El pasado miércoles 18 de mayo un cuerpo diplomático compuesto por embajadores y representantes de naciones aliadas fue invitado a la exposición central “Resisto, luego existo” del Centro de Memoria, Paz y Reconciliación de Bogotá.
Entre los invitados estuvieron presentes el embajador de los Países Bajos, Ernst Noorman; la consejera de asuntos culturales de la embajada de Alemania, Andrea Richards; el consejero Hiroaki Kodama de la embajada de Japón, además de representativos de Argentina, España y la Unión Europea.
La exposición, que tiene por objetivo fomentar el conocimiento, la reflexión y el diálogo alrededor de la historia del Bogotá y el país en torno a los sucesos de violencia, contó con diversas secciones en las cuales la comitiva internacional tuvo un acercamiento al contexto social, político y cultural de la nación en temas de paz y reconciliación.
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Entre el material expuesto se mostraron videos de movilizaciones relevantes como la Marcha del Silencio y las manifestaciones a favor del voto femenino, además de testimoniales de personas lideresas de víctimas y piezas gráficas con aportes de migrantes y victimas de desplazamiento forzado.
Frente a la exposición, los delegados demostraron un gran interés por las temáticas de la exposición, particularmente, el embajador Ernst Noorman compartió su perspectiva y destacó la relevancia de eventos como este en la memoria ciudadana. “Como en Holanda, que aún después de 75 años seguimos hablando de la Segunda Guerra Mundial, eventos y monumentos como este son importantes para recordar y no repetir lo sucedido”, enfatizó.
En un momento, el alto consejero de Paz, Víctimas y Reconciliación, Vladimir Rodríguez Valencia, participó del encuentro y explicó las labores que se están llevando a cabo en colaboración con el Distrito en cuestiones de reparación integral, acuerdos de paz y derechos humanos. Además, destacó la importancia de la intervención internacional en estos procesos.
“Hemos puesto la base, pero el compromiso de los diferentes aliados internacionales ayudará a que la voluntad férrea de los ciudadanos y bogotanas permita que Bogotá se convierta en un epicentro de paz y reconciliación desde el ejemplo y la construcción conjunta y colectiva”, explicó Rodríguez.
Finalmente, el evento se destacó para consolidar a Bogotá como referente en la construcción de la memoria colectiva y los procesos de reconciliación en el marco de principios internacionales en los que las naciones aliadas están interesadas de compartir sus propias experiencias y conocimientos.