No en vano, Bogotá ha sido calificada a nivel internacional como una de las ciudades de América Latina que promueven alternativas de transporte sostenible y seguro en medio de la pandemia por Covid-19.
Los viajes en bicicleta en la capital colombiana han aumentado y cada vez son más los ciudadanos que prefieren este medio para movilizarse de manera segura, en los más de 500 kilómetros trazados de ciclorrutas, y minimizar el riesgo de contagio.
En este sentido, el Concejo de Bogotá aprobó el Proyecto de Acuerdo N° 361 que declara la bicicleta como medio de transporte prioritario en la ciudad.
El autor de este proyecto es el Concejal Juan Baena, quien centró su presentación en aspectos como que la crisis sanitaria actual demanda decididamente la priorización de la bicicleta como medio de transporte público en Bogotá.
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Durante la plenaria se presentaron dos ponencias positivas, la de la ponente coordinadora, Concejala Carolina Arbeláez, quien destacó la pertinencia de este proyecto debido a que la bicicleta puede ser usada como un medio de transporte alternativo y seguro que ayuda a guardar el distanciamiento físico por Covid-19, y porque, además, Bogotá cuenta con una infraestructura y cultura importante para considerar al caballito de acero como un mecanismo adecuado para movilizarse en tiempos de pandemia.
Durante la segunda ponencia, la Concejal Andrea Padilla indicó que la bicicleta sigue siendo uno de los medios de transporte menos utilizados por los bogotanos, según encuesta realizada por Secretaría de Movilidad en 2019 que evidencia que solo el 6,6% de los viajes en Bogotá se hicieron en bicicleta.
Sin embargo, aunque en 2020 el número de viajes en bicicleta aumentó cerca del 13 % debido a la pandemia, se encuentran ciertos sectores de la ciudad en que la población la utiliza poco.
Así mismo se recalcó la necesidad de que el uso de la bicicleta sea de acceso seguro y fácil acceso en la ciudad, teniendo en cuenta que permite disminuir y prevenir los riesgos de contagio.
También se destacó que el uso de bicicleta afecta de manera positiva la calidad del aire, debido a que solo en trayectos cortos se ahorran cerca de 1500 toneladas de dióxido de carbono al año.
De esta manera, se consideró la importancia de incentivar de manera integral la proyección planificada e ideal de los escenarios en los que se van a usar los bici-carriles o ciclorrutas, y la necesidad de realizar un plan con Policía y Secretaría Distrital de Seguridad para proteger la seguridad de los biciusuarios.