La Alcaldía de Bogotá a través del Instituto Distrital de Gestión de Riesgos y Cambio Climático (IDIGER), exhorta a todas las instituciones educativas a participar y reportar en la versión 16 del Simulacro Distrital de Preparación en Bogotá, que se realiza hoy miércoles 2 de octubre de 2024.
No olvides leer: ABC del Simulacro Distrital de Preparación del 2 de octubre de 2024 en Bogotá
Para este 2024 este ejercicio de prevención y preparación ante situaciones de emergencias inicia a las 9:00 a. m., donde uno de los objetivos principales es fomentar las estrategias de prevención y respuesta ante emergencias desde las instituciones educativas de la ciudad tanto del sector público como privado.
Contenidos relacionados
En la actualidad la ciudad cuenta con 2.160 establecimientos educativos, de los cuales 1.408 son privados y 752 públicos, participes activos de estos ejercicios, lo que evidencia el alto grado de compromiso de la comunidad educativa de la ciudad con la seguridad y la prevención.
El Simulacro Distrital de Preparación ofrece a los colegios una oportunidad única para evaluar sus planes de emergencia, e identificar posibles áreas de mejora y asegurar que tanto el personal educativo como los estudiantes sepan cómo reaccionar en caso de un terremoto, incendio u otras emergencias. Además, estos simulacros permiten al Distrito identificar puntos críticos en la infraestructura y en la coordinación interinstitucional, asegurando una respuesta rápida y eficaz ante situaciones adversas
Esta iniciativa liderada por la administración distrital y acogida por toda la ciudadanía del Distrito Capital pretende también fortalecer la respuesta a emergencias que puedan presentarse.
La participación de las instituciones educativas en el Simulacro Distrital es un componente crucial para fortalecer la preparación y resiliencia de Bogotá frente a posibles desastres.
No olvides leer: Publicidad exterior visual en Bogotá: normatividad, registro y otros datos
Al integrar un enfoque de gestión del riesgo, la ciudad avanza hacia una respuesta más eficaz y coordinada ante emergencias, garantizando la protección de una de sus poblaciones más vulnerables: niñas, niños y jóvenes. Este ejercicio no solo refuerza la capacidad de reacción, sino que también contribuye a la construcción de una cultura de seguridad y autoprotección en el entorno escolar.
