Por: Andrés Martínez
Con ocasión de la reciente implementación del esquema de Zonas de Ultra Bajas Emisiones (Ulez, por sus siglas en inglés), en todos los distritos de la ciudad de Londres, Inglaterra, la revista política y cultural británica The New Statesman realizó una entrevista a la alcaldesa Claudia López, en la que se aborda la estrategia bogotana de Zonas Urbanas por un Mejor Aire (ZUMA). Esta estrategia tiene como objetivo implementar acciones para reducir las emisiones y la concentración de contaminantes en sectores críticos de la ciudad.
En la nota titulada: "No hay una receta única": Alcaldesa de Bogotá sobre su zona de bajas emisiones, destaca la inclusión de Bogotá en el grupo de ciudades a nivel global que vienen implementando este tipo de estrategias, “Londres no es la única ciudad importante que está invirtiendo en esquemas que cobran a los conductores de vehículos contaminantes. Madrid, Milán, Oslo, Estocolmo, Atenas, Pekín y la Ciudad de México tienen equivalentes a la zona de bajas emisiones de Londres. Bogotá, la capital de Colombia, es la última en seguir el ejemplo”.
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De acuerdo con la publicación, la estrategia ZUMA incluye un sistema de etiquetado ambiental de vehículos para clasificarlos según sus niveles de emisión. A diferencia de la estrategia londinense, que se ha implementado en toda la ciudad. En Bogotá se llevará a cabo mediante un enfoque más personalizado dirigido a áreas específicas. "En algunas áreas se bloqueará el acceso a todos los vehículos contaminantes, en otras se permitirá el acceso a vehículos de carga que formen parte de un programa autorregulado, y en otras se restringirá el acceso por tipo de vehículo o según horarios", destaca New Statesman.
Frente a la implementación de esta estrategia, la Alcaldesa de Bogotá habló de la resistencia que pueden generar este tipo de estrategias y de la importancia de cambios de hábitos profundos para lograr el bienestar común. “Cambiar nuestros hábitos es una prioridad para que la especie humana pueda sobrevivir y prosperar. Como gobiernos, debemos pensar en el bien común. Aunque estas medidas sean restrictivas, definitivamente mejorarán la calidad del aire y las emisiones de gases de efecto invernadero, priorizando el bienestar general por encima de la comodidad individual", destacó la mandataria capitalina.
Durante la entrevista, la Alcaldesa también expuso la estrategia integral de Bogotá para mejorar la calidad del aire, que va más allá de las restricciones vehiculares. "Las áreas de la ciudad se evalúan en función de la calidad del aire y la necesidad socioeconómica, dando prioridad a las áreas más empobrecidas y contaminadas. Luego, se implementan intervenciones específicas para cada área, como la mejora de vías, la creación de más espacios para peatones y bicicletas, el aumento de áreas verdes y la implementación de programas de educación ambiental. La restricción de vehículos de alta emisión es la última pieza del rompecabezas".
La Alcaldesa también habló de la importancia el Grupo de Liderazgo Climático - C40, presidido a nivel global por el alcalde de Londres, Sadiq Khan, y a nivel regional por los alcaldes de Bogotá y Buenos Aires. “La participación en estos espacios nos permite compartir las mejores prácticas, la cooperación global en el cambio climático, la acción colectiva y la corresponsabilidad".
Para concluir la entrevista, la Alcaldesa enfatizó que no existe un enfoque único para implementar este tipo de modelos. "Estos esquemas deben adaptarse a las condiciones territoriales de cada ciudad en la que se contempla su implementación, y no deben replicarse como una receta única".
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