El Índice Bogotano de Calidad del Aire y Riesgo en Salud - IBOCA, instrumento que permite conocer las condiciones de la calidad del aire y el riesgo por contaminación atmosférica, se renovará en el transcurso del primer trimestre del presente año.
El objetivo de la Administración distrital es armonizar los colores con los estándares utilizados en el país y el mundo, ya que el IBOCA fue adoptado en 2015 y el Índice Nacional de Calidad ¿ ICA, en 2017. De esta manera, el Distrito se ajustará en términos comunicativos de calidad del aire a otras ciudades del país y del mundo.
"Vamos a cambiar nuestro IBOCA para ponerlo al día. Bogotá ha sido pionera en la forma en que reporta su calidad del aire y queremos continuar siéndolo. Nuestro índice, que es la forma en la que comunicamos cómo está el aire de la ciudad, va a cambiar de colores y se armonizará con los indicadores internacionales y nacionales", afirmó la secretaria de Ambiente, Carolina Urrutia.
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Los colores del IBOCA serán equivalentes a los del Índice de Calidad del Aire (AQI) de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (US-EPA), un indicador utilizado a nivel global por ciudadanos, técnicos y expertos conocedores del tema. Esto permitirá que el seguimiento y la comunicación de la contaminación atmosférica en Bogotá sean fácilmente comparables con las de otros lugares del mundo.
"Antes veíamos en los estándares internacionales unos colores mucho más amarillos y naranjas, mientras Bogotá estaba en azul o en verde. Ahora vamos a ver una mayor similitud entre estos. Con este cambio estamos honrando nuestra Red de Monitoreo de Calidad del Aire, que es una de las mejores de la región, y por eso tenemos que darle toda la transparencia necesaria", aseguró la secretaria Urrutia.
La medición de contaminantes realizada en la ciudad, a través de la Red de Monitoreo de la Calidad del Aire de Bogotá, se hace con equipos de tecnología robusta y avanzada, cuyos métodos están aprobados por la US-EPA (Código de Regulaciones Federales, título 40). Por esta razón, las técnicas utilizadas oficialmente por el Distrito son confiables y comparables internacionalmente.
Con esta renovación, se mejorarán los tiempos de respuesta y las entidades distritales contarán con información relevante para realizar una adecuada y oportuna gestión, que permitirá evitar el deterioro del ambiente y la salud humana por la contaminación atmosférica. Asimismo, las personas podrán tomar mejores decisiones frente a su movilidad y comportamiento.
"A partir de este cambio no solo va a ser más fácil que los ciudadanos entiendan lo que están respirando, sino que servirá para tomar mejores decisiones, más ágiles y precisas en la declaración de alertas. El aire no va a cambiar, lo que va a cambiar son los colores del mapa", enfatizó la secretaria Urrutia.
En concreto, lo que se eliminará de la antigua versión del IBOCA será el azul que representaba condiciones favorables; además, cambiarán los criterios de declaratorias y estas serán más rápidas y confiables. Del mismo modo, se utilizará el pronóstico y la modelación para acortar el tiempo de respuesta ante eventos de contaminación.
Antes se declaraba una alerta hasta que se completara el 75 % de 48 horas en determinado estado de calidad del aire, empleando únicamente datos de las estaciones de la red. Ahora, se introducirá la herramienta de modelación y pronóstico de la Secretaría de Ambiente para así acortar el tiempo a 24 horas reales más 24 horas de pronóstico. Esto redundará en mejores tiempos en pro de la salud de los bogotanos.
Bogotá avanza en la construcción de un nuevo aire
Cumpliendo con los compromisos adquiridos, la Administración de la alcaldesa Claudia López inició el proceso de articulación y construcción colectiva para cumplir las metas propuestas en torno a la calidad del aire en la ciudad.
Durante el último año, la Secretaría de Ambiente amplió en un 61 % la información generada por medio de la Red de Monitoreo de Calidad del Aire, con la adquisición de nuevos equipos y la implementación de siete nuevas estaciones de medición, de las cuales seis ya están en funcionamiento y una se encuentra en proceso de calibración.
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Además, con la ciudadanía, la academia, las organizaciones ambientales, el sector privado y el Gobierno Distrital se está avanzando en la construcción participativa del Plan Aire, dentro de un modelo de gobernanza para cumplir las metas planteadas para el 2030.