¡En ‘Bogotá, mi Ciudad, mi Casa’ trabajamos para cuidar y proteger nuestros recursos naturales y el medio ambiente! Es por esto, que te contamos cómo es la experiencia en el manejo de la información pública en incendios forestales. Camilo Chaparro, líder de comunicaciones y prensa del Cuerpo Oficial de Bomberos Bogotá. Disponible también en la revista 'Al Rescate'.
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Pensar que la información que recibimos a través de radio, televisión, internet, impresos o redes sociales es la percepción de un periodista que llegó a un sitio y vio lo que acontece a su alrededor, puede llegar a ser equívoco, cuando de emergencias se trata, pues los procedimientos, impacto, entre otros datos, por su ética profesional, no se deberían emitir sin que sea un boletín oficial y verificado por una fuente confiable. Bajo esta premisa, es deber de la oficina de Comunicaciones garantizar que se tenga información consolidada, de tal forma que todos los medios de comunicación puedan emitir el mismo mensaje, sin dejar oportunidad de desinformación en la ciudadanía.
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Valga recordar que la coordinación de la atención de emergencias se rige bajo el Sistema Comando de Incidentes (SCI), que especifica que el Oficial de Información asesora al vocero, para transformar los datos técnicos en lenguaje sencillo y comprensible, permitiendo que se pueda contar con los insumos necesarios para emitir comunicados.
Empezando a informar la emergencia
Cuando se activaron los recursos para la atención de la emergencia que había empezado en el cerro de la Quebrada La Vieja, sobre las 7:00 a. m., el equipo de comunicaciones del Cuerpo Oficial de Bomberos Bogotá emitió un primer reporte a prensa de la Alcaldía Mayor de Bogotá, para luego, informar a los periodistas. Pasados unos minutos, las redes sociales empezaron a generar alertas, pues los ciudadanos capturaban imágenes y trinaban avisando sobre la presencia del fuego en la montaña.
El líder del equipo de Prensa activó los recursos periodísticos de la entidad, con el fin de realizar los primeros acercamientos informativos, con imágenes propias o de los uniformados, que dejaban ver como el fuego consumía la vegetación nativa del cerro, así como a los primeros bomberos que ascendieron a sofocar las llamas.
Los periodistas de distintos medios empezaron a llegar a solicitar información. Sobre el medio día, la directora de la entidad asumió la vocería, informando sobre las labores realizadas al momento, la cantidad de recursos en sitio, los apoyos obtenidos y lo esperado con el incidente. No habían cerrado la emisión noticiosa de las 12:00 m, cuando el Alcaldía Mayor de Bogotá de la ciudad llegó a ponerse al frente de la situación, con apoyo de los equipos de atención de emergencias.
Tomando decisiones en información pública
En la carpa en la que se desarrolló el primer Puesto de Mando Unificado (PMU) la orden fue clara “el Cuerpo Oficial de Bomberos Bogotá asume la vocería”.
La información, en el PMU, se empezó a recopilar a través de cada uno de los representantes de las diferentes entidades que apoyaron en el incidente, por lo que el personal administrativo contaba con los datos de: personal por cada entidad, personal total, vehículos, herramientas, horas de servicio activo, punto del incendio, entre otros, que ayudaron como insumo para la rueda de prensa de los noticieros de las 7 de la noche.
Y así fue día a día. Nuestro punto de encuentro era la carpa del Cuerpo Oficial de Bomberos Bogotá, en la que ubicaron computadores para administrar la información e ir actualizándola periódicamente, con el fin de tenerla a la mano para ser suministrada a los periodistas.
No te vayas sin leer: 'Al Rescate', revista que cuenta cómo Bogotá enfrentó los incendios forestales
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