El número de incidentes contra la infraestructura de cableado de la compañía descendió una vez más al cierre de 2014, al registrarse 1.324, frente a 1.548, en todo 2013.
Este descenso del 15% en eventos durante 2014 con respecto a 2013, obedeció a una serie de políticas adelantadas por la compañía, que han arrojado resultados positivos, entre ellas, el diseño e implementación de la tecnología de las llamadas tapas antirrobo.
La innovación tecnológica patentada por ETB en los cierres de las tapas de alcantarillas en Bogotá permitió reducir los reportes de vandalismo, de los últimos once años, en un 58%.
La Tapa de Tornillo Central es de fácil manipulación para los operarios y resistente a condiciones extremas de peso, clima y vandalismo. La Tapa para Candado Rotatorio, que también fue patentada ante la Superintendencia de Industria y Comercio como la Tapa de Tornillo Central, es otro de los desarrollos de ETB, la cual no permite la apertura desde el exterior, evitando el riesgo de robo.
También se desarrolló una tapa tecnológica con dos motores que accionan los pasadores mediante sensores y solo se pueden abrir con llaves especiales.
ETB cuenta con 120 mil tapas en toda la ciudad, de las cuales 80 mil son redondas y 40 mil cuadradas.
Se ha compartido además información con otras empresas de servicios públicos que hacen parte de la Alianza Contra el Robo de Infraestructura.
Otra de las medidas que dieron resultado el año pasado fue la suscripción del acuerdo Gente Buena Tapa, adelantada por la Empresa de Acueducto de Bogotá, con el fin de involucrar a los ciudadanos en la denuncia ante el faltante de cualquier tapa, sin importar a qué empresa pertenezca. De esta forma, un equipo especial hace la visita al momento del reporte y se instalan las tapas faltantes, con el fin de evitar accidentes que han ocasionado pérdidas de vidas o serias lesiones a los ciudadanos.
Este es el balance desde 2004, en el número de incidentes contra la infraestructura de ETB, quedando en evidencia que desde la aplicación de estas políticas en 2012, el descenso en robos ha sido sostenido.
Los 3.677 incidentes de 2011 obedecieron también al repunte en el precio internacional del cobre, lo cual activó a bandas delincuenciales que incrementaron los robos, usando por ejemplo, a habitantes de la calle para cometer este delito. Los habitantes de la calle difícilmente son judicializados sin que se sepa quiénes están detrás, idean y, o financian la cadena de robo:
