Contrario a lo que se puede pensar, cada vez son más las personas que consultan las bibliotecas universitarias, la diferencia es que anteriormente se tenía que ir a ellas, ahora estas llegan hasta el usuario.
Esta fue una de las principales conclusiones durante el “Segundo seminario de bibliotecas académicas del siglo XXI”, celebrado en el Centro de Convenciones Alfonso López Pumarejo de la U.N.
Un factor clave que mantiene vigentes las bibliotecas universitarias es que cada vez son más robustas en cuanto a colecciones, recursos, bases de datos y servicios, los cuales se pueden extender hasta las 24 horas del día, durante todo el año. Así se llega cada vez más al usuario.
Adolfo Rodríguez Gallardo es el director general de Bibliotecas de la Universidad Autónoma de México (UNAM), considerada una de las más grandes de Latinoamérica, y que cuenta con nueve millones de libros, unas 700.000 tesis y una colección de revistas de 16.000 títulos.
El experto asegura que aunque se ha reducido el número de visitantes a la biblioteca, en el 2014 fueron descargados cerca de 8 millones de artículos del enlace virtual, cifra que ha venido en aumento durante los últimos siete años al ritmo de un millón de artículos anualmente. “Esto significa que aunque físicamente las personas no van a la biblioteca, cada vez usan más sus recursos web”, comentó Gallardo.
Otro factor que beneficia a esta biblioteca, es que si bien el presupuesto de la UNAM se ajusta cada año, lo peor que puede pasar es que los recursos sean iguales a los del año anterior, pero normalmente se tiene de un 5 % a un 7 % adicional.
“Gastamos 26 millones de dólares anuales entre libros, revistas y material bibliográfico. Después de los salarios, en lo que más gastamos es en la adquisición de este tipo de ejemplares”, afirma Rodríguez Gallardo.
Por su parte, Sonia María Valencia, directora nacional de Bibliotecas de la U.N. piensa que todo en la vida tiene cambios y las bibliotecas deben estar prestas a la adaptación de las nuevas dinámicas que los usuarios requieren.
Para la funcionaria, los estudiantes ahora encuentran más recursos y más herramientas, pues a través de las bases de datos disponibles, pueden acceder 24 horas, siete días a la semana desde cualquier lugar del mundo.
“Antes prestábamos más libros, ahora prestamos menos; sin embargo, las consultas a las bases de datos y a toda la documentación científica se han incrementado tres o cuatro veces, esto no significa que la gente deje de consultar, sino que cambia sus propias dinámicas”, afirmó la directora nacional de Bibliotecas de la U.N.
Se calcula que en la Universidad, el número de visitas de usuarios se ha reducido en un 30 %; sin embargo, el repositorio institucional, que contiene cerca de 40.000 documentos, ha llegado a tener un máximo de 15 millones de visitas mensuales.
También destaca que las bibliotecas de la U.N. hoy hacen parte de la Vicerrectoría de Investigación, razón por la cual han empezado a cambiar sus servicios y a inclinarlos hacia la investigación y el apoyo a todos los editores de la revistas de la Institución.
Fuente: Agencia de Noticias UN
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