Reina Nal. de la chicha es bogotana y tiene su imperio en el Chorro de Quevedo

15·MAYO·2022
Ángela Alarcón ostenta el título de reina nacional de la chicha logrado en el Festival Nacional de la Chicha, la Vida y la Dicha de la Perseverancia.
Ángela Alarcón, la reina nacional de la chicha está en La CandelariaFoto: Archivo personal
Ángela Alarcón ha sido coronada 3 veces en el Festival Nacional de la Chicha, la Vida y la Dicha.

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La Candelaria tiene la reina nacional e internacional de la chicha. En esta localidad del centro oriente de Bogotá vive y trabaja Ángela Alarcón, quien hoy ostenta ese título logrado en el último Festival Nacional de la Chicha, la Vida y la Dicha de la Perseverancia, establecido por el Concejo de Bogotá en 2004.

“Ángela es un símbolo de nuestra comunidad y es un ícono de la producción de la chicha. Hay otros, pero ella resignifica esos valores de la producción de la chicha que es de buena calidad y que también es una expresión de la cultura nuestra”, afirma Óscar Gutiérrez, consejero local de arte, cultura y patrimonio y representante de la Asociación Candelaria Vida Mía, que busca preservar el patrimonio de la localidad.

"Allí hay escuelas, grupos organizados de mujeres que producen la chicha y que le dan ese valor real, histórico con su presentación, su calidad y la gente la busca", agrega.

Aquí, un video en YouTube del Instituto Distrital de Patrimonio Cultural, IDPC, con las Voces del Patrimonio en La Candelaria

Y es que la chicha, su elaboración y consumo, están ligados a la historia de Bogotá y de la región Andina, desde antes de la fundación de la ciudad, en 1538, gracias a que esta bebida de maíz se convirtió en ancestral porque los indígenas muiscas la incorporaron a su dieta y a sus ritos, en un consumo que ha sobrevivido hasta el presente.  

Ángela heredó de sus ancestros la cultura de la chicha

Una de las herederas de esa tradición fue la bisabuela de Ángela Alarcón, quien montó una chichería, ‘El Resbalón’, en la Florida, Cundinamarca. De ahí, la mamá de Ángela tomó el testimonio o la totuma y siguió extendiendo el legado, ya en el Chorro de Quevedo, en Bogotá, donde hizo célebre el sabor de sus productos y en 1988 se convirtió en la primera reina nacional de la chicha.

En seguida, una foto de 'Doña Leo', la mamá de la reina nacional de la chicha. 

Doña Leo
'Doña Leo' fue la primera reina nacional de la chicha. Foto: Archivo personal

“A mí me encantó el tema, todo el tiempo la acompañé a ella, aprendiendo la labor con el maíz y aprendí a preparar la chicha en 1988. Fue algo muy espectacular para mí, una experiencia divina; tanto que cuando mi madre decidió no seguir trabajando el festival por temas de salud, acordamos que yo me presentaba: yo preparé la chicha, solita, y pues afortunadamente me gané mi primera corona”, recuerda la reina.

Ángela mantuvo en su negocio el nombre ‘La chicha de doña Leo’ porque, “Yo ese arte, esa ‘conocencia’ del producto, lo adquirí de mi madre”.

También ha sido reina internacional 

En 2009, ganó el primer reinado internacional de la chicha en el que recuerda que hubo delegadas de países como Bolivia y Perú, con una gran tradición ‘chichera’.

A continuación, una fotografía de la reina de la chicha en uno de los festivales en el centro oriente de Bogotá.

Reoina y rey de la chicha
La reina de la chicha es un atractivo en todos los festivales. Foto: Archivo personal.

Pero, ¿cuál es el secreto para hacer una buena chicha?

-“Siempre tener una buena elaboración, sin dejarla pasar de tiempo porque la gente cree que dicen chicha y de una vez piensan en borrachera”, responde sin ningún asomo de misterio para revelar su fórmula ganadora, que se ajusta a las normas sanitarias que regulan la producción de alimentos y bebidas.

