Este es el discurso del Alcalde Carlos Fernando Galán en la posesión de más de 5.500 maestros y maestras del Distrito.
Buenos días a todos y todas. Antes que nada, quiero felicitar a las y los docentes y directivos docentes que superaron todas las etapas del concurso abierto de méritos para hacer parte de la planta de docentes definitivos de la Secretaría de Educación. A quienes hoy se posesionan y a quienes lo harán en los próximos días.
También quiero agradecerles por la labor que cumplen como maestros: ustedes son una parte fundamental de nuestro sistema educativo y son esenciales para lograr nuestro propósito de mejorar la calidad de la educación en Bogotá.
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Porque la visión que tenemos para nuestra ciudad es una donde el lugar de nacimiento de una persona no determina su futuro, una Bogotá que es la misma para todos. Y sabemos que para lograr ese objetivo debemos poner fin a los desbalances y las brechas que hoy existen. Porque, seamos francos, en Bogotá --y en Colombia en general-- la cancha no está equilibrada.
La educación no sólo es un derecho fundamental, sino que es el principal motor de la movilidad social y es la mejor herramienta que existe para nivelar la cancha. Por eso, juega un rol central para el futuro de la ciudad.
La nuestra es una ciudad grande y generosa, que recibe a gente de todas partes y en donde todos somos bogotanos o bogotanas. Pero tenemos un reto enorme: garantizar que las oportunidades lleguen a cada rincón y a cada habitante de Bogotá.
Para eso, es fundamental que avancemos hacia una ciudad donde todos los niños y jóvenes tienen acceso a una educación de calidad, desde la primera infancia hasta la educación superior, pues sólo así estaremos garantizando que cuentan con las oportunidades para elegir libremente su proyecto de vida y con las herramientas necesarias para desarrollarlo en Bogotá.
Los colegios públicos han implementado en los últimos años una serie de estrategias para mejorar la calidad de la educación y cerrar las brechas. Esta es una administración que sabe y sabrá reconocer los aciertos, y pueden contar con que vamos a fortalecer las iniciativas que han funcionado.
Pero también vamos a diseñar e implementar un plan de mejoramiento de la calidad de la educación de todas las instituciones educativas de la ciudad que esté basado en el fortalecimiento de habilidades de lectoescritura y matemáticas, acompañado por un programa de incentivos para colegios oficiales y docentes que obtengan mejores resultados. Le apostaremos también al bilingüismo para que ningún joven vea limitado su crecimiento profesional por no contar con el conocimiento de un segundo idioma.
Este es un propósito común que requiere un esfuerzo colectivo. Vamos a trabajar de la mano de todos ustedes --de rectores, coordinadores, orientadores y maestros-- para diseñar un plan de bienestar, acompañamiento y formación.
Ustedes son fundamentales para Bogotá. Por eso hoy, además de ser un día muy especial para ustedes, es también un día muy importante para la ciudad. Damos la bienvenida a 6.558 excelentes maestros y maestras que se vinculan a la planta docente del Distrito para acompañar y complementar el trabajo de los más de 28 mil docentes y directivos docentes que han trabajado desde hace varios años con nosotros.
Con los nombramientos de hoy, Bogotá sigue cualificando y estabilizando su planta docente, con lo que estamos asegurando el fortalecimiento de los aprendizajes y conocimientos de niños, niñas y adolescentes.
Si bien la calidad educativa depende de muchos factores, estamos convencido de que son los grandes maestros y maestras quienes logran tener un verdadero impacto en la vida de sus estudiantes.
Hace ya… varios años (risas) salí del colegio. Pero a pesar del tiempo, recuerdo con gran cariño a Nelly Mendoza, una maestra emblemática del Instituto Pedagógico Nacional, el colegio donde estudié. Puede sonar exagerado, pero Nelly cambió mi vida y estoy seguro de que la de muchos otros de sus estudiantes también. No sólo por ser una gran maestra, sino porque me inspiró a mí, y a muchos otros, a servir.
Y ese es el impacto, esa es la diferencia, que cada uno de ustedes puede y debe marcar en la vida de miles de niños, niñas y jóvenes de Bogotá.
Les doy la bienvenida, pero también les pido su compromiso total con esta ciudad. No tengo duda de que ustedes son buenos maestros y maestras y que, igual que Nelly, inspirarán a miles de niños, niñas y jóvenes, no sólo a ser buenos estudiantes, sino también a ser buenas personas.
Muchas gracias, porque sin ustedes, sin buenos maestras y maestros, no hay buena calidad. Sin maestras y maestros 100% comprometidos con Bogotá y con sus estudiantes, no hay buena calidad.
Juntos vamos a lograr que Bogotá se convierta en una ciudad educadora: un referente educativo para el país, pero también para Latinoamérica.
Juntos vamos a hacer posible que Bogotá siga ampliando la oferta de jornadas únicas y completas a los estudiantes del Distrito.
Juntos vamos a construir un sistema educativo que atienda integralmente a los estudiantes acorde con sus necesidades, pero, sobre todo, acorde con las demandas del siglo XXI.
Todos ustedes deben sentirse orgullosos: no sólo por haber superado el concurso de méritos para ser parte de la planta docente del Distrito, sino por el hecho de ser maestros y maestras, y tener la posibilidad de inspirar y cambiar a miles de vidas.
Pero con ese orgullo viene también una enorme responsabilidad: la de formar generaciones con conocimientos y capacidades, generaciones autónomas, que tengan criterio y sean siempre respetuosas del otro. Generaciones de buenos estudiantes y de grandes ciudadanos.
Nuevamente los felicito y les agradezco. Estoy seguro de que con ustedes, Bogotá y sus más de 743 mil estudiantes quedamos en buenas manos.
Aquí, la trasmisión del discurso del alcalde Carlos Fernando Galán en la posesión de los 5.560 maestros y maestras de los colegios distritales de Bogotá:
