💬Opinión

Sostenibilidad y resiliencia al cambio climático

03•Feb•2025

El cambio climático es una realidad a la que ni los entes gubernamentales ni la sociedad en general le podemos dar la espalda. Sus consecuencias cada día son más notorias y perjudiciales para la vida, no solo en entornos rurales y periféricos sino también en varias de las grandes capitales del mundo.

Vanessa Velasco

Vanessa Velasco

Secretaria de Hábitat

Basta ver las recientes emergencias vividas en ciudades como Los Ángeles en las que unas 12.000 viviendas resultaron afectadas por los incendios de las últimas semanas o la DANA que afectó a Valencia, España, donde más de 37.000 personas tuvieron que ser rescatadas, para ver cómo los fenómenos climáticos están afectando cada vez más a las ciudades.

Esta realidad debería llevarnos a pensar en la prevención, más cuando América Latina es una de las regiones del mundo más sensibles a las consecuencias del cambio climático; los eventos sucedidos en 2024 como las inundaciones en Brasil, las sequías en Uruguay o los incendios y problemas de racionamiento de agua de Bogotá, se convierten en alarmas que debemos tener en cuenta para nuestro presente y futuro.

Por ello es importante que en nuestro rol no solo como funcionarios, sino como agentes de cambio, seamos conscientes de la responsabilidad que tenemos para crear las condiciones adecuadas en las que sigamos buscando el desarrollo de nuestras ciudades, sin que esto signifique ir en contra del ambiente.

Desde la Secretaría Distrital del Hábitat hemos apostado firmemente a este propósito a través de nuestra misionalidad. Desde el inicio de la administración hemos enfocado nuestros esfuerzos a la consolidación de los Ecobarrios, iniciativas que buscan transformar el entorno urbano de los ciudadanos, utilizando el espacio público como un tejido de conexión y apropiación entre los vecinos a través de huertas urbanas, sistemas de drenaje sostenible y la utilización de energías renovables.

Estos Ecobarrios integrados a procesos de acupuntura urbana y urbanismo táctico, han sido parte fundamental de nuestra apuesta por una ciudad más sostenible que hoy en día se ven reflejados en localidades como San Cristóbal, Kennedy, Bosa o Fontibón y que adicionalmente con la ayuda y participación de la comunidad, hemos incorporado a grandes proyectos de Bogotá como la construcción del cable aéreo de Potosí en Ciudad Bolívar o el de Altamira en San Cristóbal.

Adicionalmente, desde nuestros diferentes equipos hemos implementado acciones concretas en nuestro programa de mejoramiento de vivienda, el cual a través de subsidios a familias vulnerables no solo busca dignificar viviendas sino hacerlo en concordancia con los retos ambientales que tenemos. Por ello hemos logrado modificar materiales y elementos para, por ejemplo, usar tejas libres de asbesto y transparentes que ayuden a optimizar la luz natural en los hogares, así como la instalación de sistemas de recolección de aguas lluvia que permiten a estas familias cuidar el planeta y ahorrar en servicios públicos reutilizando el líquido para labores de limpieza diaria o uso de sanitarios.

Durante 2024 lanzamos desde la Secretaría del Hábitat el programa ‘Mejora tu casa, habita tu hogar’, el cual marcó un hito en Latinoamérica con la creación del Sello Verde para mejoramiento de vivienda, en conjunto con el Consejo Colombiano de Construcción Sostenible (CCCS). Una certificación centrada en la construcción sostenible para intervenciones en viviendas existentes.

 

Así mismo, hemos implementado acciones como la creación de Sistemas Urbanos de Drenaje Sostenible (SUDS) en diferentes puntos de la ciudad para el aprovechamiento de aguas lluvia en huertas y otros usos dados por las comunidades, así como también una apuesta grande al reúso de edificaciones subutilizadas principalmente en el centro de la ciudad y la localidad de Teusaquillo. Esto nos permite aprovechar infraestructura existente, optimizar la vivienda en el centro ampliado de Bogotá reduciendo tiempos de transporte y contaminación. Esta estrategia que adelantamos junto a la Empresa de Renovación y Desarrollo Urbano de Bogotá – Renobo – y busca en los próximos tres años dar soluciones de vivienda digna a mil familias.

