Lenguaje de programación, códigos en línea, pensamiento creativo y computacional, son solo algunas de las capacidades y destrezas que 2.040 estudiantes de 22 colegios oficiales de la ciudad han aprendido gracias al proyecto Programación para Niños y Niñas.
Se trata de una iniciativa del Ministerio de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones para que los estudiantes y los maestros, no solo de la ciudad, sino del país, fortalezcan sus habilidades en esta materia.
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“Este programa nos llega en un muy buen momento, porque uno de los legados del alcalde Enrique Peñalosa es la mejor tecnología. Estamos dejando la totalidad de las sedes con banda ancha, incluidas nuestras sedes rurales, que son la presencia del Estado en estas comunidades. Además, nuestros colegios le están apostando a la innovación: por ejemplo, en Ciudad Bolívar hay un trabajo fuerte en robótica. No nos sentimos amenazados por la tecnología, queremos sacarle el mejor provecho en beneficio de la educación”, señaló la secretaria de Educación, Claudia Puentes.
Como parte de este proyecto el Ministerio TIC les entregó a los colegios de la ciudad 1.150 procesadores microbit en alianza con British Council en Colombia.
“Vamos a llegar a todos los departamentos de Colombia este año. Nos motivó la curiosidad que ustedes tienen, y ahora queremos estar conectados con tecnología, pero con unos propósitos muy claros, porque la tecnología es un camino en el que no paramos de aprender”, destacó la ministra de las TICI, Sylvia Constaín, durante la entrega oficial de los procesadores.
Estos dispositivos funcionan como un “cerebro” y procesan diversa información para que los estudiantes aprendan sobre programación de una manera sencilla y práctica.
Para que los estudiantes desarrollen habilidades como el pensamiento creativo y crítico, la resolución de problemas y el trabajo en equipo, 34 docentes fueron capacitados en esta tecnología y ahora aplican sus conocimientos en las aulas.
“Soy del Área de Tecnología e Informática, pero poco sabía de programación, había sido la piedra en el zapato. Ahora trabajo dos horas semanales con microbit y los niños han estado muy motivados, ha sido una experiencia diferente”, sostuvo Édgar Eliseo Rodríguez, maestro del colegio Ciudad de Bogotá, en Tunjuelito.
