El concejal del Partido Alianza Verde, Andrés Onzaga, en meses pasados radicó Proyecto de Acuerdo con el cual se restringe la compra y utilización de materiales de un solo uso en todas las entidades del Distrito Capital, con el propósito de reducir el negativo impacto de los elementos plásticos en el medio ambiente, la salud y la economía el cual se debatió el 19 de noviembre en la comisión primera permanente del Plan de Desarrollo y Ordenamiento Territorial.
Ell concejal Onzaga fue el primer Edil en lograr la restricción del uso de vasos, pitillos, platos, cubiertos y mezcladores desechables en la localidad de Puente Aranda y su Junta Administradora Local -JAL-, logrando con ello una reducción de las cifras de consumo de plástico en Colombia, calculadas por la ONG Greenpeace en 1.250.000 toneladas al año.
Dicho Acuerdo aprobado durante su periodo como edil motivó otros proyectos de acuerdos locales presentados y aprobados como el presentado en la localidad de Fontibón.
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En promedio, si una entidad del Distrito cuenta con 150 funcionarios que utilizan materiales plásticos en un solo día, en un año serán utilizados 40.000 elementos, que entrarán a engrosar estas alarmantes cifras de consumo de plástico en el país.
"En Bogotá, estudios de Greenpaeace y la Universidad de Los Andes, nos muestran que en la ciudad se desechan cada 24 horas 6.300 toneladas de residuos, en donde cerca del 60% son plásticos. Necesitamos comprometer a las entidades, a nuestros servidores públicos y a la comunidad en general en la utilización de elementos biodegradables, biocompostables y en general, todos aquellos que sean amigables con el medio ambiente", señaló el concejal.
La tardía y casi imposible degradación de estos elementos conlleva a que terminen en zonas que no están dispuestas para su destinación final, ocasionando contaminación del agua y del suelo. Según PNUMA cerca de 12.000 millones de toneladas de plástico llegarán al océano y el 99% de las aves marinas lo habrán ingerido en algún momento.
En materia de salud, los plásticos de un solo uso nos exponen a los contaminantes que se acumulan en las cadenas alimenticias, ampliando la posibilidad de que estos residuos lleguen al cuerpo humano. Según el estudio “Plástico y Salud. El coste de un planeta de plástico”, ante la ausencia de procesos que permitan reciclarlos, las partículas de micro-plástico, una vez ingeridas o inhaladas, pueden generar enfermedades autoinmunes, cardiovasculares y cáncer.
Los impactos económicos también son preocupantes. Cada año los plásticos de un solo uso causan pérdidas millonarias en las industrias de pesca, turismo y transporte marítimo.
La Organización de Naciones Unidas señala la dificultad de reciclar esta clase de plásticos en plantas locales, razón por la cual su transporte hasta plantas centralizadas de plástico tiene altos costos económicos.
Ante este gran reto, el Proyecto de Acuerdo incluye los siguientes elementos como objeto de regulación y utilización del mismo:
- Platos, bandejas, cuchillos, tenedores, cucharas y vasos de plástico y/o de poliestireno.
- Envases y recipientes de plástico y/o poliestireno para contener o llevar alimentos de consumo inmediato.
- Mezcladores y pitillos de plásticos y/o poliestireno para bebidas.
- Bolsas de plástico y/o poliestireno utilizadas para embalar, cargar o transportar paquetes y mercancías.
- Bolsas y rollos de película extensible para el empaque de alimentos a granel.Bombas de inflar y soportes plásticos de las mismas.
"Las nefastas consecuencias para el medio ambiente y para la calidad de vida de los habitantes de Bogotá, nos motiva a impulsar iniciativas como esta, que se suman a los esfuerzos que realizan los recicladores urbanos que consiguen reciclar 46.000.000 bolsas al mes y recuperar cientos de elementos que pueden utilizarse", añadió Onzaga.
Uno de los efectos presentados con ocasión a la pandemia es precisamente la producción de desechos de plásticos de un solo uso que por un mal manejo de los residuos terminan en los cuerpos de agua y posteriormente convirtiéndose en las islas de plásticos que afectan nuestras costas.
Por tanto, este proyecto está encaminado a, desde la capital, aportar a la descontaminación no solo nacional sino unirse a las modificaciones y esfuerzos pertinentes que adelantan países como Canadá y algunos pertenecientes a la Unión Europeas.
Aunado a estos esfuerzos, cursa en el Congreso un proyecto de Ley que pretende regular la fabricación, comercialización y distribución de este tipo de elementos, que se suma al compromiso de Colombia, en la IV Asamblea de la Organización de Naciones Unidas para el Medio Ambiente en Nairobi, de reducir de manera exponencial los plásticos de un solo uso para el año 2030.