Parque Chaquén: la conexión entre el medio ambiente, la agricultura y la salud

28·FEB·2021
En esta finca de la Subred Sur, se aborda la conexión entre la salud y el medio ambiente, las prácticas agrícolas sostenibles y la conservación del bosque.
Parque Temático Chaquén, en la localidad de Sumapaz
Con 3.5 fanegadas de tierra, el Parque Tematico Chaquen utiliza dos de estas fanegadas como zona de conservación ambiental y el resto de terreno para cultivo, producción de semillas y ecoterapia. FOTO: Secretaría de Ambiente

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El parque temático en salud pública Chaquén es una finca propiedad de la Subred Sur que está ubicada en la localidad de Sumapaz. Es un espacio donde se promueve la producción orgánica de los alimentos, la conservación de especies nativas y la salud a partir de los conocimientos ancestrales.

Este terreno ubicado en la vereda Nazareth ha sido escenario de diversas investigaciones que han contribuido a fomentar la producción orgánica y sostenible, así como el desarrollo de estrategias para fomentar la alimentación sana y el aprovechamiento de la medicina ancestral como complemento del esquema de salud pública que beneficia a centenares de familias campesinas.

Desde el año 2007 se inauguró como un centro experimental para fomentar la seguridad alimentaria y, con el tiempo, se convirtió en un semillero de agricultura alternativa, fomento de especies de nativas para la alimentación y las plantas medicinales que se consolidaron generacionalmente como solución ante algunas dolencias y enfermedades propias de la vida rural.

Huertas
Huerta casera promovida en el Parque Chaquén. Foto: Andrea Moya.

Este encuentro entre lo ancestral y las ciencias aplicadas de la medicina se da en perfecta armonía y con el respaldo institucional de entidades como el Instituto Alexander Von Humboldt, el Jardín Botánico de Bogotá, Colciencias y las universidades Nacional y EAN, que han acompañado investigaciones y proyectos en beneficio de las comunidades rurales bogotanas.

Portal Bogotá entrevistó a Andrea Moya Muñoz, ingeniera agrónoma, magíster en ciencias ambientales, miembro del equipo de ruralidad de salud pública de la Subred Sur y líder del parque Chaquén, quien nos ilustró sobre los proyectos que han trabajado en casi 14 años y que han representado reconocimientos de la Organización Mundial de la Salud y de otras organizaciones del orden nacional.

Portal Bogotá: ¿Cuál es el objetivo de este proyecto?

Andrea Moya: El objetivo principal es aportar a mejorar las condiciones de salud de la comunidad campesina a través de mejoras en la alimentación, del rescate de los saberes ancestrales de las comunidades con respecto al uso de plantas medicinales e incorporar esos conocimientos con el sistema alopático y medicina convencional.

PB: ¿Qué actividades ofrece el parque Chaquén para la población que se beneficia del proyecto?

AM: Se benefician dos poblaciones: primero, la comunidad campesina del Sumapaz, y lo que hacemos con ellos en el parque es entregarles de forma gratuita semillas para que puedan implementar huertas caseras.

Tenemos un banco comunitario de semillas nativas como la papa, el yacón, la quínua y también hortalizas. Hay un componente clave de plantas medicinales y medicina ancestral que hace parte integral de nuestro trabajo.

La comunidad que no es de Sumapaz, que también se beneficia, son los académicos y todas las personas interesadas en conocer la relación que hay entre el medio ambiente y la salud. Con ellos hacemos visitas guiadas al parque y talleres sobre seguridad alimentaria, transformación de plantas medicinales en remedios caseros y alimentación balanceada.

PB: ¿Cuáles son las plantas que más se promueven para el cultivo en el parque Chaquén?

AM: Lo que más promovemos son hortalizas de clima frío para que ellos mejoren su alimentación. Entre esas está la espinaca, la zanahoria, el rábano, la remolacha.

Nos concentramos también en el rescate de las semillas ancestrales porque son plantas que se pueden utilizar en la localidad sin agroquímicos, como las papas nativas y las papas criollas corneto, papas criollas negras, papas criollas bandera, quinua y yacón.

Entre las plantas medicinales están el Romero, el Tomillo, la Yerbabuna, el Ajenjo… hay más de treinta especies.

PB: ¿Cuál es el uso de esas plantas medicinales?

AM: Como la localidad de Sumapaz tiene bastantes enfermedades a nivel osteomuscular, entonces se utilizan para desinflamar y para el manejo del dolor.

Plantas medicinales
La comunidad ha contribuido a identificar las plantas medicinales que se promueven. Foto: Andrea Moya.

PB: ¿Cómo se articula este trabajo de plantas medicinales con el enfoque occidental de la medicina moderna?

