Como una rareza, pero al mismo tiempo, como un regalo de la naturaleza calificaron los científicos del Jardín Botánico de Bogotá el florecimiento en las últimas horas de la planta de yagé, ubicada en el Tropicario Distrital.
Desde 2020, en medio de la pandemia, especialistas en colecciones del Jardín Botánico José Celestino Mutis emprendieron el proceso de propagación ex situ (fuera de su ambiente natural) de esta planta que crece en ecosistemas tropicales, acondicionándola en el domo del bosque húmedo Amazonas - Chocó, donde se ha ido adaptando en condiciones satisfactorias creciendo hasta alcanzar los 24 m de altura.
En las últimas horas y por primera vez en los dos años de seguimiento y monitoreo que realizan los expertos, observaron el florecimiento de pequeñas y delicadas flores rosadas, cada una de entre 4 y 5 centímetros, lo cual representa para los especialistas un hecho poco frecuente si se tiene en cuenta que este invernadero se encuentra en una ciudad a 2.600 metros sobre el nivel del mar.
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En la foto a continuación, la planta de yagé que floreció en el Jardín Botánico:
El yagé, una planta milenaria
Esta planta llamada yagé, Ayahuasca o Caapi entre otros nombres dados por comunidades de la Cuenca Amazonia, e incluso Pildé en el Pacífico colombiano, es la base más importante de la bebida conocida por el mismo nombre yque en términos espirituales ha sido denominada “El bejuco del alma”.
Su importancia cultural radica en el uso que los payés o médicos tradicionales de diferentes pueblos indígenas han desarrollado durante siglos. Su comunión con un mundo espiritual es dirigida por estos sabedores observando prácticas rituales, conectando la selva, el jaguar y la anaconda por medio de cantos y secretos que durante generaciones han guardado.
En el mundo occidental es considerada un alucinógeno, un medio directo de comunicarse con sus más profundas tradiciones y saberes.
La flor del yagé es hermafrodita, es decir que en sí misma contiene los órganos masculinos (estambres) y los femeninos (pistilos). No obstante, no es de ella de la cual se extraen las preparaciones para los rituales sagrados, pues para realizar estas, se requieren grandes cantidades de los tallos de la liana o enredadera, extraídos del corazón de la selva, con una taxonomía de variedades que solo se pueden identificar por medio de su ingestión, y así saber si es Yagé tigre, Yagé Danta u otras variedades que conocen estos pueblos.
El Jardín Botánico como centro de investigación
Conviene recordar que el Jardín Botánico de Bogotá es un centro de investigación científica que se encarga de la conservación y propagación de la flora altoandina y de páramo.
Desde 2020 fue abierto al público el nuevo Tropicario Distrital que alberga 98 familias, 313 géneros y 460 especies representativas de todos los ecosistemas, constituyéndose así en un pedazo de Colombia en el corazón de Bogotá.
Todas las especies vegetales que se tienen en la actualidad son el resultado de un importante proceso y esfuerzo que abarca desde su consecución, a través de expediciones botánicas a diferentes regiones geográficas del país, hasta intercambios y donaciones, que han permitido consolidar la exhibición de plantas vivas que se tienen en la actualidad