‘La chica de Ipanema’ –la legendaria canción de bossa nova de Jobin y Moraes- nació en las playas brasileñas de Río de Janeiro en 1962. Casi 40 años después, caminando sobre esas arenas blancas, el ex tenista belga Filip Eyckmans, también tuvo una inspiración y creó el bossaball: un deporte que combina el voleibol, el fútbol, la gimnasia y la música.
Esta vistosa disciplina deportiva se convirtió en una de las máximas atracciones del Festival de Verano 2022, con una exhibición entre las selecciones de Colombia y Bogotá, organizada por el Instituto Distrital de Recreación y Deporte, que cautivo a cientos, miles de asistentes al parque El Tunal, al sur de la ciudad.
“Es demasiado llamativo el deporte. Imagínate todos subidos en un saltarín, disfrutando con música en vivo, con la malla tan alta y poder ver las piruetas que hacían los deportistas de las selecciones fue muy entretenido para todas las personas que lo sintieron como volver a ser niños otra vez”, cuenta Sofía Sánchez, integrante de la selección Bogotá.
Contenidos relacionados
Aquí una foto que detalla la dimensión de los saltos que pueden dar los practicantes del bossaball.
Ver el dispositivo instalado, es ya toda una sensación, pues es una especie de colchón gigante inflable, de 22 metros de largo por 18 metros de ancho; la altura que alcanza la malla es de 3 metros y 47 centímetros por lo que hay dos camas elásticas en la mitad y así la persona que hace el remate se puede elevar para hacerlo con la mano o con el pie.
“Yo nunca había jugado fútbol y me arriesgué a bajarme del saltarín y de repente, por suerte, no sé, logré pasar el balón al otro lado de la cancha haciendo chilena”, cuenta orgullosa Sofía, quien practica voleibol desde los 10 años y hace un año empezó en el bossaball, que se juega con cuatro personas por cada equipo y debe tener una mujer, si el equipo es masculino, y un hombre si el equipo es femenino.
Mira una fotografía que muestra la espectacularidad del bossaball.
El bossaball tiene una forma diferente de puntuar
Si bien es muy similar al voleibol, -con tres sets y si hay empate se juega un quinto- los puntos van hasta 21, la puntuación cambia de acuerdo con la técnica utilizada: si se usa la del pie, de fútbol, de soccer, da más puntos: entre 3 y 5; si es con voleibol, da de 1 a 3 puntos y también depende de la zona en la que caiga el balón: dentro dela cama elástica más puntuación porque es más difícil y si cae fuera de la cama también suma 1 punto.
“Buscamos que haya inclusión, que los equipos sean mixtos y no importa la estatura porque el trampolín hace su trabajo para llevarlo a uno a la altura de 3.47 y poder rematar”, aclara Juan Carlos Rincón uno de los pioneros, quien asegura que este deporte también promueve la integración familiar.
A continuación, una foto de la integración familiar que se vivió con el bossaball en el parque El Tunal durante el Festival de Verano 2022.
“En el parque El Tunal, gustó mucho por lo diferente, pues no dividimos al papá en un grupo y a la mamá en otro. Subió la familia completa e hizo la actividad. Entonces para un niño, tener a su papá con el balón en la superficie inflable; que se resbaló, que cayó o que se levantó, produjo risas y se generó toda esa comunicación que a veces no tiene la familia, entonces ahí se integran”, sostiene Juan Carlos.
En el dispositivo se pudo ver a niños desde los 7 años hasta abuelitas de 60 y 70 años, quienes, aprovechando el sol veraniego que acompañó la tarde, se divirtieron y vivieron una experiencia inédita para todos los asistentes.
Actividades del Festival de Verano como el bossaball contribuyen con el bienestar
Para Blanca Durán, directora del IDRD, esta y otras actividades contribuyen con el bienestar de los residentes y visitantes, gracias a un festival que ya es una tradición bogotana: “Después de dos años, regresó el Festival de Verano a Bogotá, esta vez descentralizado y con más de 60 eventos gratuitos para la ciudadanía. Estamos felices con los resultados y esperamos una participación masiva en las actividades que están programadas para el festivo. ¡No se las pierdan!”.
Lee el tuit sobre la gran acogida que tuvo la exhibición de bossaball en El Tunal en el marco del Festival de Verano 2022.
✨️🏐🦘 Cuando algo te gusta repites, y eso sucedió en el #Bossaball del Festival de Verano, una nueva tendencia deportiva que cautivó a grandes y chicos. #Vuélate al Festival, aún nos quedan 7 días de pura diversión. pic.twitter.com/FZQvfomCpo
— 🟨🟥Recreación y Deporte (@IDRD) August 8, 2022
Además de ser una fuente de recreación y esparcimiento para toda la familia, el bossaball también es un medio para brindar ayuda a personas en condición de discapacidad, como fue el caso de un joven en silla de ruedas que se acercó por curiosidad y terminó participando en la actividad.
“Súper chévere para trabajar con este tipo de población. Definitivamente sí es para todos, -sostiene Sofía y agrega-. Para que nos arriesguemos a probar cosas diferentes, Muchas veces uno no tiene conciencia total de su cuerpo y este deporte lo hace a uno retarse todo el tiempo”.
En seguida, la foto de Sofía Sánchez, practicante del bossaball en Bogotá.
Bossaball con champeta y otros ritmos colombianos
A pesar de que, como su nombre lo indica, esta disciplina nació con el bossa nova -una mezcla de jazz y de samba-, en Colombia el bossaball se juega más al son de los ritmos del Caribe o el Pacífico, así como la champeta, y algo de música electrónica o música urbana.
“Para mí, el bossaball significa alegría, entusiasmo, innovación; es una experiencia nueva en mi vida, y a lo largo de 8 años que llevo practicándolo siempre aprendo algo más. Es un deporte que te facilita las relaciones interpersonales, es muy incluyente y te va a brindar alegría, nuevas emociones y amigos”, dice Nicolás Forero, integrante de la selección Colombia que estuvo en 2016 en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, gracias a que el voleibol playa adoptó al bossaball como un deporte de acompañamiento.
Según Nicolás, esta disciplina es un gran soporte para los jóvenes, para los adolescentes, a los que tratan de desviar los contextos de violencia, de las pandillas, de muchas cosas que afectan sus vidas. “Nosotros trascendemos eso porque este es un deporte para que las personas puedan tener unos hábitos saludables y sobre todo tratar de evitar ese tipo de cosas negativas en su vida”.
En Bogotá el bossaball fue empleado para promover la actividad física y la paz
En el 2015, la Alcaldía de Bogotá, ya había usado esta práctica deportiva como parte de la estrategia TEC, Tiempo Escolar Complementario, para mejorar la calidad de la educación a partir de la actividad física.
También en Bogotá, en 2019, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito en Colombia (UNODC) implementó el bossaball como una iniciativa para prevenir la criminalidad en jóvenes mediante la iniciativa “Line Up, Live Up” que promociona el deporte como herramienta para la paz.
Este es el bossaball, un deporte muy completo que, además, promueve la integración familiar, social y la inclusión de todas las personas, pues como dicen sus pioneros en el país lo puede practicar cualquier persona, “desde los 0 hasta los 100 años porque no tiene ninguna restricción y les deja esa energía tan linda con la que bajan cuando terminan esa experiencia totalmente nueva para la vida de ellos”.