Dentro de las cosas que nunca ha hecho o haría Daniel Mauricio García, está esconderse. Recuerda, bajo un aura de tranquilidad, que desde siempre supo que era una persona diversa. Una realidad dura de entender para su familia, pero que con el tiempo se fue trasformando. Pese a las situaciones difíciles que le ha tocado vivir, se armó un espacio a la medida de sus gustos en los corazones de la gente que lo rodea y en el campo laboral.
Actualmente, brinda apoyo a la Ruta para la Garantía de Derechos de las Personas de los sectores LGBTI, en la dirección de Derechos Humanos de la Secretaría Distrital de Gobierno. Además, es activista de temas relacionados con los derechos sexuales y reproductivos, y trabaja, junto a su esposo, para reducir los índices de estigma y discriminación hacia las personas con VIH. Pese a que es un hombre reconciliado con su estatus serológico, a su yo de hace 19 años le diría ‘usa condón’.
¿Crees que tu orientación sexual ha sido un obstáculo para tener mejores oportunidades laborales? Sí. Creo que durante mucho tiempo en mis ambientes laborales tuve que no esconder, pero si ser prudente con mi orientación sexual o expresión de género, y creo que esa es una de las cosas que he logrado encontrar aquí en la Secretaría Distrital de Gobierno, un espacio seguro para poder ser uno mismo.
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¿Cómo crees que sería tu vida si no trabajaras en la Secretaría de Gobierno? Bueno, no sé… creo que estaría haciendo muchísimas otras cosas que seguramente también me gustan. Pero creo que no podría estar trabajando de una manera tan directa con las necesidades de otras personas. Eso es lo que me motiva a seguir trabajando aquí, que no solamente estoy pensando en mis derechos humanos, sino que a través de mi trabajo me puedo acercar a otras realidades, a las realidades de muchas otras personas como yo, diversas, que no han tenido la ventaja o privilegios que yo sí. Desde aquí puedo trabajar por garantizar que a otras personas también se les respeten sus derechos sin importar las particularidades.
¿Qué nos puedes contar de tu experiencia como activista? Soy activista de temas relacionados con la salud sexual, la salud reproductiva y puntualmente por infección por VIH. Soy un hombre que vivo con VIH hace 19 años. Tengo actualmente una relación serodiscordante, mi esposo no vive con el virus, es negativo para el VIH y yo soy positivo. Ambos trabajamos por reducir los índices de estigma y discriminación hacia el VIH, hacia las personas que vivimos con el virus o hacia las personas que son más susceptibles, más vulnerables a adquirirlo. Entonces hacemos videos, hacemos fotos y cosas en redes sociales tratando de garantizar que, todas las personas sepan que tienen derecho a la salud sí, y que todas las personas que vivimos con VIH no seamos discriminados, especialmente en entornos laborales y demás.
Cuando llegué a trabajar a Gobierno y le dije a mis compañeros y compañeras que vivía con VIH lo tomaron de una manera muy, muy bonita, y es que cuando socialicé mi diagnóstico fue más el interés de todos mis compañeros y compañeras de querer saber sobre el tema, sobre lo que significa el trabajo que hacemos y no tanto por mí. Ha sido una experiencia muy bonita.
¿Qué crees que le hace falta a la ciudad para ser un ambiente seguro para las personas diversas? Estoy convencido que se deben hacer más procesos educativos dentro y fuera de la escuela y podríamos estar haciendo ejercicios de prevención de violencias basadas en género.
¿Qué más te gustaría contarle al Equipo Gobierno? Me gustaría poder agradecer de alguna manera lo que nuestra Alcaldesa Mayor ha hecho para garantizar que ese discurso de la política pública LGBT no sea solamente el discurso si no que sea una realidad. Creo que poco a poco lo hemos logrado y eso se debe gracias al perrenque de personas como la Alcaldesa Mayor, que realmente apostamos por hacer de Bogotá una ciudad incluyente para todos, todas y todes.