Y ante las críticas que hablan de que la chicha es simplemente una bebida alcohólica, ella argumenta con contundencia: “La chicha es otra cosa; es para alimentar el cuerpo, pero además es para un tema de ‘sanación’, porque realmente la de maracuyá sirve para el tema de la tensión; la de los frutos rojos, también para curar el colon; el chontaduro, sirve para la mente, la concentración, y la fuerza del cuerpo”. Una oferta muy variada en la que no puede faltar la tradicional de los 7 granos.

Un mes se necesita para hacer una buena chicha

Hacer una buena chicha, según la reina, requiere mínimo de un mes, desde que se empieza a tratar el maíz porva que es traído desde Saboyá, Boyacá: 7 días iniciales, desde que se parte el maíz y se remoja en la miel, para luego envolverlo en hojas de chisga y pacaya, e iniciar la maduración; a los 14 días se cocina, luego se deja enfriar y se deja otra vez madurando hasta el día 21; el día 21 se hace la mezcla y se pone a fermentar hasta el día 30. “Se cuela, se prueba, se mira que ya esté buena de dulce pa´l paladar y a jartar chicha. ¡carajo!”, dice y suelta una generosa carcajada.

“Es un proceso interesante con productores ancestrales que vienen de familia, que tienen calidad en su producción y tienen el discurso y la memoria oral de sus ancestros. Además, hay unos ritos que hacen parte de esa cultura y que están amenazados por factores de tipo comercial que deterioran el nombre de la chicha”, sostiene el consejero local, Óscar Gutiérrez. “Es un símbolo para el turismo que busca la producción de la chicha en el Chorro de Quevedo y sus alrededores”.

El Chorro de Quevedo ha sido un lugar icónico de la ciudad

Justamente allí, en la esquina de la carrera 2ª. con calle 12C, donde está el Chorro de Quevedo, -llamado así porque un sacerdote agustiniano de apellido Quevedo, en 1832, instaló una fuente en el centro de la plaza para abastecer de agua a las viviendas vecinas al sector- Ángela Alarcón busca extender su reinado gracias a sus tres hijos que desde pequeños la han acompañado en este proceso de producción y comercialización de la chicha.

“En el último festival, ya fueron reconocido como portadores de la tradición en 5ª generación. Mis hijos se aterran de que cuando estamos en el puesto aún nos llega clientela desde cuando ellos eran niños”, cuenta.

A continuación, una foto de la reina de la chicha acompañada de sus hijos.

Reina de la chicha e hijos
Diana Marcela, Diego Alejandro y Julián David, son los encargados de extender el reinado de la chicha de Ángela Alarcón. Foto: Archivo personal.

Después de 2 años de un reinado extendido por la pandemia del COVID-19, con 50 años, la reina de la chicha; también galardonada en la Fiesta de Reyes Magos y Epifanía del barrio Egipto, ya pronto tendrá que entregar su corona, si es que no vuelve a ganar.

La siguiente es una fotografía del momento de la elección como reina nacional de la chicha de Ángela Alarcón.

Elección de la reina
Ángela Alarcón ha sido elegida reina de la chicha en festivales nacionales e internacionales. Foto: Archivo personal

Igual, seguirá deleitando el paladar de los residentes del sector y de todos aquellos visitantes que la buscan para saborear la chicha, una bebida convertida en patrimonio cultural de los bogotanos y fuente de recursos para muchas familias. “La situación nos tiene como el ave Fénix, renaciendo, porque nos toca recuperar nuestra fuente de ingreso”, dice y termina: “La gente se puede tomar su chichita y no le va a hacer ningún daño. Es deliciosa”.

A continuación, un video de YouTube con la invitación de Ángela Alarcón a participar en una de las versiones del Festival de la Chicha, la Vida y la Dicha.