Estoy contando el cuento de 'chiripa': César, subdirector para la Discapacidad

27·OCT·2022
El subdirector para la Discapacidad de la Secretaría Distrital de Integración Distrital, César Augusto Bermúdez, se salvó de morir por un accidente.
César: subdirector de Discapacidad del Distrito está vivo de milagro Foto: Secretaría Distrital de Integración Social
César Augusto Bermúdez, subdirector para la Discapacidad de la Secretaría Distrital de Integración Social, terminó en una silla de ruedas por un accidente.

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César Augusto Bermúdez, el hoy subdirector para la Discapacidad de la Secretaría Distrital de Integración Social, es un ejemplo de superación, con una historia de vida milagrosa en la que su memoria y su resiliencia han sido fundamentales.

Profesional en administración pública, César Augusto, tiene entre otros estudios adicionales, dos maestrías: una en Dirección y Administración de Empresas y la otra en Negocios Internacionales.

Gracias a esa formación y ganas de superarse ha desempeñado cargos como coordinador general de proyectos sociales de la Fundación Confuturo; jefe de planeación y sistemas de información, secretario general y de gobierno y alcalde encargado (2016 – 2017) de la Alcaldía de San Sebastián de Mariquita, Tolima, donde nació hace 45 años, y gestor de desarrollo humano de la Escuela Superior de Administración Pública, ESAP, en Bogotá.

Un milagro lo salvó de morir en una piscina

Su cadena de logros no hubiera sido posible sin su actitud de superación, pues a los 17 años quedó en una silla de ruedas, debido a un accidente que sufrió cuando practicaba el deporte que lo apasionaba por ese entonces: la natación.

Le ocurrió en 1994, en Mariquita, un municipio del norte del Tolima, cuando se entrenaba en una piscina y se chocó contra los azulejos del fondo, fracturándose el cuello y quedando inconsciente entre el agua y con pocas posibilidades de ser auxiliado pues estaba solo.

‘’Me quedo en el fondo de la piscina 17 minutos y no me muero porque el golpe fue tan contundente que entré en shock; el agua entró en mis pulmones’’, recuerda.

Después de ese largo período sumergido en la piscina, tuvo la fortuna de que una especie de ángel, encarnado en una niña, pasó por el borde y se dio cuenta de que alguien estaba en el fondo y corrió a pedir ayuda.

A continuación, una foto de César Bermúdez acompañado por sus hijas e hijo:

César Bermúdez e hijos

Se salvó porque no se le estallaron los pulmones

‘’Obviamente me sacaron ahogado, morado, hinchado -dice y agrega-, me tuvieron que hacer RCP (reanimación cardio pulmonar), y no se estallaron mis pulmones porque el golpe fue tan contundente que no peleé con el ahogamiento’’, aclara para explicar las razones del porqué no se ahogó. ‘’Estoy contando el cuento de chiripa, dicen por ahí’’, sostiene.

Ese día, sin embargo, su drama no terminó en la piscina pues al llegar al hospital, el vigilante no  quería dejar que lo ingresaran con el argumento que ya estaba muerto y que debía recibir el tratamiento en la morgue.

‘’En ese correcorre, la señora que me llevó, me pegaba golpes como tratando de mostrarle al guardia, que estaba vivo; hasta que una pierna se me movió por alguna cosa, y me dejaron entrar al hospital…y si no, me hubieran devuelto a hacer el otro procedimiento’’, cuenta muy agradecido.

A partir de entonces empezó otra lucha incansable por recuperarse, con mucha paciencia y tesón, para de alguna manera continuar con sus planes de vida.

Su recuperación inicial duró 5 años

‘’De ahí me fui 5 años a recuperación a Medellín, porque, por muchos años, yo quedé moviendo solo los ojos y nada más. Poco a poco, con el proceso de terapias, traslados, y a la par ir estudiando para ir uno preparándose’’, dice.

Después de un año de recuperación, cuando ya se pudo empezar a sentar, lo primero que hizo fue validar su bachillerato, que se había interrumpido cuando estaba en décimo grado. Para volverle a coger el ritmo a las aulas de clase, mientras hacía sus terapias en la Universidad de Antioquia, estudió inglés y se graduó como técnico bilingüe.

De vuelta al Tolima, luego de 5 años de terapia intensiva, empezó sus estudios para hacerse profesional y se graduó como administrador público, con honores, ya que obtuvo el mayor puntaje en el Ecaes (Saber Pro), en el que superó a 225.000 estudiantes que tuvieron un promedio de 97, mientras que el suyo fue de 127,5.

Un logro mayúsculo para cualquier persona, pero que en él tuvo un doble mérito. Primero por su condición de discapacidad y segundo porque todo lo que aprendió, lo hizo de memoria al estar impedido para tomar apuntes porque sus manos no le respondían.

‘’Yo hice toda mi universidad de memoria: hacía exámenes orales, no tomaba notas de la misma forma que otros. Obviamente ahora, con los celulares, con los computadores, es muy fácil, pero en esa época me tocaba era de memoria’’, asegura.

‘’Yo nací derecho y por temas de la recuperación empecé a mover mi brazo izquierdo un poco más y ahora soy absolutamente zurdo; todo lo hago con la izquierda y el cerebro cambió el chip, cambió todo para un lado’’, sostiene a la vez que reconoce de corazón que nada hubiera sido posible sin el apoyo de su mamá y sus hermanos. ‘’Ellos fueron los que estuvieron ahí como cuidadores, apoyándome siempre en todo lo que emprendí’’.

Esta es una foto de César Bermúdez en una de las actividades organizadas para personas en condición de discapacidad.

César Bermúdez en la calle

Hace tres meses, gracias a su hoja de vida y a las políticas de inclusión que tiene Bogotá, se posesionó como subdirector para la discapacidad de la Secretaría de Integración Social y desde entonces ha tratado de brindar, con todo ese conocimiento y experiencias de vida, una mejor atención para todas las personas que acuden en busca de apoyo.

Acercamiento a la comunidad con discapacidad, con sus cuidadores y cuidadoras; atención especial al cliente y los aportes en la reformulación de la política de discapacidad, son los pilares de su trabajo.

‘’Con el interés que tiene la alcaldía por vincular personas con enfoques diferenciales, personas con discapacidad, personas de la comunidad LGBTI, comunidades, étnicas, negras; todo eso es parte de esa inclusión que tanto requiere nuestro país y Bogotá en este momento es un abanderado nacional’’, asegura.

A continuación, un video de la  manera en que César Bermúdez usa diariamente el Transmilenio.

Admirador de Stephen Hawkins, al que siempre ha tenido como su referente; amante de la literatura histórica; casado y con tres hijos e inscrito ya para una nueva maestría, César Augusto Bermúdez, sin duda alguna, es un ejemplo de resiliencia y superación, gracias al milagro que evitó que su vida terminara a los 17 años en el fondo de una piscina.

‘’La vida se gana luchándola, se gana emprendiendo; la vida se disfruta más cuando hay pérdidas, cuando no triunfamos y tenemos que volvernos a parar, y cuando se dan esos triunfos y los logros los disfrutamos mucho más’’, sentencia y él sí que tiene razones para hacerlo.