La Secretaría de Desarrollo Económico de Bogotá (SDDE) y la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (ANIF) presentaron su informe trimestral sobre el mercado laboral colombiano, destacando la penalidad por maternidad como un factor clave que mantiene las desigualdades de género en el ámbito laboral.
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Este análisis revela cómo las mujeres que son madres enfrentan significativas barreras económicas y profesionales, lo que afecta su participación laboral, sus ingresos y su desarrollo profesional a lo largo del tiempo.
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Para el caso específico de Bogotá, el informe señala que las mujeres madres entre 20 a 29 años enfrentan una reducción promedio del 27,1 % en los ingresos por hora trabajada, cifra que asciende al 31 % cuando sus hijos están entre los seis y 12 años. La penalidad más alta identificada está en el caso de las madres en edades entre los 40 y 59, con hijos menores de cinco años (53,9 %), y le siguen aquellas con hijos de entre seis y 12 años (35 %).
Estos efectos, además, no son transitorios: las reducciones salariales y la menor cantidad de horas trabajadas persisten y se amplifican a medida que los hijos crecen, creando un impacto acumulativo que afecta la trayectoria laboral de las mujeres.
“La penalidad por maternidad no solo refuerza las brechas de género, sino que limita el desarrollo económico del país al desaprovechar el talento y la productividad de miles de mujeres. Es imperativo actuar para eliminar estas barreras”, expresó Pilar Torres, subdirectora de Estudios Estratégicos de la Secretaría de Desarrollo Económico.
Análisis detallado de la penalidad
El informe, basado en datos de la Gran Encuesta Integrada de Hogares (GEIH) entre 2015 y 2024, incluye un análisis por rangos de edad de las madres y sus hijos. Este estudio muestra que las madres jóvenes (de 20 a 29 años) experimentan penalidades iniciales menores, pero estas se intensifican durante la etapa media de mayor productividad (30-39 años), alcanzando su punto máximo con hijos mayores de 12 años.
Además, se evidencia una correlación entre la penalidad y el nivel educativo de las mujeres. Las madres con educación básica enfrentan mayores brechas salariales en comparación con aquellas que cuentan con estudios superiores. Sin embargo, incluso las mujeres con educación superior experimentan desventajas económicas significativas, lo que subraya la necesidad de desarrollar políticas más inclusivas y estructurales.
Otro hallazgo clave es la diferencia en la carga de cuidado que enfrentan las madres. Según el informe, las mujeres con hijos dedican – en promedio – 2,4 horas diarias al cuidado del hogar, frente a 1,7 horas de las mujeres sin hijos. Este tiempo adicional afecta directamente su participación laboral y las horas trabajadas por semana, reduciéndolas entre 0,4 y 2,8 horas, de acuerdo con el rango de edad de los hijos.
Comparación internacional y propuestas de solución
En el ámbito global, la penalidad por maternidad también es un problema estructural, pero algunos países han implementado políticas exitosas para mitigarla. Dinamarca, por ejemplo, ha reducido las penalidades en ingresos al 24 % gracias a licencias parentales equitativas y sistemas de cuidado infantil accesibles.
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En contraste, en América Latina, los países enfrentan penalidades significativamente mayores. Brasil y México reportan reducciones salariales para las mujeres tras el nacimiento de su primer hijo del 25 % y 33 %, respectivamente. En Colombia, además del impacto en ingresos, la alta informalidad laboral profundiza estas desigualdades.