 

Desarrollo sostenible en el crecimiento urbano

Muchas veces cuando pensamos el desarrollo sostenible en los entornos urbanos entramos en un falso dilema sobre lo que se debe o no hacer, y es que en urbes como Bogotá donde el medio ambiente tiene un lugar tan importante para sus habitantes, el crecimiento urbano debe hacerse con planeación y responsabilidad, justamente para proteger al máximo el ambiente sin que esto signifique sacrificar la posibilidad de sus habitantes de tener vivienda digna.

Según la Secretaría de Hábitat, la ciudad tuvo en 2024 un total de 29.956 ocupaciones informales que no solo representan en muchos casos un grave peligro para quienes las habitan por cuenta de las precarias condiciones de construcción, sino también por las posibles afectaciones a su salud y también por la afectación que se hace al medioambiente al construir estas viviendas en zonas protegidas o de recuperación ambiental.

Este fenómeno sumado a la constante demanda de viviendas nuevas por parte de los ciudadanos nos hace pensar en la importancia de promover el desarrollo inmobiliario, pero siempre teniendo en cuenta la necesidad que este sea lo más sostenible posible, entre otras, pensando en esa mitigación del cambio climático que mencionábamos anteriormente y en el compromiso que tenemos con las futuras generaciones de dejarles una ciudad más adaptada a los retos del mañana.

Para esto, es importante que generemos en la ciudad cada vez más proyectos de construcción sostenible que en palabras del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible es la construcción y operación de edificios de forma responsable con el medioambiente, económicamente beneficiosos y que generen espacios saludables para vivir y trabajar. Durante 2024 en Bogotá se desarrollaron 2.523 viviendas con certificación sostenible, de ellas 1.912 son viviendas VIS, según la Galería Inmobiliaria, una cifra que esperamos superar en 2025.

La construcción sostenible contempla, además, la utilización de materiales reutilizados o amigables con el ambiente, el uso de energías renovables, fachadas verdes y la optimización de espacios mediante el diseño con el fin de mejorar el ingreso de aire y luz en las edificaciones, para de esta forma reducir el consumo de energía a largo plazo.

Es importante que desde el Estado se promueva el desarrollo de construcción sostenible. Actualmente, los constructores que quieran desarrollar un proyecto con estas características pueden acogerse principalmente a dos beneficios regulados por la ley:

1.       La exención de impuestos definidos en el marco del artículo 255 del Estatuto Tributario Nacional para edificaciones que se encuentren certificadas en su fase de diseño por un ente certificador acreditado en construcción sostenible de orden nacional o internacional (Decreto 2205 de 2017, Resolución 0367 que adiciona la Resolución 1988 de 2017).

2.       La exclusión del IVA, incentivo en el marco de lo contenido en el Estatuto Tributario orientado a promover algunas medidas pasivas en la construcción de edificaciones que se encuentren en proceso de obtener alguna certificación energética o ambiental, de orden nacional o internacional (Plan de Acción Indicativo del PROURE 2017-2022), incentivo aplicable en el marco del artículo 424 numeral 7 del Estatuto Tributario para edificaciones que se encuentren certificadas en su fase de diseño por un ente certificador acreditado de orden nacional o internacional en construcción sostenible (Decreto 1564 de 2017, Resolución 1988 de 2017 y Resolución UPME 585 de 2017).

Dada la realidad climática que afronta Bogotá, desde la administración distrital hemos promovido e impulsado entre constructores los proyectos de estas características, reforzando especialmente la necesidad de reducir el consumo de agua para prevenir una crisis hídrica en la ciudad.

Es importante que el sector público y el privado nos articulemos cada vez mejor para ahondar esfuerzos que nos permitan cada vez hacer más construcciones que tengan un enfoque sostenible y reduzcan nuestro impacto sobre el medioambiente.