En ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’ trabajamos para reducir las brechas sociales. Araceli Barreto Hernández es una de las 790 personas que, hasta hoy, han sido caracterizadas en el operativo de bancarización que realiza el Distrito, en cabeza de la Secretaría Distrital de Integración Social (SDIS), para quienes viven en los llamados pagadiarios.
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Ella es una barranquillera que llegó a Bogotá hace varios años, pero desde hace tres vive junto a su esposo en una habitación ubicada en un inmueble del barrio Santa Fe. Hasta allí llegó el equipo de #LaEstrategiaEnPagadiarios, de la Dirección Territorial de la SDIS, para realizar un censo a quienes residen en estos espacios.
“Un grupo de personas que portaban un chaleco amarillo llegó hasta el edificio donde queda el pagadiario en el que vivo y golpeó, puerta a puerta, cada una de las habitaciones. Cuando llegaron a la mía, les abrí y me preguntaron con quién vivía, si tenía Sisbén, si recibía alguna ayuda económica del Distrito y otras cosas más. Les respondí y ellos escribieron en un formulario mis respuestas. Días después me llamaron al celular y me dijeron que había salido favorecida con un auxilio económico. ¡Me puse feliz!, ya que no tengo un trabajo estable”, relató Araceli, quien nos atendió en la puerta del inmueble donde está la habitación por la que paga cerca de 20 mil pesos por noche.
Después de esa llamada, se acercó a la Casa LGBTI Diana Navarro, en el barrio Santa Fe, donde siguió paso a paso el proceso para la bancarización.
“Por primera vez, la población que vive en inquilinatos tipo pagadiarios va a recibir una transferencia monetaria en Bogotá. Esta población era invisible en los radares de la política social hasta noviembre del año pasado, cuando, junto a la Secretaría Distrital de Planeación, realizamos un operativo en pagadiarios para su visibilización estadística y atención inmediata. Hoy estamos llevando a cabo operativos para su inclusión financiera”, destacó el secretario de Integración Social, Roberto Angulo.
“Invito a las personas que viven en los pagadiarios a que atiendan a quienes portan el chaleco amarillo de Integración Social. Ellos son nuestros amigos y nos orientan para poder obtener un poco de ayuda. Ahora mismo estoy esperando mi giro, ya tengo abierto el Nequi que me pidieron. Lo primero que haré cuando me hagan la transacción es comprar algo de comida y pagar algunas noches en el pagadiario, mientras logro ubicarme en un restaurante para trabajar, ya que siempre he laborado en estos negocios”, concluyó Araceli con una sonrisa, antes de despedirse y caminar rumbo a la pieza en donde vive.
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La Secretaría de Integración Social continuará localizando a las personas que viven en los pagadiarios para brindarles un auxilio como a Araceli Barreto.