Mercy Piñeros fue víctima de violencia intrafamiliar y gracias al Sistema de Alertas Tempranas de la Secretaría de la Mujer de la localidad de Rafael Uribe Uribe se identificó que estaba en riesgo grave de feminicidio.
“Siempre lo he comparado con la película de Harry Potter, con los dementores, que le quitan la esencia a la gente, así hizo él conmigo, yo no reía, solo lloraba, no le veía color a las cosas”, así describe Mercy Piñeros lo vivido al lado de su agresor durante 10 años de relación.
Aunque las agresiones físicas y verbales fueron constantes desde el noviazgo, cuando ella quedó embarazada los episodios de violencia aumentaron.
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“Yo muchas veces no dormía tranquila pensando que él borracho me podía matar, y más cuando uno ve en las noticias todos esos casos de feminicidio, muchas veces yo me veía ahí, y el temor no era por mi vida, sino con quién se va a quedar mi hijo”, explica Mercy.
A pesar de los comportamientos abusivos y de varias demandas en la Comisaría de Familia, Mercy, por el apego emocional a su agresor no era capaz de continuar con el proceso legal.
“Antes de tener a mi hijo hubo dos demandas que llevé a la URI y no las dejaba pasar a la Fiscalía porque él me pedía disculpas y conciliábamos, y nunca di un paso más adelante. Doy gracias a la Comisaría, porque si ellos no hubieran pasado mi caso a la Secretaría de la Mujer yo seguiría en ese círculo vicioso, hubiera seguido aguantándome y no estaría dando este testimonio”, afirma Mercy.
Hasta que un día en medio de la pandemia Mercy sufrió una nueva agresión por parte de su expareja, esta vez en frente de su hijo pequeño.
“Él se fue a tomar, llegó a la madrugada y por una cosa que no tenía nada de importancia me golpeó muy duro. Esa vez llegué a la Comisaría cansada porque ya no soportaba más y el niño gritaba y me abrazaba, sentía que estaba afectando a mi hijo”, recuerda Mercy.
Luego de su denuncia en la Comisaría de Familia, Mercy fue valorada por el Instituto Nacional de Medicina Legal, que dictaminó el riesgo de feminicidio. A partir de allí, el Sistema de Alertas Tempranas de la Secretaría Distrital de la Mujer comenzó a hacer seguimiento a su caso, brindándole apoyo legal y psicológico.
La abogada de la Secretaría acompañó a Mercy frente a la Comisaría, presentó solicitud de alejamiento total y desalojo de la vivienda para el agresor.
“Le doy gracias al equipo de la Secretaría, porque me volvieron a empujar a ser yo misma. Especialmente agradezco mucho a la doctora Sandra, a la doctora Leidy, la abogada y la psicóloga que estuvieron conmigo siempre, que me acompañaron y que fueron dos mujeres que las felicito como profesionales y también como seres humanos porque gracias a ellas hoy siento que puedo sola, y volví a sonreír, que es lo más importante”, expresa Mercy.
Actualmente Mercy está en el proceso de recuperar su tranquilidad, su felicidad y quiere salir adelante para darle una calidad de vida a su hijo de 4 años. Su consejo para las mujeres que están pasando por situaciones de violencia de género es que den el primer paso y se acerquen a la institucionalidad, y que se dejen acompañar al segundo que es denunciar y avanzar en el proceso contra sus agresores.
“Primero que todo denunciar, muchas veces uno por miedo, por inseguridades, por apegos que uno se crea uno no denuncia, y eso hace que uno como mujer se destruya totalmente. A veces pienso que si yo hubiera denunciado a tiempo no tendría cicatrices… pero mi apego emocional fue más fuerte que mi amor propio y no debemos permitir eso”, puntualiza Mercy.
Si eres víctima de violencia intrafamiliar ¡Da el primer paso, que nosotras te acompañamos a dar el segundo!
Comunícate a la Línea Púrpura, mujeres que escuchan mujeres
La Secretaría Distrital de la Mujer lidera la estrategia de articulación interinstitucional del Distrito para identificar, acompañar y realizar seguimiento a las mujeres en riesgo de feminicidio por parte de sus parejas y exparejas según la valoración del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses.