¡La Ciclovía es parte de ADN de ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’ con 50 años de historia! Desde hace más de 35 años, Leidy Moreno hace parte de esta tradicional cita con la bicicleta y la actividad física cada domingo y festivo. Esta bogotana asiste para endulzar las mañanas de quienes transitan por la Ciclovía ofreciendo jugos naturales de naranja. Con la misma fuerza con la que exprime la fruta para preparar su famoso jugo, Leidy ha exprimido cada oportunidad que la vida le ha dado para construir su sustento y el de su familia. Leidy, heredó de su familia esta tradición de venta de jugos de naranja de su familia, a quienes acompañaba los fines de semana y hoy esta actividad ayuda a sustentar su hogar, ella ha convertido el trabajo en su bandera y la Ciclovía en su segundo hogar.
También te puede interesar: Conoce los cinco Centros Felicidad de Bogotá y accede a sus servicios
Madrugadas en la Ciclovía que alimentan sueños
Mientras la ciudad duerme, Leidy ya está de pie a las dos de la mañana, entre el aroma de las naranjas y las primeras luces del día, comienza a preparar todo para su jornada. Desde su casa en Suba Rincón, recorre su camino hasta la 116 en el parque Córdoba , cargando no solo los insumos de su negocio, sino también la esperanza de ofrecer lo mejor.
Contenidos relacionados
“Yo me levanto a las dos de la mañana empiezo a hacer el jugo de zanahoria ese si lo llevo ya hecho el resto es el juguito de naranja natural yo manejo la tangelo me encanta desde hace muchos años le vi el rendimiento, vi que era productiva entonces siempre tengo proveedores de jugo de naranja tangelo, siempre trabajo con el mejor producto creo que ese es el feeling” indicó emotiva Leidy
Una anécdota que llena el alma
En estos años de trabajo, Leidy ha vivido momentos que la conectan con su comunidad, pero hay una experiencia que la marcó profundamente. “Primero, clientes que jugaban conmigo a los ocho años aquí vuelven, y entonces los atiendo yo, y eso, para mí, es lindo, hermoso.”
Para Leidy, esos reencuentros no solo le recuerdan sus inicios, sino también el impacto que su presencia ha tenido en la vida de tantas personas a lo largo del tiempo.
El camino no ha sido fácil, ha enfrentado madrugadas frías, largas distancias y las dificultades de mantener un negocio. Sin embargo, su determinación nunca ha flaqueado. Mientras otros la cuestionaban por no seguir una carrera profesional, ella se propuso ser la mejor en lo que hace.
“Voy a ser la mejor vendedora de jugos y salpicón de Bogotá y del mundo”, afirma con convicción, demostrando que la grandeza está en la pasión con la que se asume cada reto, por pequeño que parezca.
En este espacio,el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) también juega un papel crucial. Los permisos de operación son importantes. Todos los vendedores que tienen su módulo con los logos establecidos cuentan con un Permiso de Aprovechamiento Económico, generado de forma anual por la Subdirección de Parques del IDRD. Desde el programa Ciclovía, cada jornada se verifica el cumplimiento de requisitos como la presentación, los permisos y la limpieza, garantizando un entorno ordenado y seguro para todos los asistentes. Este tipo de controles no solo regulan el comercio, sino que también aportan al crecimiento y profesionalización de emprendedores como Leidy.
Consulta también: Escuelas Deportivas en Bogotá: oportunidades y formación para niños y niñas
Leidy no solo es una vendedora de jugo; es un símbolo de esfuerzo, constancia y amor por lo que hace. Su historia resuena en cada esquina de la ciclovía, inspirando a quienes la escuchan y así, entre naranjas, sonrisas y sueños, Lady Moreno sigue dejando una huella imborrable en ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’ y en el corazón de quienes tienen la fortuna de conocerla.
