En ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’ consolidamos nuestro presupuesto mediante una diversificación de fuentes de ingresos, lo que permite sostener tanto proyectos de infraestructura como servicios públicos esenciales. Según datos presentados por la Secretaría de Hacienda (SDH), la capital se financia a través de seis componentes que permiten el cumplimiento de las metas y programas del Plan Distrital de Desarrollo 'Bogotá Camina Segura'.
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- Impuestos distritales
El 40 % del presupuesto de la ciudad proviene de los impuestos que pagan los ciudadanos y las empresas, como el impuesto predial, el impuesto de industria y comercio (ICA) y otros tributos locales. - Contribuciones, tasas, multas, sanciones e intereses
Otro 7 % de los ingresos se obtiene a través de contribuciones, tasas, multas, sanciones e intereses generados por diversas actividades económicas y administrativas en la ciudad. - Empresas, dividendos y excedentes
Las empresas en las que el Distrito tiene participación aportan un 4 % del total a través de dividendos y excedentes, generando un retorno económico que contribuye al sostenimiento de Bogotá. - Rendimientos financieros y saldos del año anterior
El 12 % de los ingresos proviene de rendimientos financieros y saldos no ejecutados del año anterior, lo que permite optimizar recursos de ejercicios fiscales previos. - Transferencias de la Nación
Otro 23 % se destina a áreas estratégicas como educación, salud, saneamiento básico, régimen subsidiado y proyectos de infraestructura, evidenciando el apoyo del gobierno central en el desarrollo de la ciudad. - Deuda
Finalmente, un 14 % del presupuesto se compone de recursos provenientes de endeudamiento, herramienta que permite complementar el financiamiento en períodos de alta demanda de inversión.
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La combinación de estas fuentes demuestra una estrategia integral para garantizar la sostenibilidad financiera de la ciudad. Mientras los impuestos constituyen el núcleo del presupuesto, las transferencias nacionales y la deuda permiten una ampliación de la capacidad de inversión en áreas críticas, lo que se traduce en mejores servicios y una infraestructura robusta para la población bogotana.
