💬Opinión

La vida vale mucho más que $3.200

10•Mar•2025

En TransMilenio viajan diariamente alrededor de cuatro millones de personas que van a sus lugares de trabajo, de estudio, a sus citas médicas, a sus sitios de diversión, a encuentros culturales, al estadio de fútbol, a los conciertos que son cada vez más en Bogotá.

María Fernanda Ortiz

María Fernanda Ortiz

Gerente de TransMilenio

TransMilenio es más que un sistema de transporte, crecen las razones por las que nos convencemos de que es un símbolo de Bogotá, somos un referente en Latinoamérica y en el mundo, hemos hecho de los problemas oportunidades de mejora, es una empresa en la que no solo trabajan más de 35 mil personas, sino que conecta de punta a punta a todos sus habitantes.  

La evasión de pago en nuestro Sistema de Transporte Público nos duele a todos, especialmente a las familias de las personas que han sufrido accidentes graves en la maroma de colarse. Es un fenómeno en el que se ponen en riesgo los propios evasores con diferentes tipos de comportamientos imprudentes y los usuarios que van a bordo de los buses, completamente ajenos a la situación.

También genera mucha incomodidad e inconformismo en los usuarios que hacen un buen uso del Sistema y pagan su tiquete; les parece injusto y muy molesto que nuestros buses sean ocupados por personas que no se han ganado el derecho a un lugar, mientras ellos deben ir de pie o apretados. En conclusión, y sin haber mencionado el impacto financiero que tiene en el Sistema, es una prioridad reducir la evasión en TransMilenio.

Como Distrito, a veces nos tildan de indolentes frente a la evasión, pero no lo somos. Es una tarea difícil por múltiples factores, principalmente porque no importan las barreras o los controles que pongamos; si no logramos un cambio consciente de comportamiento en los miles de usuarios que deciden evadir el pago al día, siempre encontrarán una oportunidad, una manera, una puerta o un espacio para colarse.

Hemos visto, por ejemplo, que cuando instalamos puertas automáticas en estaciones (mal llamadas anticolados), torniquetes de piso a techo y controles con personal de vigilancia, policía y gestores, logramos reducir parcialmente el número de evasores, pero una parte adopta comportamientos más osados (como la famosa fila en el borde de las puertas), prefiere trasladarse a otra estación más liviana o simplemente encuentra un momento de descuido para evadir el pago.

Por esto, seguimos aprendiendo, entendiendo y adaptando nuestras medidas integralmente en cuatro frentes: cultura ciudadana, mejoramiento de la infraestructura (para mitigar el efecto “ventanas rotas”), control y monitoreo. Cada vez tenemos más y mejores herramientas, pero teniendo en cuenta que nuestros recursos son finitos y limitados, sabemos que es una tarea de todos los días que tendrá resultados contundentes y sostenibles a mediano plazo.

En 2024 logramos reducir la evasión del componente troncal en 2,18 puntos porcentuales, logrando incluso la meta del cuatrienio, y contratar la línea base de evasión zonal que nos permitirá entender mucho mejor lo que está pasando en nuestros buses. En parte, este esfuerzo nos ayudó a incrementar el número de validaciones en un 2,7% en el Sistema en un año que tuvo grandes retos, como el cierre de 5 estaciones troncales por el avance de la Primera Línea del Metro.

En 2025 tenemos varias certezas: la mayoría de los usuarios rechaza la evasión en el Sistema, por lo que debemos poner aún más ahínco en reducirla y, en ese sentido, explorar diferentes estrategias de disuasión; seguir mejorando la infraestructura, dándole prioridad a la mayoría que usa de manera correcta el servicio; seguir apostándole a la cultura ciudadana, a la pedagogía y al contagio de los buenos comportamientos en el Sistema.

Continuaremos esforzándonos para que en Bogotá se reconozca a TransMi como patrimonio público, y que todos comprendan que evadir el pago del pasaje pone en peligro vidas, no solo de quien lo hace, sino de quienes usan el sistema para movilizarse eso sin dejar de mencionar que también afecta financieramente el bolsillo de todos. Y hace más difícil mejorar nuestro sistema, es importante destacar que en TransMi Pasan Cosas Buenas y trabajaremos para que esta situación se mantenga.  

 

María Fernanda Ortiz Gerente General de TRANSMILENIO S.A.

María Fernanda Ortiz
Gerente General de TRANSMILENIO S.A.