El Archivo de Bogotá, en su misión de protección y conservación de documentos históricos de la ciudad, guarda 'tesoros' que una parte de la ciudadanía desconoce, que datan del siglo XVI o incluso, de mucho tiempo atrás, y que reposan en sus 56 depósitos y 10 áreas técnicas.
Por esta razón, es fundamental que la entidad cuente con un equipo de profesionales que apoyen la labor de conservación y restauración de estos documentos y soportes históricos.
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La labor empieza con un diagnóstico integral de la documentación para determinar cuáles son los deterioros que presenta el documento, se identifica si se requieren procesos de intervenciones menores, procesos de saneamiento o de restauración directamente.
“Inicialmente si se identifican documentos con deterioro de tipo microbiológico, es decir si tienen afectación por hongos o bacterias, entra directamente al laboratorio de ciencias al proceso de desinfección que realiza el biólogo; bien puede ser un proceso masivo o un proceso puntual”, explica Ana Suárez, conservadora y restauradora de bienes muebles, líder del proceso de almacenamiento y encuadernación del Archivo de Bogotá.
Si se determina que el documento requiere procesos de restauración, entra a ser parte del trabajo de los restauradores del archivo, para determinar qué tipo de tratamiento necesita basándose en detalles como por ejemplo, tipo de tinta (soluble o insoluble), el tipo de soporte o sus materiales.
“Podemos hacer el tratamiento de restauración en seco o el tratamiento de restauración en húmedo utilizando una serie de materiales y papeles que estén acorde con las características morfológicas de cada material y ya los procesos de intervenciones menores los hacen técnicos capacitados con supervisión de los restauradores profesionales”, menciona Ana Suárez.
¿Cómo es el proceso de conservación del Patrimonio Documental?
El proceso de conservación está enmarcado en una legislación y en una serie de normativas establecidas, emitidas por el Archivo General de la Nación, que dan la pauta de acción en cuanto a la conservación de documentos.
Por otro lado está la parte teórica y profesional, que rige la conservación preventiva y la restauración para patrimonio, en este caso documental.
Antes de intervenir un material, se da prioridad a la conservación preventiva, que busca en la mayoría de sus acciones intervenir el contexto de la documentación antes de llegar a procesos de restauración directos en el documento o pieza.
Cada soporte (cinta, carrete, video, fotografía o documento) por su naturaleza y materiales, necesita una unidad de almacenamiento, que bien puede ser una carpeta, una caja, un sobre, pero es importante que estén elaborados con materiales especiales para que sean compatibles con su naturaleza y que no les genere ninguna alteración a largo plazo.
¿Las condiciones medio ambientales se relacionan con el proceso de conservación?
Sí, las condiciones de los espacios van a depender del tipo de documento que se almacena, debido a que cada uno requiere condiciones medioambientales distintas.
Siempre se busca que la temperatura esté por debajo de los 18° y la humedad por debajo de los 50°; aunque lo importante realmente en los espacios de almacenamiento de la documentación, es que no se encuentren fluctuaciones demasiado bruscas que generen cambios físico químicos en los documentos.
¿Cuáles son los documentos más antiguos o los "tesoros" documentales que guarda el Archivo de Bogotá?
Tenemos bastantes, la documentación histórica que guardamos es infinita, algunos de estos documentos más antiguos que hay en el Archivo de Bogotá, te puedo decir que son del fondo más antiguo, que es Fondo de Administración de Ramo de Propios, son documentos cuyas fechas extremas aproximadamente van desde 1500, son los más antiguos que se consiguen en el Archivo de Bogotá.
Los documentos de la Urna Centenaria, también llegaron al Archivo de Bogotá, cuando la urna fue abierta, tenemos documentos de noticias de Bogotá a finales del Siglo XIX, algunos relacionados con la publicidad y periódicos de esa época, planos del desarrollo de ciudad y en general bastantes documentos que no solamente son muy bonitos de ver sino que además tienen información muy valiosa que permite contar la historia de esta ciudad.
FOTO: Plaza de la Concordia. Colección Carlos Jiménez.
Este documento solo es uno de los grandes tesoros históricos que se guardan en las salas de investigación del Archivo de Bogotá, en un trabajo conjunto, entre biólogos, restauradores, técnicos y todo el equipo de trabajo, se busca mantener en buen estado, todos los soportes de la antigüedad histórica enmarcada en nuestra ciudad.
El Archivo de Bogotá, en los últimos años, ha digitalizado gran parte de esta documentación para ponerla al servicio de la ciudadanía, a través del sistema de información del Archivo SIAB, plataforma que se consulta a través de Internet.
Si en tu hogar, tienes una biblioteca o tu colección de libros, junto con el Archivo de Bogotá, te dejamos estas recomendaciones para que puedas conservarlos en buen estado:
1. Mantener limpias las áreas en las que se encuentran los documentos, evitando el agua y productos químicos en el proceso de limpieza.
2. Evitar el contacto con la luz solar directa.
3. En caso de daño o deterioro asesorarse de profesionales idóneos para realizar procesos de conservación o restauración. Aunque sea patrimonio familiar, las intervenciones que son hechas por personas, no idóneas, derivan en la pérdida de esos patrimonios locales y familiares.
La invitación para todos los ciudadanos es a visitar el Archivo de Bogotá, que está lleno de documentación histórica infinita de la ciudad a finales desde el siglo XIX, comienzos del siglo XX, e incluso de épocas más antiguas, pero también recientes.
Fotos: Prensa - Archivo de Bogotá.