Seis estudiantes y una docente dedicaron cerca de tres meses para hacer realidad ‘Catarsis’, una obra que habla sobre el momento histórico que está viviendo el país con colores y trazos, e invita a construir una sana convivencia dentro y fuera de la escuela. Bogotá educa para la paz.
Amarillo, azul y rojo. Los colores de la bandera colombiana sobresalen por su intensidad plasmados sobre una de las paredes del colegio Ciudadela Educativa de Bosa. Con ellos se ha hecho realidad una iniciativa de seis estudiantes que, a través de un mural, quieren hablar de perdón, reconciliación y paz en la escuela, el barrio, la ciudad y el país.
La imagen es la de un hombre que “grita de dolor, sufrimiento y desespero porque se está reconstruyendo para encontrar la paz en su interior”, según cuenta Ana María Moscoso, estudiante de grado 9º. Representa a Colombia en la búsqueda de la paz, en ese complejo proceso que es dejar atrás el sufrimiento de la guerra y pasar la página para empezar a escribir una nueva historia.
Es, tal como lo indica el título del mural, una catarsis. La que debe hacer el país, pero también la que tiene que experimentar “cada individuo, las víctimas, los desmovilizados, los niños desamparados, las mujeres maltratadas y quienes han sido excluidos o discriminados”, añade la joven.
Una catarsis colectiva
Esta iniciativa, a la que Ana María y sus compañeros Ana Acevedo, Doncan Suárez, Felipe Bonilla, Miguel Cañón y Sharis Munévar se unieron de manera voluntaria, forma parte del proyecto ‘Cultura visual: una propuesta pensada en el ser y el saber juvenil’, liderado por la docente Ángela Gutiérrez Castro.
En palabras de la profe Ángela, el mural expresa “un profundo sentir de dolor del ser humano que ha vivido situaciones perversas en este conflicto, pero que finalmente ha decidido hacer una catarsis mediante el acto del perdón”.
Amarillo, azul y rojo. Los colores de la bandera colombiana sobresalen por su intensidad plasmados sobre una de las paredes del colegio Ciudadela Educativa de Bosa. Con ellos se ha hecho realidad una iniciativa de seis estudiantes que, a través de un mural, quieren hablar de perdón, reconciliación y paz en la escuela, el barrio, la ciudad y el país.
La imagen es la de un hombre que “grita de dolor, sufrimiento y desespero porque se está reconstruyendo para encontrar la paz en su interior”, según cuenta Ana María Moscoso, estudiante de grado 9º. Representa a Colombia en la búsqueda de la paz, en ese complejo proceso que es dejar atrás el sufrimiento de la guerra y pasar la página para empezar a escribir una nueva historia.
Es, tal como lo indica el título del mural, una catarsis. La que debe hacer el país, pero también la que tiene que experimentar “cada individuo, las víctimas, los desmovilizados, los niños desamparados, las mujeres maltratadas y quienes han sido excluidos o discriminados”, añade la joven.
Una catarsis colectiva
Esta iniciativa, a la que Ana María y sus compañeros Ana Acevedo, Doncan Suárez, Felipe Bonilla, Miguel Cañón y Sharis Munévar se unieron de manera voluntaria, forma parte del proyecto ‘Cultura visual: una propuesta pensada en el ser y el saber juvenil’, liderado por la docente Ángela Gutiérrez Castro.
En palabras de la profe Ángela, el mural expresa “un profundo sentir de dolor del ser humano que ha vivido situaciones perversas en este conflicto, pero que finalmente ha decidido hacer una catarsis mediante el acto del perdón”.
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