Para la conmemoración del centenario de la muerte de Franz Franka, en BibloRed recordamos la influencia que él tuvo en las obras de Gabriel García Márquez, el Premio Nobel de Literatura colombiano que nos enorgullece a todos y que lleva su nombre en la Biblioteca Pública de El Tunal.
Kafka nació en Praga (cuando era Imperio Austrohúngaro) el 3 de julio de 1883 y falleció el 3 de junio de 1924 por causa de una tuberculosis laríngea que lo aquejaba. Su obra escrita es una de las más trascendentales en la historia de la literatura combinando textos realistas con fantasía para reflejar ansiedad, existencialismo y la filosofía de lo absurdo.
A partir de todos estos elementos, y su difícil vida personal basada en generar rechazo social por su físico y admiración intelectual por su gran sentido del humor, partió la novela corta La Metamorfosis; que a la postre fue su obra maestra que influenció a varios escritores reconocidos en la historia como William Faulkner, Jorge Luis Borges, Vladimir Nabokov y Gabriel García Márquez.
Kafka por Gabo
En su centenario, evocamos las palabras de ‘Gabo’ sobre la influencia de Kafka en su obra haciendo énfasis en ‘La Metamorfosis’ (originalmente ‘La Transformación’) como punto de partida para el realismo mágico, un libro que el colombiano siempre recomendó a sus lectores por su originalidad narrativa a través de un contenido artístico y filosófico encaminado al existencialismo y el expresionismo, pese a la traducción imprecisa de Borges en Buenos Aires.
“Vega llegó una noche con tres libros que acababa de comprar, y me prestó uno al azar, como la hacía a menudo para ayudarme a dormir. Pero esa vez logró todo lo contrario: nunca más volví a dormir con la placidez de antes. El libro era La metamorfosis de Franz Kafka, en la falsa traducción de Borges publicada por la editorial Losada de Buenos Aires, que definió un camino nuevo para mi vida desde la primera línea, y que hoy es una de las divisas grandes de la literatura universal: ‘Al despertar Gregorio Samsa una mañana, tras un sueño intranquilo, encontrose en su cama convertido en un monstruoso insecto’. Eran libros misteriosos, cuyos desfiladeros no eran sólo distintos sino muchas veces contrarios a todo lo que conocía hasta entonces”.
“No era necesario demostrar los hechos: bastaba con que el autor lo hubiera escrito para que fuera verdad, sin más pruebas que el poder de su talento y la autoridad de su voz. Era de nuevo Scherezada, pero no en su mundo milenario en el que ya todo era posible, sino en otro mundo irreparable en el que ya todo se había perdido”, escribió en su autobiografía ‘Vivir para Contarla’ publicada por la Editorial Random House Mondadori en 2004.
La obra de Franz Kafka en cinco recomendados de la Biblioteca Digital de Bogotá
Kafka en primera persona. Diarios de vida: Es una selección de los Diarios de vida de Franz Kafka, en los que el escritor se refiere a sí mismo de manera particularmente reveladora, ya que propone explicaciones acerca de su manera de ser y de pensar, de juzga su propia conducta y sus preferencias. La selección y traducción es de Cordua, trabajada de la última edición crítica de las obras de Kafka publicada en Alemania.
El proceso: La novela comienza con el arresto de Joseph K. , un joven empleado de un banco, que se despierta en la pensión donde reside con la extraña visita de unos hombres que le informan que está detenido. Acusado por alguien de un crimen del que sabe poco y nada, K. , aún en libertad, se adentra en una auténtica y enigmática pesadilla.
El fogonero: “Al entrar en el puerto de Nueva York a bordo de un barco que se iba deteniendo, Karl Roßmann, un joven de diecisiete años al que sus padres pobres habían enviado a América por tener un hijo con una criada que lo había seducido, creyó ver la Estatua de la diosa Libertad, que divisaba desde hacía un buen rato, como si estuviera dentro de un rayo de sol que fulgurara de repente”. Así comienza El fogonero, que se publicó como libro independiente en 1913 y terminó siendo el primer capítulo de El desaparecido, la inacabada novela de Kafka.
El Castillo: Franz Kafka comenzó a escribir El castillo en 1922, pero nunca la terminó. Se publicó en 1926, dos años después de su muerte. Esta obra está considerada por algunos especialistas como la obra más importante de Kafka. En El castillo se narra la historia de un agrimensor (K) que acude a la llamada de un pueblo adscrito a un castillo donde requieren de sus servicios.
La metamorfosis: Durante el otoño de 1912, en Praga, escribió Franz Kafka (1883-1924) La metamorfosis, la peripecia subterránea y literal de Gregor Samsa, un viajante de comercio que al despertarse una mañana "de un sueño lleno de pesadillas se encontró en su cama convertido en un bicho enorme". En pocos libros de Kafka queda tan explícito y tan nítido su mundo como en La metamorfosis, en la que el protagonista, convertido en bestia, sumido en la más absoluta incomunicación, se ve reducido cruelmente a la nada y arrastrado inexorablemente a la muerte.