Nueva Apuesta por la educación en la Cárcel Distrital

12·MAYO·2013
85 personas privadas de la libertad de la Cárcel Distrital de Varones y Anexo de Mujeres, fueron certificados por el Servicio Nacional de Aprendizaje SE...

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85 personas privadas de la libertad de la Cárcel Distrital de Varones y Anexo de Mujeres, fueron certificados por el Servicio Nacional de Aprendizaje SENA. En el Auditorio del Centro carcelari,o estaban reunidas 23 mujeres y 62 hombres que le apostaron al cambio en busca de una nueva oportunidad que les permita cambiar su vida.

El acto contó con la presencia del director de la Cárcel Jorge Arturo Lemus, Silvia Nelly Ochoa Coordinadora de capacitación y proyectos productivos, Víctor E. González y Raúl Pardo Coordinadores  de Formación Profesional y Empleo del SENA.

“Las certificaciones recibidas por las personas privadas de la  libertad les abren una puerta para que  más adelante puedan acceder a un trabajo cuando estén en libertad, el SENA los seguirá apoyando en la cárcel Distrital con educación tecnológica de manera virtual, a través del punto vive digital que entrará en funcionamiento posiblemente a finales de este mes o a mediados del mes entrante”, dijo el director Jorge Arturo Lemus.

Las personas privadas de la libertad fueron certificadas en confección, madera, marroquinería, panadería, pastelería y deportes. Dentro del grupo  está Julio César, un joven de 22 años que lleva 29 meses en la Cárcel Distrital cumpliendo  una condena por hurto agravado y calificado, hoy le faltan quince días para salir en libertad y piensa seguir estudiando y ampliando sus conocimientos en marroquinería.

“Aquí aprendí a valorar mi familia, me sirvió estar aquí porque he reflexionado, Yo creía que delinquiendo tenía todo, pero cuando uno se estrella contra el mundo se da cuenta que no es verdad, es una experiencia más para poder estar con mi familia y rectificar el camino, antes de llegar aquí trabajaba de ayudante de construcción y pintura,

cuando uno es joven se equivoca y coge caminos que no son y me gustaba sentir la adrenalina que me producía robar. No fue una necesidad, lo tome como hobby, mis padres son vendedores ambulantes y ellos me decían que estudiara, esto no es vida para un muchacho, me gustaría seguir estudiando con el SENA para comenzar un nuevo proyecto de vida”, afirmó Julio César.