Recluso de Cárcel Distrital destacado escritor de novela ‘Senderos de la Cárcel’
Durante los 40 meses que lleva recluido, este profesor aprovecha el tiempo para participar en los talleres de escritura en la Cárcel Distrital.
Cielo Fierro
Es común verlo con un libro y un lápiz en la mano recorriendo los pasillos y los patios de la Cárcel Distrital. Siempre lleva el estuche con sus preciadas gafas. Su cabello gris da cuenta del paso de los años. Es un hombre que, pese a sus circunstancias, se ve alegre y culto. Sus compañeros le piden recomendaciones literarias y consejos de escritura. Julio es un hombre privado de la libertad que lleva tres años y cuatro meses recluido. Afirma que seguirá luchando por comprobar su inocencia.
Cuenta que fue profesor y que ocupó cargos importantes en varias universidades. Su carrera se la dedicó enteramente a la docencia. Su vida dio un giro de 180° llevándolo allí, a esa prisión ubicada en el barrio Calvo Sur, de la localidad de San Cristóbal.
Mientras continúa su proceso, Julio aprendió a sobrellevar esta la vida a través de la escritura y la lectura, un pasatiempo que le fue llamando la atención cada vez más gracias a los talleres que la Cárcel Distrital le brinda y a la biblioteca de este centro carcelario con cientos de ejemplares a su disposición.
Y le agradó tanto escribir que actualmente se encuentra en uno de sus más grandes proyectos, su propia novela, ‘Los Senderos de la Cárcel’ donde relata la historia de su vida desde su captura hasta ahora, cuando se encuentra como una persona privada de la libertad.
A continuación, el pos de la Secretaría de Seguridad:
Julio lleva 40 meses privado de la libertad y desde su celda escribe #SuHistoria ‘Los Senderos de la Cárcel’
Una novela que narra desde la Cárcel Distrital (ejemplo de resocialización en el país) donde él participa de talleres de escritura.
Detalles👉🏼 https://t.co/eIJ663HOSYpic.twitter.com/R07knJn5d1
— Secretaría de Seguridad BOG (@SeguridadBOG) March 13, 2024
Sus capacidades como docente no han sido desperdiciadas en este lugar ya que ha aprovechado diferentes espacios para conversar y enseñar a sus compañeros sobre las diversas historias que tanto ha leído en su celda.
“Ha sido para mí una gran satisfacción, poder entregar mis aportes a los diversos pabellones donde estamos recluidos más de 1.000 compañeros. Para mí es como si estuviera dando cátedra en una universidad”, explica.
Como Julio, cientos de privados de la libertad de este lugar, dedican su día a día a tomar talleres de redención de pena que les permiten adquirir herramientas laborales e intelectuales para el momento en que recuperen su libertad.
Su paso por este lugar le ha permitido reflexionar sobre diferentes cosas, entre ellas, la libertad, expone que “la cárcel no tiene estratos, para llegar a la cárcel solo es usted estar en libertad. Es un paso y acá hay un sector dispuesto a cambiar y tener una segunda oportunidad”.