Así se vivía la Navidad y el fin de año en el Bronx

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21•Nov•2024

* Este texto contiene lenguaje explícito, si eres menor de edad, te recomendamos leerlo en compañía de tus papás o algún adulto de confianza.

Muchos llegaban al Bronx durante la Navidad y antes de las doce de la noche se llenaba la ele. Muchos asistían vestidos con su mejor atuendo, mientras que a otros les daba lo mismo la pinta, su prioridad era ir a consumir y sentir una explosión de sensaciones por las drogas en estas fechas especiales. Mucha gente buscaba desesperadamente evadir con la droga la dolorosa ausencia de sus familias o seres queridos. 
 
Recuerdo especialmente la Navidad de 2014, pues aquel fue un año próspero en lo personal. Por esas fechas empecé a visitar los hogares de paso con mayor regularidad y a quedarme por períodos más largos de lo acostumbrado. 

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Junto al ambiente violento y el frío de muerte que había en el Bronx también se sentía en el aire la Navidad. La gente compartía con amigos, enemigos y desconocidos; eran noches que se sentían diferentes, como en ninguna otra época del año. 
 
Abundaba aquellos días la hermandad de los ‘Sayayines’ y la de la gente que habitaba allá en general, hasta se podía llegar a sentir un calor navideño, Se compartía hasta lo más mínimo: un pedazo de pan, elementos de reciclaje que se recogían en el transcurso del día de trabajo, droga y más cosas que en otros momentos eran difíciles de compartir. 
 
En el Bronx vivíamos seres humanos, aunque seguramente muchos no nos veían así. Es por eso que las fiestas decembrinas eran propicias para todos darnos cuentas de que los que en ese sector habitamos teníamos sentimientos, familias que tenían niños y querían también recibir un regalo como todos los demás. 
 
Quizás por nuestro consumo dejamos a un lado esta sensibilidad y olvidamos a nuestros padres, hermanos, hijos, tíos y amigos; pero en Navidad siempre los teníamos presentes, y a pesar de la droga, del éxtasis de lo que vivíamos, en estos momentos era cuando más queríamos recibir un abrazo, un beso, una caricia, o tan solo una cena en familia. 

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Mis lágrimas abundan en el momento en el que escribo estas líneas porque fueron muchas las navidades que pasé lejos de mi familia por mi consumo. Quiero expresarles que allí en el Bronx, a pesar de las circunstancias, llegué a sentir la Navidad de manera muy agradable, pues todo era tranquilidad y paz. 
 
Lo que realmente se veía en el Bronx era la necesidad para hacer sentir bien al prójimo en estos días, ya que durante todo el año llenábamos las arcas de los ‘ganchos’, y eran ellos quienes en estas fechas nos daban esa supuesta felicidad, que en realidad era vicio, drogas y mucho consumo. 
 
Fueron muchos los que se quedaron en el camino, pero quienes llegamos a vivir estas fechas nos sentíamos como triunfadores ya que sobrevivir a la calle y sus inclemencias solo lo lograban los valientes. 
 
Es posible que esto que les estoy narrando sea solo mi experiencia y no la de otros, y puede ser porque en realidad así es que lo quise percibir, como una noche mágica y maravillosa.
 
Esta entrada se la dedico a todos aquellos que dejaron su vida en el Bronx, a los que lograron sobrevivir. ¡Felices fiestas de Navidad y fin de año a todos los que me leen!

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Subido por cecim (no verificado) el Dom, 19/01/2020 - 12:23

Escuche la entrevista de Caracol quede muy impresionada por eso estoy leyendo el blog de Luis Guillermo.
Felicitaciones espero que siga su camino hacia adelante y siendo un ejemplo para miles de personas