¡Aquí sí pasa! En‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’ el Disco Volador ha pasado de ser un simple pasatiempo a convertirse en un deporte en crecimiento; con más jugadores y jugadoras, clubes y espacios de práctica, esta disciplina ha logrado consolidarse en la ciudad, atrayendo a deportistas experimentados y a nuevos aficionados durante este 2025.
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Por eso, el Portal Bogotá entrevistó a Arley Rodríguez Guerrero, presidente de la Liga Bogotana de Disco Volador, para conocer más sobre este deporte que está conquistando a las y los bogotanos:
“El disco volador en Bogotá ha venido creciendo y ha evolucionado a la luz de tener muchos más clubes y tener muchos más jugadores”, afirma Rodríguez Guerrero.
El impacto de este crecimiento se ve reflejado en la cantidad de equipos y deportistas que hacen parte de la liga. Lo que comenzó con un grupo reducido de clubes, hoy se ha multiplicado, permitiendo que más personas se integren a la práctica de este deporte y a sus diferentes modalidades.
“Iniciamos aproximadamente con 14 clubes y en este momento somos 21, hemos venido creciendo muchísimo”, agrega Arley Rodríguez.
Pero el Disco Volador no solo se ha expandido en el ámbito profesional; también ha encontrado espacios en colegios, universidades y parques, donde se fomenta el desarrollo del deporte desde edades tempranas. Además, modalidades como el disc golf han comenzado a ganar popularidad dentro de la comunidad.
Foto: Liga Bogotana de Disco Volador.
“Son entre 800 y 1000 jugadores que se reúnen en estos 21 clubes, que responden a la rama mixta, rama femenina y rama masculina, pero adicionalmente tenemos de estos mismos clubes algunos jugadores que no practican Ultimate Frisbee como modalidad, sino que practican disc golf, entonces han venido desarrollando sus actividades en diferentes parques del distrito, entonces vamos creciendo y es muy positivo para nosotros”, explica el presidente de la liga.
Una de las características más llamativas es su filosofía de juego. A diferencia de la mayoría de los deportes, aquí no hay árbitros; las y los propios jugadores son responsables de hacer cumplir las reglas, lo que fomenta el respeto, la comunicación y el espíritu de equipo.
“En el caso del Ultimate Frisbee no necesariamente prima únicamente la competencia, sino también prima el deporte entre caballeros y entre damas, donde si se presenta una situación que no es muy clara o afecta a alguno de los jugadores o que va en contra de las reglas, se le puede dar solución con la conversación, es decir, con la plática, desde luego teniendo en cuenta el reglamento. Eso vendría siendo ese espíritu de juego que promueve la axiología al interior de la disciplina deportiva”, destaca Rodríguez.

Para quienes buscan una nueva alternativa deportiva, este deporte representa una oportunidad para mejorar su condición física, fortalecer valores de convivencia y, por qué no, aspirar a competir en niveles más altos. En Bogotá, la comunidad sigue creciendo y abriendo las puertas a nuevos talentos.
“Les diría que es un deporte que genera alto impacto dentro de su lógica, dentro de su desarrollo. La exigencia física es bastante alta, no es lanzar el frisbee, es divertirnos con el frisbee pero competir como caballeros y como damas, con la intención de generar en determinado momento esa reconciliación, esa resolución de conflictos, esa posibilidad de competir sin necesidad de agredir”, concluye Rodríguez.
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El Ultimate Frisbee ha demostrado que el deporte puede ser más que competencia; también puede ser una herramienta para la formación en valores y el trabajo en equipo. Con su crecimiento en Bogotá, esta disciplina promete seguir expandiéndose y atrayendo a quienes buscan una forma diferente de jugar y competir.