Persisten los estereotipos en habitantes de Bogotá acerca del trabajo de cuidar. En el imaginario hay un alto porcentaje de personas que piensa que son las mujeres quienes deberían asumir este rol.
De acuerdo con la última evaluación que hizo la Secretaría de Planeación del Sistema de Cuidado de Bogotá con dos grupos focales (uno de personas que ha hecho uso de los servicios del Sistema del Cuidado y otro que no), se les plantearon seis creencias relacionadas con el cuidado no remunerado.
Los resultados demuestran que los trabajos de cuidado no remunerado ya se reconocen como tal, pero ante las afirmaciones que sugieren la necesidad de redistribuir, un porcentaje considerable de las personas encuestadas sigue coincidiendo en que este rol es propio de las mujeres.
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Si bien hay un reconocimiento creciente de los trabajos de cuidado no remunerado, aún persisten creencias arraigadas que perpetúan roles de género tradicionales en el hogar. Aunque algunos indicadores sugieren un cambio gradual en la percepción de la capacidad de hombres y mujeres para asumir roles de cuidado, sigue siendo preocupante el alto porcentaje de personas que aún atribuyen estas responsabilidades principalmente a las mujeres.
La transformación cultural hacia una distribución equitativa del trabajo de cuidado requiere un esfuerzo conjunto de la ciudadanía y la institucionalidad. Es esencial promover una cultura de corresponsabilidad en el hogar, donde tanto hombres como mujeres sean valorados por igual en su capacidad para realizar trabajos decuidado. Esta transformación no solo implica cambios en las actitudes individuales, sino también en las políticas y prácticas sociales que apoyen y promuevan la igualdad de género en todos los aspectos de la vida. Solo mediante un enfoque integral y colaborativo podemos avanzar hacia una sociedad más justa e inclusiva para todos.
¡En Bogotá, cuidamos a las que nos cuidan!