El aumento en las precipitaciones en la Región Andina y específicamente en la cuenca media y alta del rio Tunjuelo han generado un aumento considerable en el caudal del rio, lo que representa amenazas de deslizamientos, erosión del suelo e inundaciones en los sistemas de producción agropecuarios y afecta la economía campesina de las localidades de Sumapaz, Ciudad Bolívar y Usme. Como medida preventiva se ha decretado la alerta amarilla por parte del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER).
Desde el pasado miércoles 24 de junio, se vienen presentando descargas de los embalses de Chisacá y La Regadera que han aumentado los niveles del río Tunjuelo, debido a las fuertes y constantes lluvias en la cuenca alta. En promedio se han registrado más de 40 mm de lluvia localizadas en este sector en los últimos tres días, que han ocasionado algunos desbordes en la zonas de inundación a lo largo del río .
Este tipo de eventos climáticos implican una afectación para las actividades agropecuarias, por lo que es importante que los productores rurales sigan las siguientes recomendaciones dadas por la Secretaría Distrital de Desarrollo Económico a la ruralidad bogotana:
En la ganadería
Evitar el pastoreo de animales en zonas bajas y cercanas a las fuentes hídricas de la finca.
En las explotaciones bovinas la alta humedad conlleva a la aparición de enfermedades respiratorias principalmente en los terneros. Los cambios de temperatura activan los virus y bacterias que están latentes en el medio. Se recomienda resguardar a los terneros y brindar la alimentación adecuada para fortalecer el sistema inmune de los animales
Evitar el contacto directo del animal con zonas que presenten encharcamiento, para evitar problemas por hongos en pezuñas y piel. En lo posible mantener los animales resguardados bajo cobertizos o en potreros con buen drenaje.
Se recomienda evitar que los animales tengan contacto con aguas negras o retenidas por la temporada lluviosa y no descuidarlos cuando se encuentren cerca de los ríos debido a las crecientes súbitas.
En el manejo de problemas zoosanitarios se recomienda: realizar un plan de desparasitación estratégica, control de ectoparásitos, vitaminizar, continuar con ciclos de vacunaciones programadas, y control de desperdicios orgánicos que puedan servir como vectores de enfermedades.
Realizar monitoreo en ganado bovino de infecciones en pezuñas (Podofilitis séptica). En caso de presentarse, tratar a los animales enfermos lavando diariamente la pezuña afectada con agua y jabón y aplicar un producto antiséptico, siguiendo las recomendaciones del médico veterinario.
La ganadería extensiva y los cultivos transitorios como la papa, arveja y haba, entre otros, no deben estar ubicados en áreas de fuerte pendiente ni en suelos susceptibles a los derrumbes o deslizamientos.
Evitar la siembra de cualquier cultivo en el mismo sentido de la pendiente.
Evitar los cultivos con suelo desnudo, por lo que se recomienda mantener la cobertura en los surcos o calles del cultivo.
Evitar preparar el suelo cuando se encuentre saturado de agua, (uso de implementos de arado como rotovator o arado de discos)
Establecer zanjas de infiltración y drenaje en los lotes de cultivo.
Realizar acciones para control de plagas y especialmente enfermedades que pueden aumentar en condiciones de mayores precipitaciones y baja radiación.
Realizar control preventivo de Gota de la papa Phytophthora infestans ya que en épocas húmedas se incrementa la incidencia de la enfermedad. Se deben realizar monitoreos de focos y aplicación de productos fungicidas protectantes con registro ICA, bajo la supervisión de un Ingeniero Agrónomo.
Realizar rotación de cultivos.
Prestar máxima atención a monitoreos sanitarios en lotes de semilla. La producción de semilla en épocas de mucha lluvia puede aumentar el riesgo de contaminación de la semilla con patógenos fácilmente transmisibles a los nuevos cultivos. Por ello las inspecciones a lotes de producción de semilla deben ser frecuentes y muy rigurosas para lograr la oportuna detección de focos de plantas afectadas y tomar las medidas necesarias establecidas por la autoridad sanitaria.
Realizar drenaje cuando sea posible y aplique técnicas de siembra para reducir el riesgo. Recurrir a técnicas de manejo del suelo que faciliten y optimicen su drenaje interno, y a métodos de siembra como caballones, montículos que reduzcan el riesgo de encharcamientos Y mejoren las condiciones físicas en el sitio para el desarrollo de las raíces, elevando así las posibilidades de escape a las infecciones
Revisar y hacer mantenimiento de los techos, canales y canaletas en las viviendas y demás construcciones de la finca.
Canalizar las aguas de techos e instalaciones y condúcirlas a un sitio donde no causen daños. Se recomienda recolectar las aguas lluvias en reservorios para el uso agropecuario en épocas secas.
No desviar, ni taponar zanjas, caños o desagües.
Evitar que los drenajes naturales, lechos de cañadas y ríos, se taponen con sedimentos y otros materiales.
Mantener siempre una franja de protección con vegetación densa en las riberas de las fuentes hídricas.
Evitar construir y habitar en zonas de alto riesgo, como aquellas que tradicionalmente se inundan o pueden estar propensas a deslizamientos.
Hacer mantenimiento preventivo en las bocatomas o nacimientos de agua.
Estar atento de la acumulación de aguas lluvias en la finca, ya que esto puede generar movimientos en masa de suelos.
Vigilar los caudales de los ríos, quebradas y desagües, una disminución del caudal normal puede significar que aguas arriba se esta formando un represamiento.
En zonas propensas a deslizamientos, eliminar arboles con problemas de raíces y en mal estado que representen un riego para los humanos y los animales.
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