Al escuchar la voz de Martha* se siente una mujer serena, calmada y con fe que esta situación por la pandemia pase y vuelva todo a la normalidad. En estos momentos está desempleada y no haya el momento de volver a ver a su hijo Andrés*, de 16 años, que se encuentra cumpliendo una sanción privativa de la libertad en el Centro de Atención Especializada Bosconia.
Lo que más extraña es verlo cada ocho días, visitarlo y saber que está bien. Se siente tranquila porque todos los días habla con él por teléfono y en ocasiones por medio de videollamadas, Andrés le cuenta que estudia, realiza cursos de preparación de geles, desodorantes, cremas dentales, muñecos en papel y pinta cuadros.
El CAE Bosconia tiene capacidad para 50 personas y en este momento atiende a 40 jóvenes. Está bajo la Dirección de Responsabilidad Penal Adolescentes de la Secretaría Distrital de Seguridad, Convivencia y Justicia (SDSCJ) y busca a través de un modelo integral restaurativo y pedagógico prevenir la reincidencia en el delito y aportar a la construcción de nuevos proyectos de vida.
En el lugar los muchachos que se encuentran entre los 17 y los 20 años se sienten inquietos por lo que está pasando con el coronavirus. Muchas de sus familias no tienen ingresos económicos fijos, trabajan por turnos y viven del “rebusque”. La Dirección de Responsabilidad Penal Adolescentes al ver esta situación, crea una red de amigos para ayudarlas con mercados o con bonos de alimento.
Cecilia* es madre de Camilo* de 17 años* quien cumple un proceso de dos años en el CAE Bosconia. La ayuda recibida fue una alegría debido a que en estos momentos no ha podido trabajar en el almacén que le da empleo. Cuando habló con la persona que le donó el mercado, ésta le dijo que era una ayuda pequeña, pero para ella fue muy significativa. De su hijo Camilo dice que es un muchacho juicioso, estudia, tiene varias actividades y cursos en el día, y trata de llamarlo siempre después de las seis de la tarde.
Iván Torres, Director de Responsabilidad Penal Adolescente, cuenta que encontró una respuesta muy agradable cuando creo la red de amigos, las personas se solidarizaron con estas familias, hubo un contacto directo y se logró entablar una relación de amistad.
A la fecha se han entregado 86 mercados a las familias de los jóvenes que están privados de la libertad, han egresado del CAE Bosconia o vienen siendo atendidos en el Programa Distrital de Justicia Juvenil Restaurativa. Además, están ayudando a más de 150 a personas de Casa Libertad, programa de la Subsecretaría de Acceso a la Justicia de la SDSCJ, el cual atiende a personas que estuvieron en centros carcelarios y penitenciarios y buscan una nueva oportunidad con sus familias y con la sociedad.
*Nombres cambiados por solicitud de las personas.