AM: Inicialmente se hizo una investigación sobre la flora medicinal con la misma comunidad. Se reunieron las plantas y se identificaron con el Jardín Botánico de Bogotá y el Instituto Alexander Von Humboldt.

De ahí salió un documento y unas cartillas, cuya información sirvió para capacitar al equipo de salud. Contamos con un médico que es magíster en medicina alternativa, quien integra la medicina ancestral con la medicina convencional.

Con grupos de familias y redes comunitarias hemos hecho un diálogo de saberes para poder utilizar las plantas de la mejor manera posible, nuestro médico recomienda algunas que se podrían cultivar y en el parque se les ofrece el suministro para que puedan sembrarlas.

PB: ¿Cuál es la historia detrás de este proyecto?

AM: El proceso empezó en el año 2007, cuando se inauguró como respuesta a una problemática de seguridad alimentaria que tenía la localidad de Sumapaz. En ese momento teníamos niveles de desnutrición crónica más o menos del 40 %, hoy en día está por debajo del 2 %; ese fue el enfoque inicial.

PB: ¿Y cómo evolucionó al tema de las plantas medicinales?

AM: Se dio porque en el momento en que iniciaba el proyecto, de manera paralela se realizaba investigación sobre la flora medicinal y se descubrió que las personas tenían más aceptación del uso de plantas medicinales que de la medicina convencional porque las condiciones de acceso al territorio fueron determinantes.

Las familias tienen a primera mano sus huertas con plantas medicinales, ahí es donde entendimos que el equipo profesional también tiene que fijarse en las prácticas de la comunidad, sus conocimientos y saberes. A partir de eso comienza el proceso de integración de la medicina.

PB: ¿Cuántas personas se benefician de este proyecto?

AM: Directamente, beneficiamos a cerca de 800 personas que hacen parte de 10 redes comunitarias y de visitas domiciliarias que son población con enfermedades crónicas como hipertensión, niños menores de cinco años, gestantes y también personas con discapacidad.

PB: ¿Cuáles han sido los proyectos más relevantes con la academia?

AM: Con la Universidad Nacional creamos una escuela campesina de líderes enfocada en seguridad alimentaria. Esta escuela empezó en el 2004 y actualmente continúa, de la que se conformó una organización llamada Red Campesina Productora de Vida y Paz.

De aquí hemos fortalecido el tejido social e impulsado una economía en la producción de los alimentos. Por otro lado, trabajamos con el departamento de fisioterapia en una iniciativa de caracterización de la población con discapacidad y fisioterapia domiciliaria en la población campesina.

Con la universidad EAN presentamos un proyecto a Colciencias sobre una investigación para determinar el impacto de los agroquímicos en el desarrollo cognitivo de los niños.

En este momento está finalizando y tiene resultados previos reveladores: indican que niños expuestos a agroquímicos presentan problemas en su desarrollo cognitivo.

Visita universidades
Las universidades han sido grandes aliadas para el desarrollo de investigaciones. Foto: Andrea Moya.

PB: ¿Cuál es el enfoque ambiental de toda esta apuesta?

AM: El parque Chaquén se orienta bajo el enfoque ecosistémico de la salud humana, que dice que el medio ambiente es determinante en la salud de las personas. Esto implica trabajar en la prevención desde el entorno: que la producción reduzca el impacto sobre el ecosistema, eliminar el monocultivo promoviendo la diversificación con variedades autóctonas

Hay que cambiar el paradigma del agroquímico y el suelo libre de maleza que está mandado a recoger.Las técnicas ancestrales promovidas garantizan la sostenibilidad en un ecosistema estratégico como el del páramo.

Al interior de la propiedad se hizo el trabajo de recuperar el bosque alto andino con 69 especies de uso forestal que hacen parte de una conexión del corredor biológico entre éste y el páramo. El parque es reconocido como uno de los 8 nodos de biodiversidad de Bogotá.

PB: ¿Cuál es la relación entre la agricultura y la medicina?

AM: Más del 80 % de enfermedades son causadas por una alimentación inadecuada. Además los agroquímicos que mas se usan en la producción de alimentos tienen metales pesados que afectan, por ejemplo, el desarrollo de los niños.

El monocultivo amenaza la seguridad alimentaria. La relación se expresa en cómo producimos alimentos de una forma saludable y también cómo hacemos que ese consumo de alimentos beneficie nuestro cuerpo.

Las comunidades nos exigen reconocer las plantas medicinales que contienen los principios activos de muchos medicamentos, para ellos son esenciales por la ayuda que han representado ante la distancia que tienen con los centros médicos.

Si quieres participar en una visita guiada al parte Chaquén, reúne un grupo de 10 personas y envía un correo a gobernanzaruralidadsubredsur@gmail.com.