“No debemos tener miedo de cuestionarnos,
de hecho hasta los planetas chocan,
y del caos suelen nacer la mayoría de las estrellas."
–Charles Chaplin
Esta estrofa, la última del poema de ‘Cuando me amé de verdad’ del genio del cine mundial, Charles Chaplin, es una de las predilectas de Felipe Olarte Carvajal, un joven beneficiario de la estrategia RETO y del Programa de Servicio Social Parceros por Bogotá que ha beneficiado a 12.617 jóvenes, vinculándolos en las diferentes ofertas y servicios de la Subdirección para la Juventud.
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Felipe es un aficionado al arte y a la lectura, en particular de las biografías de los hombres ilustres de la humanidad, que le han servido para iluminar su camino y seguir adelante, pese a las adversidades en las que ha estado envuelta su vida desde muy pequeño.
Albert Einstein, Charles Chaplin y Jaime Garzón son sus preferidos
“Me llaman mucho la atención los temas sociales, la opinión que tiene cada uno sobre el aspecto social, todo lo de superación personal, ese es un tipo de inspiración y pues, los admiro; más a Albert Einstein, Chaplin y Jaime Garzón”, y agrega que, por ejemplo, “Einstein nunca se dio por vencido, rompió sus propios límites y buscó hacer lo correcto, no para la sociedad sino para él, así lo juzgaran”.
A continuación, un rostro de Jaime Garzón dibujado por Felipe Olarte.
Este joven ´nerd ‘−estudioso− nació en Bogotá hace 19 años, pero por el abandono de su padre, la situación económica en casa se deterioró y − al lado de su mamá y sus 2 hermanas− empezó un peregrinaje que lo llevó a distintas partes del centro del país. “Mi papá es de Santander, pero se fue cuando yo era pequeño. Mi familia ha sido de mucho trasteo: pasamos de un lugar a otro, de un barrio otro; luego a Boyacá, Villavicencio, de nuevo a Bogotá, Boyacá otra vez y finalmente Bogotá”, dice.
En seguida, una foto de Felipe acompañado por su familia.
Lo inspiró un libro de Daniel Samper Pizano
En una de esas estadías en Boyacá, en la biblioteca de Santa Rosa de Viterbo, de la que dice no salía, pasó de escuchar los libros religiosos −que siempre le había leído su mamá− a la lectura de reconocidos autores colombianos. “Fue inconscientemente que cogí el primer libro, ‘Breve historia de este puto mundo’ de Daniel Samper Pizano, y ahí ya como que me llamó más la atención la lectura”, responde a la pregunta de ¿cómo se aficionó con los libros?
‘Doctor sueño’ y ‘La cúpula’ son dos de los betsellers del escritor norteamericano Stephen King, que Felipe está leyendo por estos días en ese afán que lo impulsa a conocer un nuevo mundo a través de la lectura.
“Siempre, desde pequeño −como desde los 3 años−, le gustaba leer, dibujar; siempre, siempre. Cuando vivíamos en Boyacá ocupó el segundo puesto en un concurso de ortografía a nivel departamental”, cuenta su mamá, Carolina Carvajal, una lideresa social en Bosa que le ha inculcado, entre otros valores, la disciplina: “He sido muy exigente, de esas mamás como antiguas, eso ya no se ve”.
Descubrió el puntillismo y se aficionó con el dibujo
Como dibujante, Felipe se inclinó por el puntillismo, una técnica artística que consiste en pintar una obra con el uso de puntos diminutos y que descubrió –también en Santa Rosa de Viterbo– gracias al ‘profe’ Hugo Pinzón quien le pidió estudiar algunas tendencias del arte como el cubismo, el romanticismo y el oscurantismo. “Es pintar cualquier cosa con una cantidad máxima de detalle, con solo puntos. Algo muy chévere”, sostiene el joven ‘parcero’ que también pinta al carboncillo y tiene entre sus obras preferidas, un retrato de Jaime Garzón, otro de los personajes que está en su lista de admirables.
A continuación, una fotografía de un dibujo de Felipe Olarte hecho con la técnica del puntillismo.
Esa experiencia y conocimientos que ha ido puliendo de forma autodidacta, mirando videos y otros recursos digitales, los empezó a compartir en el Centro Día Tierra de Saberes, a donde llegó a enseñar a los adultos mayores como beneficiario de la estrategia RETO y los Parceros por Bogotá.
“Esta iniciativa busca generar oportunidades de empleabilidad para jóvenes con diferentes tipos de realidades, por lo tanto, desde la Subdirección para la Vejez y el Centro Día Tierra de Saberes, contamos con 7 jóvenes vinculados al programa RETO, donde en el caso de Felipe, nos acompaña tres días y nos ayuda en las clases de arte para las personas mayores, además, nos apoya en algunas labores administrativas”, afirmó Andrés Felipe Suárez, responsable del servicio Centro Día Tierra de Saberes.
Felipe es beneficiario de 'Parceros por Bogotá'
Felipe no solo recibe la gratitud de sus alumnos de edad avanzada, que no esperaban que alguien tan joven les pudiera enseñar algo, lo que para él es todo un honor; el Distrito también le entrega 500 mil pesos mensuales que utiliza para sus transportes y para ayudar en la casa con el pago de los servicios públicos.
“En serio, ¡Muchas gracias! Las cosas han cambiado mucho desde que ellos llegaron a mi vida. Se abrieron muchas puertas cuando parecían cerradas, porque digamos ahorita, el dibujo es muy bueno para mí”, dice al agradecer el apoyo que le brinda la Secretaría Distrital de Integración Social.
El programa Parceros por Bogotá continúa vinculando a las y los jóvenes de la ciudad a los servicios sociales con formación en temas de enfoque de derechos, inclusión e identidad; fomentando oportunidades productivas, políticas, educativas y artísticas.
A junio del 2022 se habían hecho 5.340 transferencias monetarias a los jóvenes de las localidades de Suba, Usaquén, Kennedy, Bosa, San Cristóbal, Rafael Uribe Uribe, Ciudad Bolívar y Usme, cubriendo el 103 % del total de la meta.
La inversión total del programa Parceros por Bogotá supera los 24 mil millones de pesos, recursos que comprenden el valor de las transferencias monetarias condicionadas, costos operativos, logísticos y talento humano contratado para las capacitaciones.
Quiere ser profesor de artes
Felipe acaba de terminar su bachillerato y ahora sueña con estudiar diseño gráfico para mejorar su técnica de dibujo y licenciatura en artes para ser profesor, porque en su esencia está el servir a los demás, compartir sus conocimientos y fomentar la resiliencia, esa capacidad para adaptarse y superar las dificultades.
“Porque por más rodeado que esté de gente, uno se siente solo; se le viene todo el peso del mundo encima, pero como mi mamá decía: ‘Uno no puede esperar mucho de los demás sin antes amarse a sí mismo’. Así que la cosa va es en uno, uno no puede esperar a que los demás hagan las cosas sin uno intentar hacerlas primero”, asegura el joven artista.
Cuando me amé de verdad,
dejé de desear que mi vida fuera diferente,
y comencé a aceptar todo lo que acontece,
y que contribuye a mi crecimiento.
Hoy eso se llama… Madurez
−Charles Chaplin
