Los colegios oficiales de la ciudad desarrollarán la guía pedagógica “Aislamiento, autocuidado y memoria: las niñas, niños, jóvenes y familias de Bogotá somos fuente de la memoria nacional”, con la que se busca que los estudiantes, como agentes de construcción de la memoria histórica, narren la actual emergencia sanitaria.
La Secretaría de Educación y el Centro de Memoria Paz y Reconciliación diseñaron esta guía pedagógica para aportar a la resiliencia y la participación en medio de la emergencia social que vive el país y que mantiene a estudiantes, orientadores, coordinadores, docentes, directivos, personas de servicios generales y administrativos de las instituciones educativas en sus casas.
Así mismo, para responder a los impactos personales, familiares y comunitarios que la cuarentena produce en las niñas, niños y jóvenes más vulnerables de la ciudad.
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La guía surge en el marco de la conmemoración del 9 de abril, Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas, reconocida así en el artículo 142 de la Ley 1448 de 2011 para llevar a cabo diferentes actividades en los calendarios escolares tanto de colegios públicos como privados.
Por esto, las orientaciones también buscan recordar los sucesos del Bogotazo, para tomarlos como ejemplo de no repetición.
Dinámica de la estrategia pedagógica
La actividad diseñada inicia con el registro del acontecimiento de este día que da origen a la conmemoración, continúa con el reconocimiento de las fuentes de la memoria histórica para, finalmente, promover que los participantes se identifiquen como referentes de memoria de los acontecimientos de la coyuntura actual y propicien la solidaridad para la superación de las dificultades, los conflictos y, en este caso, de la emergencia social.
La guía pedagógica de aislamiento, autocuidado y memoria se divide en cuatro etapas:
Primera etapa: Del Bogotazo a la firma del Acuerdo de paz. Reconocimiento de la vida y obra de Jorge Eliecer Gaitán, así como a los acontecimientos del 9 de abril de 1948 conocidos como el Bogotazo.
Segunda etapa: ¿Qué es la memoria histórica y cuáles son sus fuentes? Después de mirar los materiales audiovisuales o de escuchar los relatos personales, docentes, orientadores o familiares, promoverán la reflexión sobre la importancia de este acontecimiento.
Tercera etapa: Los estudiantes como productores de fuentes históricas: narrarán los acontecimientos desde la experiencia.
Después de reconocer qué y cuáles son las fuentes de la memoria histórica de la vida del estudiante, se invitará a reflexionar y expresar las experiencias que están viviendo en medio de la emergencia social y del aislamiento por medio de cuentos, dibujos, vídeos, diarios, podcast, esculturas, canciones o poesía.
Cuarta Etapa: Construyendo nuestra galería de la Memoria. Los productos elaborados pueden ser recibidos y valorados por las y los docentes de las instituciones educativas a través de una exposición, también se pueden enviar a la Secretaria de Educación o crear en un espacio virtual con el propósito de difundirlo.