Atrapasueños', la estrategia que le devuelve la infancia a niños, niñas y adolescentes víctimas del conflicto armado

La Secretaría de Integración Social a través de los encuentros que les ofrece las’ Casas de Memoria y Lúdica’, y los equipos territoriales ‘Papalote de Sueños, atienden niñas, niños y adolescentes víctimas y afectados por el conflicto armado, para aportar a su reparación.
Estas reparaciones las realizan 69 profesionales de la estrategia ‘Atrapasueños’, quienes a través del arte y la lúdica identifican en niñas, niños y adolescentes la percepción que tienen frente a sus vivencias en medio del conflicto armado, el impacto del desplazamiento a la ciudad y sus imaginarios.
Del total de profesionales, 22 están en 11 Casas de Memoria y Lúdica, ubicadas en los 6 Centros Locales de Atención a Víctimas, CLAV. Allí, atienden a niñas, niños y adolescentes mientras sus familias hacen la declaratoria para luego obtener el ‘Registro Único de Víctimas’ con la ‘Unidad de Atención y Reparación Integral a Víctimas’.
Durante ese proceso, el dibujo, la creación plástica y cuentos, acompañados por un pedagogo o artista y psicosocial, permiten que las niñas, los niños y adolescentes hagan un reconocimiento de dónde vienen. Con los resultados, el profesional presenta a la familia la creación de su hijo e hija con el propósito de resignificar la experiencia que deja el conflicto en sus historias de vida.
Así mismo, los profesionales de las Casas de Memoria y Lúdica del Distrito van a los jardines infantiles que han sido priorizados, para la atención integral a la Primera Infancia que ha vivido el flagelo de la violencia.
Es así como la Secretaría de Integración Social llega a colegios distritales en coordinación con la Secretaría de Educación, a comedores SDIS, a la sociedad civil, para atrapar los sueños de niñas, niños y adolescentes, a quienes desde su infancia la violencia les ha robado la felicidad para disfrutar esta etapa de la vida.
En este sentido, ‘Papalote de Sueños’ está estructurado para acompañar, durante un año o más tiempo, a niñas, niños y adolescentes víctimas del conflicto armado y, también, involucrar a los que no son víctimas, pero que le han apostado a construir paz alrededor de ellos.