Seguridad Hídrica, la clave para nunca volver a un racionamiento
03•Mar•2025
Los más de 10 meses de racionamiento han sido un reto monumental para la operación de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) y para más de diez millones de personas que consumen el agua que suministramos.

Natasha Avendaño García
Gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá
Reto que asumimos con responsabilidad y hoy nos muestra resultados positivos: el más relevante, tener en el sistema Chingaza, 40 millones de metros cúbicos (m3) de agua más que hace un año gracias al ahorro generado por la restricción y al que se ha hecho, de manera voluntaria, por parte de la ciudadanía.
Con satisfacción y orgullo, me atrevo a afirmar que el más grande aprendizaje que nos ha dejado este esquema ha sido el conocimiento y comprensión de la ciudadanía sobre la titánica tarea que implica captar el agua, almacenarla, potabilizarla y entregarla a cada hogar; logro que se alcanzó debido a nuestras diferentes estrategias de comunicación y al invaluable apoyo de los medios de comunicación.
Gracias a que la ciudadanía comprende que el agua es un recurso finito, que no sale por arte de magia de la llave y que se puede acabar si no la cuidamos, cada día aumentan las inquietudes y ganas de saber cada vez más sobre temas que, en años anteriores, solo manejaban los técnicos de la Empresa o del sector de agua potable. Esta situación nos complace, porque ha incorporado la importancia del agua y su cuidado a las conversaciones cotidianas de la gente.
Uno de esos temas, que en diversas ocasiones son abordados por periodistas y ciudadanos del común, es el de la Seguridad Hídrica, que no es otra cosa que garantizar, a lo largo del tiempo, un suministro seguro, confiable y continuo de agua potable a todos nuestros usuarios del sistema de acueducto, afrontando amenazas emergentes como el cambio y la variabilidad climática, el crecimiento poblacional y el deterioro de la infraestructura.
En la Empresa asumimos la Seguridad Hídrica desde dos enfoques simultáneos: el cuidado y protección de las fuentes de agua cruda para garantizar la cantidad y calidad necesarias, sumado a la implementación de proyectos de expansión para atender la demanda de nuevos usuarios; y, de otro lado, desde la ejecución de acciones para evitar pérdidas técnicas y el robo de agua del sistema de acueducto por parte de personas inescrupulosas.
Así mismo, tenemos una serie de retos que debemos afrontar, como el fortalecimiento del sistema de abastecimiento para resistir la amenaza de la variabilidad climática que trae eventos prolongados de sequía, para lo cual estamos trabajando en proyectos de optimización y de expansión en las fuentes de abastecimiento, que están siendo acompañados por consultores especializados del Banco Mundial, el BID y otros organismos multilaterales, para viabilizar su implementación. Igualmente, disminuir el consumo per capita de los bogotanos, que lograremos bajarlo combatiendo (como lo venimos haciendo) las pérdidas de agua no facturada por la empresa, es decir, agua robada que es consumida por usuarios, pero que no es cobrada. Por último, la exploración de alternativas de explotación de aguas subterráneas para evaluar si existe un potencial de abastecimiento como fuente complementaria a los sistemas superficiales, que son nuestras fuentes principales de abastecimiento.
Con estas acciones y con inversiones como la ampliación y modernización de la planta de tratamiento de agua potable -PTAP- Tibitoc o la optimización de la PTAP Wiesner, fortalecemos la Seguridad Hídrica, garantizando la cantidad y la calidad del agua para las próximas décadas, preparando el sistema para afrontar las amenazas emergentes climáticas y el crecimiento poblacional de nuestra área de cobertura, pero sobre todo, para que estrategias extremas como un racionamiento de agua, nunca tengan que volver a contemplarse.
Por Natasha Avendaño García
*Gerente de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá