Comenzó la última fase de la restauración y conservación de la fachada del Edificio Liévano y el Palacio Municipal que tardará tres semanas, en total se han invertido $1.102 millones en estas labores.
El proceso de conservación y restauración, donde funciona la sede de la Alcaldía de Bogotá, inició en octubre del 2018 tras el convenio suscrito entre las Secretarias General, de Gobierno, Jurídica y el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC),.
Como primera medida se realizaron las actividades preliminares necesarias para el desarrollo de la obra, entre otras la liberación de pañetes desprendidos y el desmonte de las piezas en piedra arenisca que se encontraban en mal estado.
Luego se procedió a la limpieza y desinfección de las fachadas en su totalidad, incluyendo la eliminación de rayones vandálicos. Esta actividad se realizó con hidrolavadora a baja presión.
De igual forma, se adelantaron trabajos de rehabilitación de juntas, resane de grietas y piedra, mantenimiento de estructuras metálicas e integración de elementos de protección, con el fin de garantizar el buen estado de las fachadas. Para finalizar, se llevaron a cabo las obras de mantenimiento en los elementos ornamentales.
Para la última fase, el IDPC a través del programa ‘El patrimonio se luce’, serán los encargados a partir del 20 de agosto y durante tres semanas de realizar el enlucimiento del Edificio Liévano y del Palacio Municipal.
Las acciones de enlucimiento se basan en la recuperación del color de estas fachadas de acuerdo con su tipología arquitectónica y constructiva.
Esto se realizará por medio de la aplicación de pintura a la cal, técnica original correspondiente a la práctica empleada en los inmuebles de la época.
El Palacio Liévano y su historia
El costado occidental de la entonces Plaza Mayor de Bogotá fue ocupado a finales de la Colonia por seis edificaciones destinadas a la administración del poder político de Santafé y del virreinato de la Nueva Granada.
Entre ellas, dos casas reservadas para los virreyes, dos casas destinadas para el cabildo, una para los alcaldes y otra para la cárcel.
Las casas ubicadas en este costado fueron afectadas por el sismo de 1827 y entraron en deterioro, lo cual llevó a su demolición en 1848 para la construcción de las Galerías Arrubla, una edificación con locales comerciales en los dos primeros pisos y una tercera planta para oficinas.
Las Galerías Arrubla fueron construidas por los hermanos Manuel Antonio y Juan Manuel Arrubla, importantes comerciantes y constructores. Entre 1846 y 1848, se convirtió en el primer edificio con vocación edilicia comercial de la ciudad.
En 1894 funcionaban allí el salón del Concejo, la Alcaldía, la Personería, la Tesorería del Municipio, los Juzgados del Distrito y la Compañía de Teléfonos.
Entre el 20 y 21 de mayo de 1900, el edificio sufrió un incendio que lo destruyó prácticamente en su totalidad, entre otros se perdió buena parte del archivo de la municipalidad, donde aparentemente estaba el original del Acta de la Junta de 1810 y documentación de la ciudad desde 1539 hasta 1900.
Por medio del Acuerdo 18 de 1902 se ordenó la construcción de un nuevo Palacio Municipal, que se dio entre 1902 y 1910. Para su construcción la municipalidad adquirió los derechos sobre varios locales privados y concilió con el ingeniero Indalecio Liévano para construir un edificio uniforme sobre la plaza.
Los planos para el nuevo Palacio fueron encomendados por Liévano al ingeniero Gaston Lelarge. Las obras se concluyeron a mediados de 1910, el 17 de julio fue inaugurado en el marco de la celebración del primer centenario de la Independencia.
En 1969 el arquitecto Carlos Martínez Sanabria llevó a cabo una remodelación del edificio en la cual propuso construir una circulación cubierta porticada y sacar los locales comerciales para generar un espacio de circulación peatonal cubierto. Durante este proceso el Palacio perdió su vocación comercial y pasó totalmente a manos del Gobierno Distrital.
Sobre el Palacio Municipal
Sobre la Calle 10, y adosado al Palacio Liévano, se encuentra el Palacio Municipal, construido hacia 1902, en el antiguo lote donde funcionaba la cárcel del divorcio, y culminado hacia 1905. Su diseño es de Alejandro Manrique y la realización fue obra del arquitecto y concejal Julián Lombana quien dirigió gratuitamente los trabajos de construcción.
El edificio se organiza alrededor de un patio central y una fachada de tres cuerpos flanqueada por pilastras y un frontón triangular rematado por un ave.
En el último nivel quedaba el salón de sesiones del Concejo y en el patio central del edificio se encuentra un busto a José Acevedo y Gómez (prócer de la Independencia), el cual fue inaugurado en 1910.
Con el tiempo el edificio fue incorporado internamente para que se comunicara con el Palacio Liévano que se encuentra sobre la Plaza de Bolívar.
El Edificio Liévano entrará en la lista de las más de 1.400 fachadas patrimoniales recuperadas por el Instituto Distrital de Patrimonio Cultural (IDPC) durante la Administración Peñalosa.