las calles en búsqueda de historias, que permitieran mostrar las acciones que como seres humanos, como comunidad y como sociedad los capitalinos adelantaban para superar el difícil momento causado por la emergencia sanitaria. Era la ventana para observar con estoicismo, la lucha de la gente por la supervivencia.
“Como decía nuestro premio nobel, Gabriel García Márquez, ‘el periodismo es el mejor oficio del mundo’, a lo que yo agregaría que aún más, si es en la televisión pública. En la crónica, como género periodístico, se trata de ‘echar el cuento, pero bien contado’. Después de 100 historias narradas se siente el placer de tener un conocimiento mayor de cómo se vive, goza, habita y salen adelante los habitantes de una ciudad como Bogotá y su región”, asegura la directora Gloria Pinilla.
No es una exageración afirmar que Crónicas Capital, que ya se encuentra en su segunda temporada, se convierte con estas 100 historias que hoy completa, en un documento audiovisual histórico para narrar lo que fue el 2020, el año en que el mundo tuvo que aceptar su fragilidad ante un enemigo invisible, y el hombre tuvo que sacar su casta para superarlo con creatividad y valentía. Esta producción lo hace a través de las vivencias del ciudadano común, que es protagonista en cada una de estas historias.
Gloria Pinilla, directora de Crónicas Capital.
“Cada una de las cien historias que hemos contado, pasaron por el corazón del equipo. Yo tengo perfectamente registrado en la emoción y en el alma, cada personaje que tan gentilmente nos atendió para contarnos de su vida, logros y esperanzas. Pero las que de una me llegan a la mente, son aquellas que tienen que ver con la fortaleza y el carisma de los que no se dejan vencer, ya sea por una enfermedad o por una causa, como la de la Paz, por ejemplo”, agrega la directora.
En Crónicas Capital cada habitante urbano tiene un relato del que es protagonista. Esa pequeña historia es rastreada, registrada en imágenes y sonidos como un testimonio de una Bogotá y su Región, llenas de diversidad cultural y variados ejercicios de construcción de ciudadanía. Las más difíciles de documentar han sido sin duda las que tuvieron una relación directa con la Covid-19.
“Nuestro cronista Esteban Cuatindoy nos contó en una crónica el drama y la valentía de los operarios de las funerarias en su labor de recoger los fallecidos en las clínicas y su traslado a los hornos crematorios; pero también están las historias de los cirqueros que llevaron su alegría hasta los barrios, la finca donde cerca de 400 perros esperan ser adoptados, los campesinos de la Bogotá rural, el zapatero soñador que hace calzado para payasos, o las historias de sitios emblemáticos como el Pasaje Rivas y la Puerta Falsa, entre muchas”.
Todas estas crónicas, que tienen como principio editorial no caer en el amarillismo de las situaciones difíciles, o en la revictimización, están disponibles en Conexión Capital, la página web del canal, que cada semana es alimentada con nuevas historias. Allí se espera contar pronto las crónicas sobre desplazamientos a la Bogotá Región, que no se han podido concretar por las limitaciones propias de la pandemia y por el invierno que tiene las carreteras intransitables.
Los cronistas
Este equipo lo encabeza Gloria Pinilla, quien tiene una larga trayectoria como cronista, especialmente en temas relacionados con derechos humanos, arte y comunidades. Ha sido productora, realizadora y directora de espacios y proyectos investigativos, políticos, culturales y sociales, como La independencia: una historia no contada, realizado con la historiadora Diana Uribe. Fragmentos - Contra Monumento de la artista Doris Salcedo, El andariego de CM& y Mimbre: Tejido de Paz, entre otros. También hizo parte del programa GPS, dirigido por el periodista Mauricio Gómez.
En la primera temporada del programa, Gloria estuvo acompañada de los cronistas Oscar Bustos, Jhon Jairo Sanabria, Juan Ricardo Pulido y el productor Fabián Moreno, que aún continúa en el proyecto. En esta segunda temporada el grupo que la acompaña resulta bastante diverso y ella lo describe como “ante todo buenos seres humanos enamorados de su oficio”.
“Lina Botero, nuestra videógrafa, es una caleña que aparte de escribir poesía, tiene la capacidad de ver con el corazón lo que rueda en imágenes. Walter Bernal, con más de 25 años en el oficio ha hecho de la crónica uno de sus géneros escogidos. Alejandra García, la más joven del equipo, es una realizadora audiovisual detallista y estricta en su realización, que integra el lenguaje audiovisual moderno y mobile”.
También destaca a Esteban Cuatindoy, quien está desde la primera temporada. “Tiene el espíritu indígena de la comprensión de las historias a partir del ser humano que está en el centro de ésta. Es conocedor de la Bogotá rural y de su región y con gran facilidad para encontrar en las historias el diferencial para no ser olvidada”, concluye.